EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
¿Sería bueno el comunismo para los cubanos?
En teoría, vivir en el comunismo sería un coñazo para los cubanos. Al no existir el dinero, no tienes que pagar alquiler, luz, agua ni teléfono. Si hubiera conexión a internet, también sería gratis.
Si tienes hambre, vas al supermercado y repletas el carrito de provisiones. No hay cajas cobradoras ni cámaras de vigilancia. Si te aburres de tu viejo coche americano, te llegas a una concesionaria y lo cambias por un modelo ruso o chino.
En la práctica, la idílica sociedad comunista, con la cual llevan medio siglo martillándonos, es una verdadera locura. Insostenible por demás. Un dogma alucinante. Una trampa para cazar ingenuos.
Las religiones involucran a los individuos. Pero lo malo de las teorías de Carlos Marx, es que implican a toda la sociedad y la condenan a coexistir con caudillos, tiranos y patriarcas que con mano firme, supuestamente, nos conducirían a un sistema donde todo es gratuito. Vaya fábula!
La realidad es bien distinta. Para lograr unanimidad, se proclaman leyes que condenan a prisión a los discrepantes. Los partidos con otras corrientes de pensamiento son prohibidos. Y quienes propugnan el modo de vida occidental son tildados de ‘apátridas’.
En los regímenes cerrados, los sesudos aseguran que el socialismo, antesala del comunismo, es superior al capitalismo. Hasta ahora, nadie ha podido demostrarlo. Veamos el caso de Cuba. Una isla con una economía precaria que sobrevive como un mendigo, pasando el sombrero por medio mundo.
Lo peor es que después de 50 años de carencias, se apean los ideológos locales a decirnos que con las nuevas políticas de despidos, trabajo privado y eliminación de subsidios estatales, ahora sí, en serio, empezaremos… la construcción del socialismo!
Un chiste de mal gusto. El embargo de Estados Unidos a Cuba no justifica que en el país hayan desaparecido las hortalizas y las frutas. Que los campos estén desbordados de marabú. Que las vacas den poca leche y las gallinas ponedoras estén en huelga.
Los gobernantes cubanos se sostienen con los millones de las remesas de los emigrados y con los dólares y euros dejados por los turistas capitalistas. Con estas monedas “enemigas” pretenden construir la utopía del comunismo.
Son testarudos. Ni siquiera el ejemplo de la desparecida URSS -que en 74 años de burradas se vino abajo y con su derrumbe provocó la caída del Muro de Berlín- les hace poner en dudas el marxismo.
Iván García
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