El debate sobre una posible normalización de las relaciones
diplomáticas con Cuba ha tomado fuerza en días recientes en varios
círculos de Estados Unidos. Los influyentes diarios The New York Times y The Washington Post
han intercambiado editoriales sobre el tema, en los que analizan
razones a favor y en contra de levantar el embargo y ensayar nuevas
estrategias con respecto a la isla. Fidel Castro respondió a uno de los
editoriales del Times, al que calificó de “escrito con gran habilidad”.
La
lucha contra el ébola parece estar acercando también a ambos países,
con declaraciones del secretario de Estado John Kerry sobre el aporte de
Cuba para combatir la epidemia en África occidental.
Para
contribuir a la discusión, el Nuevo Herald preguntó a tres líderes de la
oposición y la sociedad civil en Cuba sus opiniones sobre un posible
cambio de política hacia la isla. Ellos son: Berta Soler, líder de las
Damas de Blanco; Antonio Rodiles, director del proyecto Estado de Sats, y
Manuel Cuesta Morúa, líder del movimiento Arco Progresista. Estas son
sus respuestas.
ENH: ¿Qué les parece una posible normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba?
AR: Sería bastante frustrante que el
gobierno norteamericano conceda a Cuba colocarla como un país normal sin
que esta adquiera un compromiso firme en el tema de los derechos
humanos y las libertades fundamentales. Evidentemente, hace falta
ejercer una fuerte presión sobre el gobierno cubano para que finalmente
acepte la condición de humanos de sus ciudadanos. Espero que todos los
países democráticos, no solo los Estados Unidos, comuniquen este mensaje
al gobierno cubano, de que necesita respetar a los ciudadanos.
Hay
argumentos muy fuertes que sugieren que una normalización no va a
significar que nosotros desde la sociedad civil vamos a tener más
posibilidades para expresarnos. Y una muestra muy clara es Venezuela.
Sobre el gobierno de Venezuela no recae ninguna sanción por parte del
gobierno de Estados Unidos, y la sociedad civil venezolana ha sido
fuertemente golpeada por el gobierno de Chávez y ahora el de Maduro, que
han estado guiados por el régimen de La Habana. Eso da muestras de cómo
el régimen de La Habana actúa ante las sociedades civiles que quieren
demandar derechos.
BS: Para los activistas de
derechos humanos es un poco difícil oír sobre una normalización entre el
gobierno de los Estados Unidos y Cuba, porque la sociedad civil está
luchando de una forma no violenta para obtener las libertades que el
gobierno cubano le ha robado al pueblo de Cuba y no para que exista un
mejoramiento para el gobierno cubano, que no sea para el pueblo de Cuba.
Siempre
hemos aplaudido al gobierno de los Estados Unidos, que ha estado a
favor de ayudar al pueblo de Cuba. Estamos preocupados porque el
gobierno de Cuba es muy hábil, y con esta campaña en la que envió a
cientos de médicos a África a combatir el virus mortal del ébola, está
tratando de politizar y ganar simpatía. Pero aquí el pueblo se está
muriendo de hambre y está reprimido por el gobierno. Puedo poner un
ejemplo: este martes estaba previsto el juicio de Sonia Garro, Dama de
Blanco, que lleva dos años y sietes meses detenida sin juicio, y
solamente por querer hacer una vigilia en tribunales a lo largo y ancho
del país, el gobierno cubano se dedicó a detener y reprimir a muchos
activistas por los derechos humanos.
El gobierno norteamericano
debe tener mucho cuidado con esta normalización pues el gobierno cubano
lo que está buscando es crédito de Estados Unidos y la Unión Europea, y
si lo llega a tener, no va a ser en beneficio del pueblo, va a ser para
mantenerse en el poder, reprimir y fortalecer su maquinaria represiva
contra las personas que alzan sus voces para defender los derechos
humanos.
