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El caos urbano provoca aumento de casos de diabetes
Expertos aseguran que la humanidad no podrá erradicar la enfermedad
Los pacientes diabéticos deben controlar permanentemente sus niveles de glucosa en la sangre REUTERS
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DANIEL GONZÁLEZ CAPPA | EL UNIVERSAL
miércoles 14 de noviembre de 2012 12:00 AM
La popularidad de las comidas rápidas y el crecimiento de las ciudades harán que la batalla contra la diabetes sea difícil. Muy difícil. De hecho, los especialistas empiezan a cuestionar que la humanidad logre erradicar esta enfermedad.
Según Nissim Gabay Toledano, endocrinólogo del Hospital de Clínicas Caracas, las cifras indican que la premisa de un mundo sin diabetes "no son más que esperanzas", especialmente cuando se habla de la diabetes mellitus tipo 2.
Según números de la American Diabetes Association, en las próximas 24 horas se diagnosticarán 4.400 diabéticos, 1.014 fallecerán, 133 quedarán ciegos y 306 serán amputados solo en América.
En Venezuela conviven actualmente 1,6 millones de diabéticos, cifra que aumentaría a 2,9 para el año 2030 según la International Diabetes Foundation, lo que evidencia que el mal sigue creciendo en el país.
A eso se le suman los 4,8 millones de personas que fallecerán de manera anual en todo el mundo por culpa de la enfermedad en 2030, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revelados con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra hoy.
En promedio, un paciente consume hasta siete medicamentos contra la diabetes, gastando entre 2 y 4 mil bolívares, según María Inés Casanova, vicepresidenta de la Fundación Amigos Contra la Diabetes.
Casanova explica que la alta demanda de medicamentos, sumado a un control de precios (propiciado por el Gobierno para facilitar el acceso a las personas de pocos recursos) ha ocasionado algunos picos de escasez, especialmente del fármaco Metformina.
La metformina es un fármaco utilizado especialmente para la diabetes tipo 2 ya que reduce los niveles elevados de glucosa en la sangre.
"Nunca vamos a tener un mundo libre de la diabetes y de sus complicaciones", afirma Gabay.
Los malos hábitos lideran
A medida que las ciudades fueron creciendo, las zonas verdes fueron disminuyendo. La falta de tiempo ameritó que las personas tuvieran una dieta desbalanceada y se incrementaran los casos de enfermedades crónicas no transmisibles.
Entre estas enfermedades se incluyen, además de la diabetes, las enfermedades coronarias, el cáncer y las enfermedades respiratorias.
La diabetes mellitus es una enfermedad que se debe a la destrucción de las células beta del páncreas, lo que origina un aumento de los niveles de glucosa en la sangre, por lo que los pacientes deben controlar su ingesta de azúcar.
Existen principalmente dos tipos: la diabetes tipo 1, autoinmune y que afecta a los jóvenes; y la tipo 2, desarrollada con la edad y por malos hábitos.
El tipo de diabetes más común es el 2, con una prevalencia de 95% en todos los casos.
Solo 1% de la población cumple con los ocho factores saludables imprescindibles que son no fumar, practicar ejercicio, no padecer obesidad, tener tensión arterial adecuada, no padecer diabetes, tener cifras de colesterol adecuadas, seguir una dieta saludable y preocuparse por la salud, según la International Diabetes Federation (FDI).
Todas estas situaciones crean una espiral que hace que la enfermedad, más allá de retroceder, siga en aumento y los organismos internacionales estén lejos de alcanzar las metas propuestas.
La ONU está llevando a cabo el plan "25 para el 25" que consiste en reducir en 25% las enfermedades crónicas no transmisibles para el año 2025.
"Como van las cosas, no creo que sea posible (con la diabetes)", pronostica Gabay. "Pero es una meta y aprenderemos a través del ensayo. Así sea que reduzcamos la enfermedad en 10%, estamos logrando algo".
La premisa sigue siendo la misma: ingerir una dieta balanceada y hacer ejercicio al menos una vez al día durante media hora.
Convivir con la enfermedad
Para los expertos puede resultar inverosímil que la población cambie radicalmente sus estilos de vida por unos más sanos. Más no imposible.
"Estamos buscando que los pacientes sobrevivientes, que aprenden a vivir con la enfermedad cuidando su salud, se conviertan en ejemplos a seguir", dice Gabay.
Estos pacientes, llamados "autodidactas", aprenden a controlar su dieta y pueden servir como ejemplo para prevenir y luchar contra la diabetes, especialmente la tipo 2.
El especialista dice que no es necesario que una persona limite totalmente su consumo alimenticio. "Se puede comer una arepa, pero no dos si sabe que eso le va a hacer daño". Para ello se necesita un estricto control de nutrición.
