EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
QUE UNA MUERTE NO SOLAPE LA OTRA, EL CABALLO HA DEJADO DE RELINCHAR, EL 1 SE HA CONVERTIDO EN 0 EN SU PROPIO "PUNTO CERO"
Muere Casas Regueiro: Muere Fidel Castro
Es lo último que se comenta en el último país del mundo: Cuba. Se muere Fidel Castro. Se muere no: se murió. Quieren hacernos creer que quien falleció fue el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Julio Casas Regueiro, “Héroe de la República de Cuba y receptor de la orden Playa de Girón”, pero no. Ése se mató más que fallecer. Quien en realidad guindó el piojo fue el innombrable, que yo nombró para no perder la costumbre de llevarle la contraria a casi todo el mundo.
¿Paro cardiaco? Disparo en la cabeza. Arsénico. Suicidio. Y suicidio colectivo. Porque a partir de ahora, tras la muerte del máximo caudillo, se sucederán vertiginosamente las muertes horrorosas de prácticamente todos los miembros de la vieja guardia esclerótica. José Ramón Machado Ventura. Ramiro Valdés. Incluso el propio Raúl Castro. En el Palacio de la Revolución se ha tenido la única idea que merece ese nombre en 52 años de dictadura: tras la muerte del Comandante, sin la menor oportunidad de sobrevivir gloriosamente al desastre de la llamada “revolución cubana”, los restantes responsables del hundimiento nacional se darán cita con el gatillo. En la sien. A morirse se ha dicho. A morirse dignamente antes que a patadas y escupitajos.
La muerte del indigno, paradójicamente, los ha contagiado de dignidad. Asombroso fenómeno. A partir de ahora, parafraseando a Pablito Milanés, los exiliados podemos sentarnos a ver desfilar los cadáveres de nuestros enemigos, mercenarios de la muerte con los brazos levantados. Una rendición en toda regla. En Cuba se anunciará la muerte de Fidel Castro sólo cuando se hayan verificado todas las de sus lugartenientes. En ese paisito mío, ya lo he dicho antes, cualquier cosa puede pasar.
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