MCM: No me sorprendería. Desde que Obama
asumió el gobierno de Estados Unidos, trató de enviar un mensaje de un
nuevo comienzo tanto con Cuba como con América Latina. Luego, las
realidades del mundo se han ido imponiendo y han malogrado mucho de esos
puntos. Cuba no ha complicado ahora mismo para los Estados Unidos el
tema de las relaciones internacionales pues queda solo como un ejemplo
brutal de irrespeto a los derechos humanos y como un ejemplo del fracaso
económico. Desde esa perspectiva no sería asombroso que los Estados
Unidos decidieran mañana abrir un nuevo capítulo en sus relaciones con
el gobierno cubano.
El régimen cubano coincide con el régimen
biológico de sus dirigentes y ya no hay mucho tiempo para triquiñuelas
políticas, si quieren reconvertir o darle continuidad a su régimen. En
este momento, el gobierno cubano estaría hablando en serio porque
necesita oxígeno, sobre todo económico.
Nosotros siempre hemos
adelantado, desde nuestra visión social demócrata, que el levantamiento
del embargo facilitaría mucho la normalización de la sociedad cubana en
términos democráticos. Ahora no sería el momento de decir que no. Esto
no significa que los Estados Unidos o el embargo sean responsables de la
ausencia de democracia en Cuba ni de nuestra situación económica; solo
significa que, de una buena vez, los conflictos entre estados en las
relaciones internacionales no van a solapar los conflictos entre el
gobierno y la sociedad civil. Eso facilitaría mucho lo que nosotros
estamos buscando desde hace tiempo. Hay una superdeterminación
definitiva y fatal de los Estados Unidos sobre Cuba a lo largo de su
historia y de estos últimos 55 años, y eso ha neutralizado de alguna
manera la capacidad de la sociedad cubana para legitimar su debate
democrático con el Estado.
Si fuera a ocurrir una
normalización de las relaciones entre ambos países, ¿debería estar
incluida la sociedad civil en las negociaciones?
AR: La
sociedad civil está muy atada por el gobierno, que tiene una capacidad
tremenda de violar nuestros derechos y una gran impunidad. Nosotros
estamos en una posición de mucha indefensión. Espero que no nos den la
espalda, eso ha pasado algunas veces. En el caso cubano no hemos
recibido todo el apoyo que necesitamos, pero la realidad, a veces, no es
lo que uno quiere.
Hay que estar preparados, hacer mucho más lobby internacional,
hacer denuncias ante organismos internacionales y coordinar acciones
con el exilio cubano. No veo con muy buenos ojos que se le dé un cheque
en blanco al gobierno cubano para perpetuarse otros 20 o 30 años más.
BS: En
las conversaciones para tener una normalización con el gobierno de
Cuba, primero tienen que poner por delante el respeto a los derechos
humanos y que esté presente la sociedad civil. De hecho, el gobierno
cubano siempre va a decir que no y si nosotros no podemos sentarnos a
hablar sobre una normalización, mejor no hacerla, porque si nos
excluyen, es como que no somos parte del pueblo de Cuba.
MCM: Los
derechos humanos deben estar en la agenda bilateral, deberían estarlo
por oficio porque el gobierno cubano firmó los pactos de derechos
humanos en 2008. La sociedad civil debe estar en esas negociaciones. Los
sectores que en los Estados Unidos están debatiendo ahora mismo el tema
de la normalización, muchos de ellos posponen el tema de la democracia y
las libertades fundamentales porque están jugando con el cinismo del
realismo político, pero no creo que el gobierno de los Estados Unidos,
si da un paso hacia la normalización, vaya a abandonar la agenda de los
derechos humanos.
Yo sí creo que la sociedad civil debe ser parte
del tema de la agenda de los derechos humanos. Ni siquiera se está
hablando de representación de fuerzas políticas sino solo de derechos
fundamentales e inalienables para los ciudadanos. Yo creo que es una
base interesante y viable para que haya un debate entre el gobierno
norteamericano y el cubano, si se produce esta normalización, que
incluya a su vez el tema de los derechos humanos.
ENH. ¿Qué les gustaría ver en la próxima Cumbre de las Américas, en la que podrían coincidir Barack Obama y Raúl Castro?
