EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
La carta abierta que Antonio Ledezma envía a Nicolas Maduro (no dejes de leerla)
Señor Nicolas Maduro, le envío esta misiva publica como respuesta a los agravios que constantemente recibo de ud.
1.- No hay dos oposiciones sino una alternativa democrática
congregada en la Mesa de la Unidad, una institución en la que una parte
muy importante del país ha confiado la conducción política de los
últimos años. No es cierto que haya una porción de esa alternativa que
pueda descalificarse como “neo-liberal” y mucho menos cierto que otra
parte pueda ser descalificada como fascista. Por esa misma razón es que no se puede aceptar un diálogo
que pretenda hablar con nosotros como representantes de una parte y no
como lo que somos, la expresión de la unidad del universo social que
adversa una forma de ver la política en la que una mayoría contingente
descalifica al resto del país.
congregada en la Mesa de la Unidad, una institución en la que una parte
muy importante del país ha confiado la conducción política de los
últimos años. No es cierto que haya una porción de esa alternativa que
pueda descalificarse como “neo-liberal” y mucho menos cierto que otra
parte pueda ser descalificada como fascista. Por esa misma razón es que no se puede aceptar un diálogo
que pretenda hablar con nosotros como representantes de una parte y no
como lo que somos, la expresión de la unidad del universo social que
adversa una forma de ver la política en la que una mayoría contingente
descalifica al resto del país.
2.- La alternativa democrática tiene la obligación moral de ser la voz del pueblo
Y el pueblo quiere seguridad ciudadana, respeto por la ley, cese de la
impunidad, una economía que trabaje para la prosperidad, libertades
garantizadas sin condiciones ni restricciones, y detener cuanto antes el
enfrentamiento y sus perversos fines. Esa es la agenda de la protesta.
Los venezolanos queremos salidas a un régimen que se ha concentrado en
cerrárselas y que prefiere reprimir antes que buscar alternativas al
deterioro social, político y económico que vivimos todos por igual. La
gente ha salido a la calle porque el gobierno está negado a cualquier
oportunidad de buscar soluciones, ha envilecido el parlamento y el resto
de las instituciones del estado han sido confiscadas por el sectarismo
más atroz. Por eso un pueblo cívico no negocia la calle desde donde
lucha porque las instituciones del estado no lo defienden de los
atropellos de los que somos victimas.
Y el pueblo quiere seguridad ciudadana, respeto por la ley, cese de la
impunidad, una economía que trabaje para la prosperidad, libertades
garantizadas sin condiciones ni restricciones, y detener cuanto antes el
enfrentamiento y sus perversos fines. Esa es la agenda de la protesta.
Los venezolanos queremos salidas a un régimen que se ha concentrado en
cerrárselas y que prefiere reprimir antes que buscar alternativas al
deterioro social, político y económico que vivimos todos por igual. La
gente ha salido a la calle porque el gobierno está negado a cualquier
oportunidad de buscar soluciones, ha envilecido el parlamento y el resto
de las instituciones del estado han sido confiscadas por el sectarismo
más atroz. Por eso un pueblo cívico no negocia la calle desde donde
lucha porque las instituciones del estado no lo defienden de los
atropellos de los que somos victimas.
3.- El pueblo está diciendo que no acepta un sistema político que no
ofrezca condiciones mínimas para construir consensos. Tampoco acepta una
democracia de fachada, con elecciones viciadas y poderes públicos que
dejaron de trabajar para el ciudadano y que ahora es notorio que solo
trabajan para imponernos una “revolución” sobre la cual tenemos dudas
más que razonables sobre su viabilidad. En los últimos días el régimen
ha demostrado que la factibilidad de la mentada “revolución socialista”,
solo es posible con el incremento de la represión y la exclusión
social. Y ha olvidado que la violencia solo reproduce la violencia. Que las manifestaciones públicas son parte de nuestros derechos ciudadanos y que la represión brutal de las mismas han incrementado la indignación del país. El mundo mira con asombro como el gobierno prefiere la represión
y el uso del terror de estado antes que un llamado al diálogo sereno,
confiable y productivo. El mundo mira con asombro como el régimen
pretende aniquilar a quienes disienten de él cuando lo realmente
democrático es parlamentar y dialogar.
ofrezca condiciones mínimas para construir consensos. Tampoco acepta una
democracia de fachada, con elecciones viciadas y poderes públicos que
dejaron de trabajar para el ciudadano y que ahora es notorio que solo
trabajan para imponernos una “revolución” sobre la cual tenemos dudas
más que razonables sobre su viabilidad. En los últimos días el régimen
ha demostrado que la factibilidad de la mentada “revolución socialista”,
solo es posible con el incremento de la represión y la exclusión
social. Y ha olvidado que la violencia solo reproduce la violencia. Que las manifestaciones públicas son parte de nuestros derechos ciudadanos y que la represión brutal de las mismas han incrementado la indignación del país. El mundo mira con asombro como el gobierno prefiere la represión
y el uso del terror de estado antes que un llamado al diálogo sereno,
confiable y productivo. El mundo mira con asombro como el régimen
pretende aniquilar a quienes disienten de él cuando lo realmente
democrático es parlamentar y dialogar.
