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Descubren en el sur de la Florida red de contrabando de inmigrantes brasileños
Alfonso Chardy
achardy@elnuevoherald.com
Un matrimonio de brasileños fue acusado en una corte federal en Miami de formar parte de una red que traía clandestinamente a ciudadanos de su país al sur de la Florida a bordo de embarcaciones que salían de las Bahamas, luego de que los inmigrantes indocumentados viajaban primero a Francia e Inglaterra y de ahí a las Bahamas, para despistar a las autoridades.
Fabio Rodrigues Froes y su esposa Juliana Tome Froes comparecieron ante el juez federal Chris McAliley, y se declararon inocentes, menos de un mes después de haber sido detenidos en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) como parte de una investigación federal que reveló una dimensión poco conocida del tráfico ilícito de inmigrantes.
Documentos judiciales presentados ante el tribunal indican que los investigadores de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) creen que la pareja formaba parte de una importante red de contrabando de inmigrantes que trajo a varios brasileños indocumentados al sur de Florida a través de un complicado sistema que incluía vuelos desde Brasil a Paris, luego a Londres y, finalmente a las Bahamas, donde los inmigrantes abordaban embarcaciones para el tramo final del periplo. Los viajes se remontan a por lo menos el 2009.
Mientras que las redes de contrabando de inmigrantes cubanos y haitianos son conocidas en el sur de la Florida, los contrabandistas que traen inmigrantes indocumentados de otros países también están activas pero generalmente mantienen un bajo perfil. Además de los cubanos y haitianos, los escampavías del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos también interceptan inmigrantes de otras nacionalidades abordo de embarcaciones que se dirigen a la Florida incluyendo chinos, dominicanos, mexicanos y ecuatorianos.
“Si bien la principal amenaza [de tráfico ilícito de migrantes] proviene de Haití, República Dominicana, República Popular China y Cuba, el Guardacostas ha interceptado inmigrantes de diversas nacionalidades de todo el mundo”, señala un comunicado publicado en el sitio en internet del Servicio Guardacostas en Miami.
En otro ejemplo de lo que parece ser un incremento en el tráfico de inmigrantes indocumentados a bordo de embarcaciones, un bote del servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) interceptó el 8 de octubre una embarcación en la que viajaban un rumano, tres brasileños, dos jamaiquinos y siete haitianos -- todos sin visas para entrar a Estados Unidos. El rumano, Gabriel Florica, dijo ser el capitán del barco interceptado frente a las costas del Condado Palm Beach y haber pagado $2,000 a una persona identificada como Leroy luego de viajar de Inglaterra a las Bahamas, de donde salió la embarcación.
De acuerdo con cifras del Guardacostas, durante el año fiscal 2012 que terminó el 30 de septiembre el mayor número de inmigrantes indocumentados interceptados fueron 1,275 cubanos, seguido de 977 haitianos y 456 dominicanos. También fueron detenidos 79 mexicanos en altamar y otros 138 de distintas nacionalidades.
Documentos de la corte federal en el caso Froes muestran que la red de contrabando de brasileños fue descubierta debido a una intercepción rutinaria de un barco sospechoso en Hillsboro Inlet, cerca de Pompano Beach en el Condado Broward, hace unos dos años.
El abogado de Juliana Tome Froes dijo que no haría comentario mientras que el abogado de Fabio Rodrigues Froes no pudo ser localizado para que hiciera comentario.
El 18 de julio del 2010, un agente de la Comisión de la Florida para Pesca y Vida Silvestre (FFWC) que patrullaba las aguas cercanas a Pompano Beach detuvo un barco llamado Got Crabs.
El agente de la FFWC abordó la embarcación y vio que transportaba a cuatro personas. Una de ellas, bajo interrogatorio, presentó un documento de identidad brasileño que lo identificaba como Wellington Dos Santos Silva.
Dos Santos y las otras personas en el barco fueron entrevistadas por agentes de la Patrulla Fronteriza en la Marina del Parque Alsdorf cerca de Pompano Beach. Dos Santos admitió que había tratado de entrar ilegalmente a Estados Unidos desde las Bahamas. Fue el primer indicio de que Dos Santos era uno de quizá decenas de brasileños indocumentados traídos de contrabando por la presunta red.
En ese momento, la Patrulla Fronteriza llamó a agentes de ICE para investigar la posibilidad de que una “organización de contrabando de extranjeros” estuviera involucrada en el asunto, según una declaración jurada presentada en el tribunal federal de Miami.
Durante la investigación, Dos Santos dijo a ICE que pagó $16,050 a una agencia de viajes en Brasil, identificada en documentos de la corte como Costamares Travel.
Según los documentos en la corte, el Dos Santos fue el primero de una serie de arribos similares de otros inmigrantes brasileños que también dijeron a los investigadores de ICE que habían pagado a la misma agencia de viajes cuotas similares para entrar de contrabando al sur de Florida.