"La realidad es que tendremos que vivir con la diabetes y adaptarlo a nuestra calidad de vida", concluye Gabay. Pero eso no quiere decir que, por muy malos que sean los pronósticos, la batalla esté perdida.
Según Nissim Gabay Toledano, endocrinólogo del Hospital de Clínicas Caracas, las cifras indican que la premisa de un mundo sin diabetes "no son más que esperanzas", especialmente cuando se habla de la diabetes mellitus tipo 2.
Según números de la American Diabetes Association, en las próximas 24 horas se diagnosticarán 4.400 diabéticos, 1.014 fallecerán, 133 quedarán ciegos y 306 serán amputados solo en América.
En Venezuela conviven actualmente 1,6 millones de diabéticos, cifra que aumentaría a 2,9 para el año 2030 según la International Diabetes Foundation, lo que evidencia que el mal sigue creciendo en el país.
A eso se le suman los 4,8 millones de personas que fallecerán de manera anual en todo el mundo por culpa de la enfermedad en 2030, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revelados con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra hoy.
En promedio, un paciente consume hasta siete medicamentos contra la diabetes, gastando entre 2 y 4 mil bolívares, según María Inés Casanova, vicepresidenta de la Fundación Amigos Contra la Diabetes.
Casanova explica que la alta demanda de medicamentos, sumado a un control de precios (propiciado por el Gobierno para facilitar el acceso a las personas de pocos recursos) ha ocasionado algunos picos de escasez, especialmente del fármaco Metformina.
La metformina es un fármaco utilizado especialmente para la diabetes tipo 2 ya que reduce los niveles elevados de glucosa en la sangre.
"Nunca vamos a tener un mundo libre de la diabetes y de sus complicaciones", afirma Gabay.
Los malos hábitos lideran
A medida que las ciudades fueron creciendo, las zonas verdes fueron disminuyendo. La falta de tiempo ameritó que las personas tuvieran una dieta desbalanceada y se incrementaran los casos de enfermedades crónicas no transmisibles.
Entre estas enfermedades se incluyen, además de la diabetes, las enfermedades coronarias, el cáncer y las enfermedades respiratorias.
La diabetes mellitus es una enfermedad que se debe a la destrucción de las células beta del páncreas, lo que origina un aumento de los niveles de glucosa en la sangre, por lo que los pacientes deben controlar su ingesta de azúcar.
Existen principalmente dos tipos: la diabetes tipo 1, autoinmune y que afecta a los jóvenes; y la tipo 2, desarrollada con la edad y por malos hábitos.
El tipo de diabetes más común es el 2, con una prevalencia de 95% en todos los casos.
Solo 1% de la población cumple con los ocho factores saludables imprescindibles que son no fumar, practicar ejercicio, no padecer obesidad, tener tensión arterial adecuada, no padecer diabetes, tener cifras de colesterol adecuadas, seguir una dieta saludable y preocuparse por la salud, según la International Diabetes Federation (FDI).
Todas estas situaciones crean una espiral que hace que la enfermedad, más allá de retroceder, siga en aumento y los organismos internacionales estén lejos de alcanzar las metas propuestas.
La ONU está llevando a cabo el plan "25 para el 25" que consiste en reducir en 25% las enfermedades crónicas no transmisibles para el año 2025.
"Como van las cosas, no creo que sea posible (con la diabetes)", pronostica Gabay. "Pero es una meta y aprenderemos a través del ensayo. Así sea que reduzcamos la enfermedad en 10%, estamos logrando algo".
La premisa sigue siendo la misma: ingerir una dieta balanceada y hacer ejercicio al menos una vez al día durante media hora.
Convivir con la enfermedad
Para los expertos puede resultar inverosímil que la población cambie radicalmente sus estilos de vida por unos más sanos. Más no imposible.
"Estamos buscando que los pacientes sobrevivientes, que aprenden a vivir con la enfermedad cuidando su salud, se conviertan en ejemplos a seguir", dice Gabay.
Estos pacientes, llamados "autodidactas", aprenden a controlar su dieta y pueden servir como ejemplo para prevenir y luchar contra la diabetes, especialmente la tipo 2.
El especialista dice que no es necesario que una persona limite totalmente su consumo alimenticio. "Se puede comer una arepa, pero no dos si sabe que eso le va a hacer daño". Para ello se necesita un estricto control de nutrición.
"La realidad es que tendremos que vivir con la diabetes y adaptarlo a nuestra calidad de vida", concluye Gabay. Pero eso no quiere decir que, por muy malos que sean los pronósticos, la batalla esté perdida.
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