AR: En
principio Raúl Castro no debe estar porque existen unos reglamentos y
no entiendo por qué deberían quebrarse para el caso de Cuba. En caso de
que, por alguna razón, Raúl Castro esté, me gustaría que estuviéramos
representados los activistas, los opositores y otros sectores de la
sociedad civil.
BS: Me gustaría que si el
presidente Obama debe intercambiar con Raúl Castro y quiere llegar a
algo, primeramente tiene que exigirle al gobierno cubano que respete los
derechos humanos. Los seres humanos nacen libres y en Cuba hace más de
50 años que el gobierno de Fidel Castro y Raúl Castro le ha robado la
libertad al pueblo de Cuba y los derechos. Ya no tenemos ningún derecho.
Cuando vamos a un bufete a contratar a un abogado, solamente por el
hecho de ser activistas, el abogado no te trata como debe y quedas
desamparado judicialmente. Por lo tanto, si en algún momento el gobierno
de Estados Unidos conversa con el de Cuba, tiene que pedir la
liberación de todos los presos políticos, respeto a los derechos humanos
y que la sociedad civil pueda sentarse en la mesa de negociaciones. De
lo contrario, no vale la pena, porque sería darle beneficios, pensando
que van a llegarles al pueblo cubano, y los recursos que puedan entrar
serán para que el gobierno cubano fortalezca su maquinaria represiva.
MCM: Querría
ver un apoyo a la sociedad civil cubana y un mensaje claro a las
autoridades de que el mundo realmente cambió y deben adaptarse a esas
realidades, y eso pasa por la promoción de los derechos humanos, el
respeto a la sociedad civil y las libertades universales.
Yo creo
que ese mensaje se puede dar en este contexto de las Américas y no sería
para nada anormal que en esa cumbre, si asisten los Estados Unidos y
Cuba, se deje claro que en este continente los derechos fundamentales
valen y que Cuba es el único país que se resiste a adaptarse a la
realidad hemisférica. De todos modos, para esa cumbre nosotros vamos a
movilizar algunas iniciativas para demostrar el papel y la relevancia de
la sociedad civil.
diplomáticas con Cuba ha tomado fuerza en días recientes en varios
círculos de Estados Unidos. Los influyentes diarios The New York Times y The Washington Post
han intercambiado editoriales sobre el tema, en los que analizan
razones a favor y en contra de levantar el embargo y ensayar nuevas
estrategias con respecto a la isla. Fidel Castro respondió a uno de los
editoriales del Times, al que calificó de “escrito con gran habilidad”.
La
lucha contra el ébola parece estar acercando también a ambos países,
con declaraciones del secretario de Estado John Kerry sobre el aporte de
Cuba para combatir la epidemia en África occidental.
Para
contribuir a la discusión, el Nuevo Herald preguntó a tres líderes de la
oposición y la sociedad civil en Cuba sus opiniones sobre un posible
cambio de política hacia la isla. Ellos son: Berta Soler, líder de las
Damas de Blanco; Antonio Rodiles, director del proyecto Estado de Sats, y
Manuel Cuesta Morúa, líder del movimiento Arco Progresista. Estas son
sus respuestas.
ENH: ¿Qué les parece una posible normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba?
AR: Sería bastante frustrante que el
gobierno norteamericano conceda a Cuba colocarla como un país normal sin
que esta adquiera un compromiso firme en el tema de los derechos
humanos y las libertades fundamentales. Evidentemente, hace falta
ejercer una fuerte presión sobre el gobierno cubano para que finalmente
acepte la condición de humanos de sus ciudadanos. Espero que todos los
países democráticos, no solo los Estados Unidos, comuniquen este mensaje
al gobierno cubano, de que necesita respetar a los ciudadanos.
Hay
argumentos muy fuertes que sugieren que una normalización no va a
significar que nosotros desde la sociedad civil vamos a tener más
posibilidades para expresarnos. Y una muestra muy clara es Venezuela.
Sobre el gobierno de Venezuela no recae ninguna sanción por parte del
gobierno de Estados Unidos, y la sociedad civil venezolana ha sido
fuertemente golpeada por el gobierno de Chávez y ahora el de Maduro, que
han estado guiados por el régimen de La Habana. Eso da muestras de cómo
el régimen de La Habana actúa ante las sociedades civiles que quieren
demandar derechos.
