A continuación le mostramos la carta íntegra:
Señores miembros del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), me dirijo a ustedes con el fin de expresar mi opinión, así como todos ustedes lo harán en la reunión que se está realizando en la isla de Margarita, pero que, como yo no puedo asistir, porque no formo parte de esa organización, lo haré por este medio, que espero sea el mejor para que conozcan la realidad de mi país Venezuela, desde una persona que ha vivido por 81 años todos los cambios que se han dado día tras día.
Quiero que sepan, ante cualquier cosa, que no soy yo quien escribe, pues mis manos me tiemblan para hacerlo, pero alguien más, desde una máquina lo hace por mi, cosa que le agradezco enormemente, porque los años me han caído encima y encuentro dificultad en muchas cosas.
Estimados miembros de la Cumbre Mnoal, en mis mejores tiempos, cuando tenía unos 15 años, tuve la oportunidad de trabajar como mesero en una pollera, día a día fui ahorrando el pago, porque quería independizarme; las propinas eran buenas, y las oportunidades también, pues no pasó mucho tiempo para que rápidamente montara mi primer negocio.
Pasaron los años, me casé, formé una hermosa familia con tres hijas, que hoy, son mujeres profesionales, a las que nunca les faltó nada. Comían hasta cinco veces en el día, cambiaban la ropa de su armario cuando querían, salían a la calle sin temor, y jamás supieron, en esa época, qué era hacer una cola.
Tuve 7 nietos, tres de ellos dejaron sus estudios porque no alcanza el dinero para pagarlo; dos de ellos fueron asesinados para robarles su carro, y los otros dos se fueron del país en busca de un mejor futuro.
Los únicos tres nietos que me quedan cerca, están en la mejor edad de su vida pero en el peor momento. Mis pequeños muchachos están pasando hambre, veo sus ropas caerse, por su severa delgadez, y llorar en la pata de mi mecedor porque "odian este gobierno", así es, unos niños diciendo que odian al actual gobierno.
Es realmente desesperante, tener que ver a mi familia sufrir, tener que haber perdido a personas que amaba, tener que ver a diario gente morir de hambre, o en manos de la delincuencia.
Ustedes, señores miembros de la Mnoal, quienes "tienen como objetivo principal alzar la voz en nombre de los intereses y prioridades de naciones en vías de desarrollo de varios continentes", les cuento, que el presidente que los invitó a esta reunión, Nicolás Maduro, no es más que un patán, que ha destruido nuestro país, llevándolo a la pobreza extrema, a la desesperación, la separación, el odio, el rencor, y la muerte.
Ustedes vean las encuestas que se han hecho en Venezuela, que demuestran que más del 53% de los venezolanos se acuestan a dormir con hambre, y que a veces comen una sola vez al día, porque no hay alimentos señores, no hay nada.
Los invito a salir de esa pantalla montada por el dictador, además ilegítimo, Nicolás Maduro, y a recorrer los otros estados del país para que vean cómo está realmente Venezuela, porque les aseguro, que todo eso que disfrutan en Margarita es falso; Maduro jamás se ha preocupado por el país, y menos por la isla, que bastante problemas tiene con el agua, con el desabastecimiento y la inseguridad.
Si ustedes, señores, tienen principios, tienen corazón, y realmente profesan lo que dicen, les pido,intercedan por Venezuela, díganle a Maduro que les de un paseo por el país, entren a los supermercados para que vean con sus propios ojos que todo está vacío, pregunten a las personas lo que opinan del actual gobierno, pero no a esas que están a las afueras de la Cumbre, en carpas, quienes fueron pagados por el Nicolás y llevados desde otros estados para fingir apoyar al dictador.
Yo rechazo, que se gastara tanto dinero en un evento de esa magnitud, cuando miles de personas seestán muriendo ahorita de hambre o en los hospitales porque no tienen medicamentos para ser atendidos, pero si ustedes creen que ese evento debió hacerse aquí en mi país, pues yo espero que sea porque meterán sus manos para colaborar con este desesperado pueblo que añora la libertad y el cambio.
No quiero extenderme en una carta que tal vez no terminen de leer, pero lo último que me queda por decir es que Venezuela ya no aguanta más, el país está muriendo, sus huesos se ven, se sienten, y deseo de todo corazón poder morir tranquilo, viendo a un país nuevamente próspero y lo más importante, sin Nicolás Maduro.
Me despido señores de la Cumbre, deseando que jamás sepan lo que es ver morir a los suyos antes que ustedes, que nunca sepan lo que es pasar hambre, y esperando de ustedes su mejor trabajo.
¡Dios los bendiga!
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