Una posible embarcación de balseros aparece en la costa de Irlanda
En una playa de la costa oeste de Irlanda, un hombre de la zona, Gordon Fallis, encontró los restos de un barco de aspecto extraño que podría pertenecer a balseros cubanos en travesía desde la Isla hacia EEUU, según informa BBC News.
"Realmente no sabía lo que era, para ser honesto, así que tomé unas cuantas fotografías de él y cuando llegué a casa las posteé en una página de Facebook llamada Lost at Sea que registra los desechos marinos y los derrames de carga y las cosas que llegan a las playas", explicó.
Entonces, fui contactado por un hombre de Florida que reconoció el diseño como similar a los barcos de refugiados cubanos.
"Me aconsejó que volviera a echar un vistazo a las botellas que traía la embarcación para ver de dónde venían, así que volví a mirar las etiquetas y decían 'Cuba', exactamente como me habían predicho, así que parece que es en realidad un barco que los refugiados han utilizado para tratar de llegar a Estados Unidos", dijo.
El barco improvisado apareció en la playa de Cliffoney en el Condado de Sligo.
Está hecho de un marco de metal parcialmente cubierto de lona amarilla, con espuma expandida y botellas de agua utilizadas para la flotación. Y consta de un motor de automóvil conectado a una hélice rota.
El fotógrafo estadounidense Bill Klipp que ha visto muchos barcos similares que han sido abandonados en pequeñas islas remotas alrededor de los Cayos de la Florida, afirmó estar seguro de que el barco que ha sido hallado en Irlanda es lo que se conoce como una balsa cubana.
Aunque es posible que los ocupantes de esta embarcación improvisada fueran recogidos en el mar y el barco se quedara solo a la deriva, Bill Klipp cree que es más probable que el clima y las corrientes oceánicas lo hicieran salir de su curso.
"Si ese barco pudiera contar su historia contaría una historia de verdadera desesperación", lamentó.
"Obviamente, sus ocupantes no nos pueden contar su historia. Es algo muy triste, pero esa es desafortunadamente una historia que ha pasado demasiado en las últimas dos décadas", añadió.
Es la primera vez que se registra una embarcación de este tipo en Europa, según señaló Curtis Ebbesmeyer, un oceanógrafo retirado con sede en Seattle, que se encarga de monitorear los desechos del océano.
Según puntualizó, un viaje de este tipo podría tomar meses o años, pues son más de 4.000 millas a través del Atlántico.
"La tasa de deriva depende de varios factores. Podría haber tardado seis meses o podría ser una cuestión de años dependiendo de si hizo un viaje recto o no", agregó.
Ebbesmeyer dijo que los barcos "simbolizan qué precio la gente está dispuesta a pagar para ganar su libertad en los Estados Unidos".
"Yo reflexionaría sobre varias preguntas: ¿la gente que construyó esta embarcación está en EEUU?, ¿murieron?, ¿tendrían un terrible final en medio del Atlántico?", concluyó.
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