Carta abierta a Jens Aron Modigby Zoé Valdés ¡Libertad y Vida! |
CARTA ABIERTA A JENS ARON MODIG.
Estimado señor Jens Aron Modig:
Es la segunda vez que me dirijo a usted. La primera fue tras enterarme por un comentario de alivio que hizo usted a través de twitter anunciando que había pisado suelo europeo proveniente de Cuba. Entonces le pedí cortésmente una entrevista. No recibí respuesta.
Esperé hasta hoy porque me dije que seguramente las personas ávidas de conocer lo que sucedió realmente en Cuba en la tragedia en la que perdieron la vida los cubanos Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante podríamos acaudalar mayor información después de las declaraciones que hiciera en la conferencia de prensa que usted mismo prometió a través del mismo medio: twitter. Sin embargo, la conferencia ha sido suspendida, según sus propias palabras, para no perjudicar la situación de Ángel Carromero, el español que iba manejando el auto, mientras usted dormía, y los dos cubanos se morían.
Siento decirle que no puede haber nada más perjudicial que la muerte, nada más terrible que ese fin de dos hombres que representaban mucho para los cubanos, estuviéramos o no de acuerdo con ellos. Y si algo también bastante perjudicial y horrendo le sigue a esas muertes es la situación en la que se encuentra Ángel Carromero, desgraciadamente bastante parecida a la del norteamericano Alan Gross. Es la razón por la que hemos esperado por sus decisiones. Sin embargo, nada que usted no haga lo salvará de lo que ya decidieron los esbirros castristas, como nada de lo que deje de hacer le devolverá la vida a los dos cubanos, ni eliminará el dolor de sus familiares. Sin embargo, lo que usted haga, lo que usted decida y diga, resultará esencial para aliviar ese dolor y para que la vida de Ángel Carromero y la vida de Ofelia Acevedo y Rosa María Payá y el resto de los opositores cubanos, también en peligro de muerte, sean protegidas, y para los gobiernos del mundo sepan de una vez que no se puede entrar en el juego que entraron ustedes al aceptar, después de los hechos, el testimoniar sin abogados y sin recursos legales y fuera de las manipulaciones a los que nos tiene acostumbrados la dictadura castrista.
Sabemos que legalmente usted no puede dar su testimonio completo ahora, es probable que nunca lo dé. Pero legalmente también se les debe a las familias de Payá y de Cepero, y a los cubanos, una investigación internacional, la que hemos pedido mediante firmas, y que usted debe apoyar y firmar. Es su deber de luchador por los DDHH, como miembro de la organización que usted representa en Suecia.
Todavía no hemos escuchado de usted unas palabras de duelo por esas muertes, de condolencias a sus familiares y a los cubanos, ni siquiera una valoración positiva y coherente de Payá y de Cepero. Usted dijo que había entregado 4000 euros a Payá, y su familia lo niega. Es una familia rota, sin recursos, sin apoyos. ¿Cómo pudo usted afirmar semejante mentira? O si no es una mentira, ¿por qué no aclara lo aclara públicamente?
Me apena mucho decirle que la situación de Carromero, a mi juicio y en el de muchos que piensan igual que yo, no variará nada o variará mínimamente. Es doloroso para su familia, y lo siento.
Al parecer su gobierno negoció con el gobierno de los Castro, tal como ha aparecido en la prensa, al menos tenemos el derecho de conocer qué fue lo que se negoció entre ambos gobiernos, con toda la transparencia a la que estamos acostumbrados en democracia. ¿Cómo pudo un gobierno democrático negociar con una dictadura su libertad y ni siquiera hablarnos, dirigirse al mundo, para que sepamos en qué punto está esa negociación?
Señor Modig, he visto las declaraciones de una joven cubana, Rosa María Payá, he leído en su rostro, está diciendo la verdad, ha perdido a su padre. Ella dice que ustedes hablaron antes de despedirse por última vez de su padre, ella, usted y Ángel, como tres jóvenes normales. ¿Por qué no le envía un mensaje solidario? ¿No es a lo que se dedica su organización, a ser solidarios con los que no tienen nada? ¿Cómo es posible que ahora, en lugar de ser solidarios con los cubanos demócratas, lo que según usted mismo era el motivo de su viaje: la solidaridad con ellos, haga usted un viraje de ciento ochenta grados para convertirse en cómplice de la dictadura castrista?
Espero que su organización y tantas otras en Suecia apoyen una nominación al Nobel de la Paz al Movimiento Cristiano de Liberación y a sus líderes, Ofelia Acevedo y Rosa María Payá. No negará que lo merecen más que nadie en este mundo.
Le ruego, señor Modig, que si todavía no se ha despertado, lo que al parecer es el caso, lo haga. De inmediato, ¡despierte de una vez!
Atentamente,
Zoé Valdés.
Me gustaría que alguien pudiera traducir esta carta al sueco y hacérsela llegar al señor Jens Aron Modig. Gracias de antemano.
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