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El presidente Maduro tiene la grave obligación de ocuparse de la seguridad de los ciudadanos. No sólo de sus conmilitones. La Fuerza Armada y los organismos de Seguridad del Estado deben estar al servicio del orden en la dirección de detectar el origen, sentido y fin de la violencia. Pero no para artificios jurídicos o falsos recursos para preconstituir pruebas sobre el "metalenguaje" del presunto discurso de dirigentes de oposición que llaman a la violencia. La violencia viene del discurso político cotidiano del finado Comandante hasta nuestros días. La violencia es un instrumento político para intimidar y amedrentar al ciudadano de a pie que no tiene más arma que su palabra y su voto. La violencia ha sido la fuente principal que nutre el discurso del régimen desde 1999 para retrotraernos a las montoneras decimonónicas de la Venezuela prerrentista. Sueño del finado Comandante hecho realidad en el siglo XXI tras la cuadrangulación de los colectivos y otros grupos afectos al régimen presuntamente promotores de la violencia entre los venezolanos.
"Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo" (Gn 4,10). "No es sólo la sangre de Abel, el primer inocente asesinado, que clama a Dios, fuente y defensor de la vida" (cf. Evangelio de la Vida No. 25).
Hoy la sangre de toda persona asesinada en nuestro país y de cualquier parte de Latinoamérica se eleva como un clamor al Señor. La sangre de cualquier inocente, víctima de la violencia, como la muerte del adolescente, en San Cristóbal, clama al Señor. No cabe como Caín huir, pues no somos los "guardianes de nuestro hermano" (Gn 4,9). No podemos huir al anonimato, somos responsables de nuestra gente, de nuestro pueblo venezolano.
Urge a todas las autoridades y al mundo político no quedar indiferentes e impasibles ante la crueldad de quienes usan las armas de reglamento para segar la vida de cualquier persona.
Nos unimos al mensaje del Papa Francisco quien recuerda que sólo desde el diálogo y el reconocimiento mutuo conseguiremos la paz y terminaremos con la violencia. El Papa nos animó a "retomar un camino común para el bien del país reabriendo espacios de encuentro y de diálogo sincero y constructivo". Tenemos la palabra.
@rafaelmartinezn
@proyecto_pais
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