4.- Se ha llamado a un diálogo. Pero el dialogo no es un espectáculo. No puede formar parte de un teatro televisado del gobierno.
No puede formar parte de las relaciones desiguales y sectarias a las
que nos tienen sometidos. No puede tener como intención la capitulación
de la sociedad democrática. El dialogo debe tener la intención de
construir un nuevo modelo de relaciones, inclusiva, productiva, serena y
que restaure la pretensión de que todos somos iguales ante la ley. Y
que la ley no puede ser el mazo que aplaste sino la palanca que mueva.
El dialogo tiene una agenda de urgencias que se tienen que resolver
satisfactoriamente, pero que debe tener como punto de partida el
compromiso del gobierno de entender que el país no acepta imposiciones,
ni estamos para que el saldo sea que unos ganaron y que otros perdieron.
El gobierno debe tener la disposición espiritual para abrirse a todas
las posibilidades, y entender que no es posible gobernar solo para una
parte del país y obligar al resto a acatar las decisiones que toman y
que anuncian como irreversibles.
No puede formar parte de las relaciones desiguales y sectarias a las
que nos tienen sometidos. No puede tener como intención la capitulación
de la sociedad democrática. El dialogo debe tener la intención de
construir un nuevo modelo de relaciones, inclusiva, productiva, serena y
que restaure la pretensión de que todos somos iguales ante la ley. Y
que la ley no puede ser el mazo que aplaste sino la palanca que mueva.
El dialogo tiene una agenda de urgencias que se tienen que resolver
satisfactoriamente, pero que debe tener como punto de partida el
compromiso del gobierno de entender que el país no acepta imposiciones,
ni estamos para que el saldo sea que unos ganaron y que otros perdieron.
El gobierno debe tener la disposición espiritual para abrirse a todas
las posibilidades, y entender que no es posible gobernar solo para una
parte del país y obligar al resto a acatar las decisiones que toman y
que anuncian como irreversibles.
5.- El dialogo tiene una agenda de puntos urgentes que se deben atender:
- Que no haya ni un solo preso político. Que retornen los exiliados ya!
- Que se libere inmediatamente a Leopoldo Lopez y a Ivan Simonovisc
- Que cese de inmediato la persecución judicial contra nuestros
estudiantes y se les exculpe de cualquier proceso judicial en curso. - Que ocurra de inmediato el inicio del desarme supervisado de todos los colectivos paramilitares armados por el gobierno.
- Que se garantice el fuero y la autonomía de los gobernadores y
alcaldes electos. Y que se eliminen los gobiernos paralelos, al margen
de la ley que son solo una expresión más de la persecución política y la
no aceptación de los resultados electorales. - Que haya una investigación supervisada por veedores independientes
de los crímenes ocurridos en el transcurso de las manifestaciones de
calle.. - Rendición de cuentas de los dineros públicos distraido irregularmente, especialmente los dolares entregados a través de CADIVI.
- Garantizar el abastecimiento de alimentos, material
medico-quirurgico y medicinas, cuya escasez obliga a las familias
venezolanas a padecer de múltiples penurias.
6.- El diálogo es un proceso de aprendizaje. Supone un reconocimiento
sereno de la diversidad y exige que nadie se sienta dueño de la verdad.
El diálogo que exige Venezuela no puede ser un montaje con resultados
pre-elaborados. Los venezolanos están cansados de una forma de hacer
política en la que los que ganan, ganan siempre, y los que pierden,
pierden siempre, aunque hayan ganado. Estamos dispuestos al diálogo
constructivo pero antes el gobierno debe dar señales de que acata estas
condiciones y está dispuesto a la construcción conjunta de una versión
de la realidad en la que impere la justicia y rija la inclusión. Si no
es así, el diálogo no lo es, y nos envilece a todos. Escribo estas lineas en medio de los
insultos e infamias que ud, Nicolas Maduro, suele utilizar para
referirse a mi persona. Hay ocasiones en que el insulto enaltece, según
sea quien lo profiere, y el elogio desmerece y avergüenza.
sereno de la diversidad y exige que nadie se sienta dueño de la verdad.
El diálogo que exige Venezuela no puede ser un montaje con resultados
pre-elaborados. Los venezolanos están cansados de una forma de hacer
política en la que los que ganan, ganan siempre, y los que pierden,
pierden siempre, aunque hayan ganado. Estamos dispuestos al diálogo
constructivo pero antes el gobierno debe dar señales de que acata estas
condiciones y está dispuesto a la construcción conjunta de una versión
de la realidad en la que impere la justicia y rija la inclusión. Si no
es así, el diálogo no lo es, y nos envilece a todos. Escribo estas lineas en medio de los
insultos e infamias que ud, Nicolas Maduro, suele utilizar para
referirse a mi persona. Hay ocasiones en que el insulto enaltece, según
sea quien lo profiere, y el elogio desmerece y avergüenza.
Antonio Ledezma
Alcalde metropolitano de Caracas.
Alcalde metropolitano de Caracas.
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