BS: Para los activistas de
derechos humanos es un poco difícil oír sobre una normalización entre el
gobierno de los Estados Unidos y Cuba, porque la sociedad civil está
luchando de una forma no violenta para obtener las libertades que el
gobierno cubano le ha robado al pueblo de Cuba y no para que exista un
mejoramiento para el gobierno cubano, que no sea para el pueblo de Cuba.
Siempre
hemos aplaudido al gobierno de los Estados Unidos, que ha estado a
favor de ayudar al pueblo de Cuba. Estamos preocupados porque el
gobierno de Cuba es muy hábil, y con esta campaña en la que envió a
cientos de médicos a África a combatir el virus mortal del ébola, está
tratando de politizar y ganar simpatía. Pero aquí el pueblo se está
muriendo de hambre y está reprimido por el gobierno. Puedo poner un
ejemplo: este martes estaba previsto el juicio de Sonia Garro, Dama de
Blanco, que lleva dos años y sietes meses detenida sin juicio, y
solamente por querer hacer una vigilia en tribunales a lo largo y ancho
del país, el gobierno cubano se dedicó a detener y reprimir a muchos
activistas por los derechos humanos.
El gobierno norteamericano
debe tener mucho cuidado con esta normalización pues el gobierno cubano
lo que está buscando es crédito de Estados Unidos y la Unión Europea, y
si lo llega a tener, no va a ser en beneficio del pueblo, va a ser para
mantenerse en el poder, reprimir y fortalecer su maquinaria represiva
contra las personas que alzan sus voces para defender los derechos
humanos.
MCM: No me sorprendería. Desde que Obama
asumió el gobierno de Estados Unidos, trató de enviar un mensaje de un
nuevo comienzo tanto con Cuba como con América Latina. Luego, las
realidades del mundo se han ido imponiendo y han malogrado mucho de esos
puntos. Cuba no ha complicado ahora mismo para los Estados Unidos el
tema de las relaciones internacionales pues queda solo como un ejemplo
brutal de irrespeto a los derechos humanos y como un ejemplo del fracaso
económico. Desde esa perspectiva no sería asombroso que los Estados
Unidos decidieran mañana abrir un nuevo capítulo en sus relaciones con
el gobierno cubano.
El régimen cubano coincide con el régimen
biológico de sus dirigentes y ya no hay mucho tiempo para triquiñuelas
políticas, si quieren reconvertir o darle continuidad a su régimen. En
este momento, el gobierno cubano estaría hablando en serio porque
necesita oxígeno, sobre todo económico.
Nosotros siempre hemos
adelantado, desde nuestra visión social demócrata, que el levantamiento
del embargo facilitaría mucho la normalización de la sociedad cubana en
términos democráticos. Ahora no sería el momento de decir que no. Esto
no significa que los Estados Unidos o el embargo sean responsables de la
ausencia de democracia en Cuba ni de nuestra situación económica; solo
significa que, de una buena vez, los conflictos entre estados en las
relaciones internacionales no van a solapar los conflictos entre el
gobierno y la sociedad civil. Eso facilitaría mucho lo que nosotros
estamos buscando desde hace tiempo. Hay una superdeterminación
definitiva y fatal de los Estados Unidos sobre Cuba a lo largo de su
historia y de estos últimos 55 años, y eso ha neutralizado de alguna
manera la capacidad de la sociedad cubana para legitimar su debate
democrático con el Estado.
Si fuera a ocurrir una
normalización de las relaciones entre ambos países, ¿debería estar
incluida la sociedad civil en las negociaciones?
AR: La
sociedad civil está muy atada por el gobierno, que tiene una capacidad
tremenda de violar nuestros derechos y una gran impunidad. Nosotros
estamos en una posición de mucha indefensión. Espero que no nos den la
espalda, eso ha pasado algunas veces. En el caso cubano no hemos
recibido todo el apoyo que necesitamos, pero la realidad, a veces, no es
lo que uno quiere.