El caso de Dos Santos, que se describe en detalle en la declaración jurada de ICE, explica la ruta que usaron los indocumentados brasileños, muchos de ellos previamente deportados de Estados Unidos.
De acuerdo con la declaración de ICE, Dos Santos dijo que recibió instrucciones para viajar de Brasil a París y luego a Londres y finalmente a las Bahamas, donde permaneció durante un mes esperando abordar el barco que lo trajo a costas de la Florida.
Durante su detención en el Centro de Transición de Broward (BTC) en Pompano Beach, que supervisa ICE,. Dos Santos supuestamente le dijo a un informante que su contacto en Costamares Travel era una mujer llamada Juliana y que estaba involucrada en el contrabando de brasileños a Estados Unidos -- cobrando más de $6,000 por persona.
La declaración de ICE decía que los honorarios eran pagados a socios de Juliana en Newark, Nueva Jersey, identificados solamente como Ana o Poliana y Alexandro, Alex o Renato. La declaración jurada decía que Juliana fue identificada más tarde como Juliana Tomé Froes.
“Juliana”, según la declaración de ICE, “daba instrucciones específicas a Dos Santos para realizar su contrabando, cómo vestirse y actuar como turista brasileño, descartando su pasaporte brasileño que había sido emitido por un consulado brasileño en Estados Unidos y reemplazándolo por uno expedido en Brasil, y también le explicó que su itinerario por Europa apoyaría su historia de que era un turista” según la declaración de ICE. “Dos Santos declaró que Juliana le arregló su pasaje en avión desde Brasil a París, luego a Londres y luego a las Bahamas. En cada etapa del viaje, Dos Santos hablaba con Juliana y recibía instrucciones”.
En una intercepción anterior de otra embarcación, el 16 de septiembre del 2009, investigadores federales habían descubierto indicios preliminares de la red de contrabando y la conexión familiar de Juliana y Fabio.
En esa fecha, el escampavías del Guardacostas Blue Fin detuvo a una embarcación sospechosa que viajaba hacia las costas del sur de la Florida al este de Boynton Beach en el Condado Palm Beach.
Un miembro de la tripulación del Blue Fin que abordó la embarcación sospechosa, observó a seis personas. Tres de ellos fueron más tarde identificados como ciudadanos brasileños, algunos previamente deportado de Estados Unidos. Uno de los brasileños más tarde dijo a los investigadores que había pagado $8,000 para ser traído de contrabando al sur de Florida, a través de Francia, Gran Bretaña y las Bahamas.
Un segundo inmigrante brasileño, identificado como Walderson Gomes Da Silva, dijo a los investigadores que había pagado mas de $16,000 después de reunirse con Juliana y Fabio, según muestran documentos del tribunal.
Fabio Rodrigues Froes y su esposa Juliana Tome Froes comparecieron ante el juez federal Chris McAliley, y se declararon inocentes, menos de un mes después de haber sido detenidos en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) como parte de una investigación federal que reveló una dimensión poco conocida del tráfico ilícito de inmigrantes.
Documentos judiciales presentados ante el tribunal indican que los investigadores de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) creen que la pareja formaba parte de una importante red de contrabando de inmigrantes que trajo a varios brasileños indocumentados al sur de Florida a través de un complicado sistema que incluía vuelos desde Brasil a Paris, luego a Londres y, finalmente a las Bahamas, donde los inmigrantes abordaban embarcaciones para el tramo final del periplo. Los viajes se remontan a por lo menos el 2009.
Mientras que las redes de contrabando de inmigrantes cubanos y haitianos son conocidas en el sur de la Florida, los contrabandistas que traen inmigrantes indocumentados de otros países también están activas pero generalmente mantienen un bajo perfil. Además de los cubanos y haitianos, los escampavías del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos también interceptan inmigrantes de otras nacionalidades abordo de embarcaciones que se dirigen a la Florida incluyendo chinos, dominicanos, mexicanos y ecuatorianos.
“Si bien la principal amenaza [de tráfico ilícito de migrantes] proviene de Haití, República Dominicana, República Popular China y Cuba, el Guardacostas ha interceptado inmigrantes de diversas nacionalidades de todo el mundo”, señala un comunicado publicado en el sitio en internet del Servicio Guardacostas en Miami.
En otro ejemplo de lo que parece ser un incremento en el tráfico de inmigrantes indocumentados a bordo de embarcaciones, un bote del servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) interceptó el 8 de octubre una embarcación en la que viajaban un rumano, tres brasileños, dos jamaiquinos y siete haitianos -- todos sin visas para entrar a Estados Unidos. El rumano, Gabriel Florica, dijo ser el capitán del barco interceptado frente a las costas del Condado Palm Beach y haber pagado $2,000 a una persona identificada como Leroy luego de viajar de Inglaterra a las Bahamas, de donde salió la embarcación.
