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Carromero, un defensor de la libertad en el País Vasco y Cuba
Afiliado desde muy pronto al PP, no dudaba en irse al norte en época de elecciones para, megáfono en mano, defender las candidaturas de Iturgaiz o Mayor Oreja en pueblos como Hernani o Rentería
Día 02/08/2012
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Nada más embestir el Hyundai azul contra un árbol junto a la carretera de Bayamo (Cuba), Ángel Carromero se llevó la mano a la cabeza. Comprobó que el corte que tenía no era profundo y echó mano del móvil. Llamó a uno de sus mejores amigos en el PP de Madrid. «Acabamos de tener un accidente. La cosa se puede poner mal, y me tenéis que echar una mano», le dijo. El vicesecretario de Nuevas Generaciones de los populares madrileños ya veía lo que se le venía encima. Conducía un vehículo en el que viajaban los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero. En ese momento, sólo sabía que estaban inconscientes en el asiento trasero. Poco después morían. Empezaba su odisea.
Carromero se afilió desde muy pronto al Partido Popular. No tenía 18 años y ya se acercaba a la sede para ayudar en lo que hiciera falta. Ahora, con 27, es, además, presidente de Nuevas Generaciones del PP del distrito de Salamanca (Madrid) y asesor de la concejal de Moratalaz, Begoña Larraínzar.
V. LERENA
El gimnasio propiedad de Carromero
Pocos, muy pocos, dentro del partido sabían que Ángel se iba a Cuba. Era la primera vez que visitaba la isla. Al parecer fue Pablo Casado, presidente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid, quien le organizó la estancia, así como los encuentros con la oposición castrista. «Carromero es un defensor acérrimo de las causas que él considera justas y hace tiempo que quería ir a la isla», apuntan fuentes del PP. Poco más se atreven a decir de él. En la sede de Génova reina el silencio desde el pasado día 22, cuando se conoció el accidente. «La dirección nos ha pedido silencio absoluto sobre este caso; no quieren ni una metedura de pata que pueda perjudicar su situación». A pesar de todo, recuerdan el tremendo papel que jugó en varias elecciones vascas, cuando el terrorismo de ETA vivía su apogeo. «El PP de Salamanca —recuerdan— siempre ha estado muy vinculado con el País Vasco, por eso, cuando llegaban las elecciones, Ángel no dudaba en irse al norte y, megáfono en mano, defender las candidaturas de Iturgaiz o Mayor Oreja en pueblos muy, muy complicados como Hernani, Zumárraga, Rentería... Es un valiente y, sobre todo, un tío muy currante».
Aunque hasta ahora era un desconocido para el público general, Carromero es un animal político. Consciente de que a la vuelta del verano se iban a celebrar las elecciones para la presidencia de las Nuevas Generaciones del PP de Madrid, y que Casado iba a dejar el cargo, comenzó a moverse para ocupar su lugar. «Es un tío muy válido, y además casi siempre está de buen humor. Si se presenta, seguro que logrará numerosos apoyos... y sobre todo ahora, después de lo que está pasando», apuntan.
Licenciado en Derecho y con dos hermanas mayores, invirtió parte de sus ahorros en un gimnasio —«Vanitas»— que se encuentra en la calle Jorge Juan, en pleno centro de Madrid. Es un apasionado del deporte. Pero por encima de todo, en privado, sus amigos sólo están interesados en destacar una circunstancia: «Es la prudencia personificada a los mandos de un coche».
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