Hay que estar preparados, hacer mucho más lobby internacional,
hacer denuncias ante organismos internacionales y coordinar acciones
con el exilio cubano. No veo con muy buenos ojos que se le dé un cheque
en blanco al gobierno cubano para perpetuarse otros 20 o 30 años más.
BS: En
las conversaciones para tener una normalización con el gobierno de
Cuba, primero tienen que poner por delante el respeto a los derechos
humanos y que esté presente la sociedad civil. De hecho, el gobierno
cubano siempre va a decir que no y si nosotros no podemos sentarnos a
hablar sobre una normalización, mejor no hacerla, porque si nos
excluyen, es como que no somos parte del pueblo de Cuba.
MCM: Los
derechos humanos deben estar en la agenda bilateral, deberían estarlo
por oficio porque el gobierno cubano firmó los pactos de derechos
humanos en 2008. La sociedad civil debe estar en esas negociaciones. Los
sectores que en los Estados Unidos están debatiendo ahora mismo el tema
de la normalización, muchos de ellos posponen el tema de la democracia y
las libertades fundamentales porque están jugando con el cinismo del
realismo político, pero no creo que el gobierno de los Estados Unidos,
si da un paso hacia la normalización, vaya a abandonar la agenda de los
derechos humanos.
Yo sí creo que la sociedad civil debe ser parte
del tema de la agenda de los derechos humanos. Ni siquiera se está
hablando de representación de fuerzas políticas sino solo de derechos
fundamentales e inalienables para los ciudadanos. Yo creo que es una
base interesante y viable para que haya un debate entre el gobierno
norteamericano y el cubano, si se produce esta normalización, que
incluya a su vez el tema de los derechos humanos.
ENH. ¿Qué les gustaría ver en la próxima Cumbre de las Américas, en la que podrían coincidir Barack Obama y Raúl Castro?
AR: En
principio Raúl Castro no debe estar porque existen unos reglamentos y
no entiendo por qué deberían quebrarse para el caso de Cuba. En caso de
que, por alguna razón, Raúl Castro esté, me gustaría que estuviéramos
representados los activistas, los opositores y otros sectores de la
sociedad civil.
BS: Me gustaría que si el
presidente Obama debe intercambiar con Raúl Castro y quiere llegar a
algo, primeramente tiene que exigirle al gobierno cubano que respete los
derechos humanos. Los seres humanos nacen libres y en Cuba hace más de
50 años que el gobierno de Fidel Castro y Raúl Castro le ha robado la
libertad al pueblo de Cuba y los derechos. Ya no tenemos ningún derecho.
Cuando vamos a un bufete a contratar a un abogado, solamente por el
hecho de ser activistas, el abogado no te trata como debe y quedas
desamparado judicialmente. Por lo tanto, si en algún momento el gobierno
de Estados Unidos conversa con el de Cuba, tiene que pedir la
liberación de todos los presos políticos, respeto a los derechos humanos
y que la sociedad civil pueda sentarse en la mesa de negociaciones. De
lo contrario, no vale la pena, porque sería darle beneficios, pensando
que van a llegarles al pueblo cubano, y los recursos que puedan entrar
serán para que el gobierno cubano fortalezca su maquinaria represiva.
MCM: Querría
ver un apoyo a la sociedad civil cubana y un mensaje claro a las
autoridades de que el mundo realmente cambió y deben adaptarse a esas
realidades, y eso pasa por la promoción de los derechos humanos, el
respeto a la sociedad civil y las libertades universales.
Yo creo
que ese mensaje se puede dar en este contexto de las Américas y no sería
para nada anormal que en esa cumbre, si asisten los Estados Unidos y
Cuba, se deje claro que en este continente los derechos fundamentales
valen y que Cuba es el único país que se resiste a adaptarse a la
realidad hemisférica. De todos modos, para esa cumbre nosotros vamos a
movilizar algunas iniciativas para demostrar el papel y la relevancia de
la sociedad civil.
Puede seguir a Nora Gámez Torres en Twitter por @ngameztorres
EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
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