De acuerdo con cifras del Guardacostas, durante el año fiscal 2012 que terminó el 30 de septiembre el mayor número de inmigrantes indocumentados interceptados fueron 1,275 cubanos, seguido de 977 haitianos y 456 dominicanos. También fueron detenidos 79 mexicanos en altamar y otros 138 de distintas nacionalidades.
Documentos de la corte federal en el caso Froes muestran que la red de contrabando de brasileños fue descubierta debido a una intercepción rutinaria de un barco sospechoso en Hillsboro Inlet, cerca de Pompano Beach en el Condado Broward, hace unos dos años.
El abogado de Juliana Tome Froes dijo que no haría comentario mientras que el abogado de Fabio Rodrigues Froes no pudo ser localizado para que hiciera comentario.
El 18 de julio del 2010, un agente de la Comisión de la Florida para Pesca y Vida Silvestre (FFWC) que patrullaba las aguas cercanas a Pompano Beach detuvo un barco llamado Got Crabs.
El agente de la FFWC abordó la embarcación y vio que transportaba a cuatro personas. Una de ellas, bajo interrogatorio, presentó un documento de identidad brasileño que lo identificaba como Wellington Dos Santos Silva.
Dos Santos y las otras personas en el barco fueron entrevistadas por agentes de la Patrulla Fronteriza en la Marina del Parque Alsdorf cerca de Pompano Beach. Dos Santos admitió que había tratado de entrar ilegalmente a Estados Unidos desde las Bahamas. Fue el primer indicio de que Dos Santos era uno de quizá decenas de brasileños indocumentados traídos de contrabando por la presunta red.
En ese momento, la Patrulla Fronteriza llamó a agentes de ICE para investigar la posibilidad de que una “organización de contrabando de extranjeros” estuviera involucrada en el asunto, según una declaración jurada presentada en el tribunal federal de Miami.
Durante la investigación, Dos Santos dijo a ICE que pagó $16,050 a una agencia de viajes en Brasil, identificada en documentos de la corte como Costamares Travel.
Según los documentos en la corte, el Dos Santos fue el primero de una serie de arribos similares de otros inmigrantes brasileños que también dijeron a los investigadores de ICE que habían pagado a la misma agencia de viajes cuotas similares para entrar de contrabando al sur de Florida.
El caso de Dos Santos, que se describe en detalle en la declaración jurada de ICE, explica la ruta que usaron los indocumentados brasileños, muchos de ellos previamente deportados de Estados Unidos.
De acuerdo con la declaración de ICE, Dos Santos dijo que recibió instrucciones para viajar de Brasil a París y luego a Londres y finalmente a las Bahamas, donde permaneció durante un mes esperando abordar el barco que lo trajo a costas de la Florida.
Durante su detención en el Centro de Transición de Broward (BTC) en Pompano Beach, que supervisa ICE,. Dos Santos supuestamente le dijo a un informante que su contacto en Costamares Travel era una mujer llamada Juliana y que estaba involucrada en el contrabando de brasileños a Estados Unidos -- cobrando más de $6,000 por persona.
La declaración de ICE decía que los honorarios eran pagados a socios de Juliana en Newark, Nueva Jersey, identificados solamente como Ana o Poliana y Alexandro, Alex o Renato. La declaración jurada decía que Juliana fue identificada más tarde como Juliana Tomé Froes.
“Juliana”, según la declaración de ICE, “daba instrucciones específicas a Dos Santos para realizar su contrabando, cómo vestirse y actuar como turista brasileño, descartando su pasaporte brasileño que había sido emitido por un consulado brasileño en Estados Unidos y reemplazándolo por uno expedido en Brasil, y también le explicó que su itinerario por Europa apoyaría su historia de que era un turista” según la declaración de ICE. “Dos Santos declaró que Juliana le arregló su pasaje en avión desde Brasil a París, luego a Londres y luego a las Bahamas. En cada etapa del viaje, Dos Santos hablaba con Juliana y recibía instrucciones”.
En una intercepción anterior de otra embarcación, el 16 de septiembre del 2009, investigadores federales habían descubierto indicios preliminares de la red de contrabando y la conexión familiar de Juliana y Fabio.
En esa fecha, el escampavías del Guardacostas Blue Fin detuvo a una embarcación sospechosa que viajaba hacia las costas del sur de la Florida al este de Boynton Beach en el Condado Palm Beach.
Un miembro de la tripulación del Blue Fin que abordó la embarcación sospechosa, observó a seis personas. Tres de ellos fueron más tarde identificados como ciudadanos brasileños, algunos previamente deportado de Estados Unidos. Uno de los brasileños más tarde dijo a los investigadores que había pagado $8,000 para ser traído de contrabando al sur de Florida, a través de Francia, Gran Bretaña y las Bahamas.
Un segundo inmigrante brasileño, identificado como Walderson Gomes Da Silva, dijo a los investigadores que había pagado mas de $16,000 después de reunirse con Juliana y Fabio, según muestran documentos del tribunal.
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