En 2014 un informe del Centro para una Sociedad Libre Segura (SFS), un think thank global basado en Washington DC, y del Instituto de Canadá de Análisis Social y Económico (ISEA) remarcó que el Gobierno del fallecido Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro han permitido la impresión de pasaportes y visas fraudulentas para iraníes y otros extremistas islámicos.
Este informe también indicó que El Aissami desarrolló una sofisticada red financiera que sirve para sustentar a terroristas islámicos en Venezuela y los países de la región, enviando recursos desde América Latina hacia Medio Oriente.
Esta red está conformada por 40 compañías, que poseen más de 20 propiedades y 36 cuentas bancarias en Caracas, Panamá, Florida y Beirut, entre otras ciudades.
El documento aseguró que Irán, Venezuela y Cuba conformaron un "caballo de Troya" para "colocar espías y otros actores nefastos en el hemisferio occidental".
Y alertó: "La idea de que hay cientos de posibles amenazas en América del Norte, gracias a una combinación de la explotación de un proceso laxo de migración canadiense y la complicidad de los gobiernos de Venezuela y Cuba, es de gran preocupación".
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