BALCON AL CARIBE Headline Animator

La Hora en Cuba

Da Click en los Anuncios para Ayudar al Mtto de este Blog. Gracias

Marti por siempre!!

Marti por siempre!!
Marti por siempre!
Mostrando entradas con la etiqueta Raúl Castro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Raúl Castro. Mostrar todas las entradas

lunes, 30 de mayo de 2011

China exporta su modelo comunista. eldiariomontanes.es


"China exporta su modelo comunista

El esplendor del Gran Dragón anima a regímenes herméticos como Cuba, Vietnam y Laos a intentar copiar el milagro económico

Fidel Castro reconoce, sin los aspavientos habituales de sus discursos, que es necesario introducir cambios importantes en Cuba. Vietnam celebra elecciones para la Asamblea Nacional y el 14% de los candidatos que se presentan no son miembros del Partido Comunista. En la vecina Laos, la apertura económica se estudia como receta para acabar con la pobreza endémica que asola al pequeño estado del sudeste asiático, donde la hoz y el martillo todavía no han dado paso a herramientas más avanzadas. Y en un tour por varias ciudades chinas, el líder norcoreano Kim Jong-il toma notas del modelo que todos estos países comunistas, de una forma u otra, siguen para encontrar el éxito en el mundo globalizado.

El comunismo con características chinas, ese aforismo que a Pekín tanto le gusta sacar a relucir, ha sustituido a los viejos valores de la Unión Soviética y abre ahora el camino que luego recorren los rezagados. El auge económico que, en solo tres décadas, ha llevado al país de la hambruna a la segunda posición del ranking mundial no solo legitima a sus dirigentes frente al pueblo que gobiernan, sino que convierte al modelo que ha provocado este milagro en la hoja de ruta de otros. La base es una sencilla combinación de elementos que parecen en principio incompatibles: economía de mercado y política autoritaria. Pero los matices complican el asunto.

Sin duda, no son comparables el desenfadado carácter cubano y la seria agitación que corre por las venas de la población china. Ni el despótico régimen norcoreano es equivalente a los puños de hierro que gobiernan desde Pekín o Hanoi. Tampoco existe país comunista cuya extensión y complejidad social se acerquen a las de China, ni mercado que ofrezca tantas posibilidades. Por eso, expertos como Michael Porter, especialista en Competitividad y profesor de la Harvard Business School, alertan del peligro que conlleva importar un modelo ajeno sin variaciones. «Es necesario diferenciarse con originalidad para tener éxito», asegura. «Actualmente, Vietnam está copiando el modelo económico chino que ha basado su atractivo en la mano de obra barata para conseguir inversión extranjera», explicó. «Pero esto solo resulta competitivo si ofrece una importante reducción en el coste, lo cual supone un lastre para el bienestar de la población. Es necesario distanciarse e invertir en tecnología y educación, y evitar la dependencia del capital extranjero».

Explosión del sector privado


Curiosamente, en todos los países comunistas que se encuentran inmersos en profundas reformas, la explosión del sector privado y el desguace de lo público aparecen como la clave del éxito. Cuba, por ejemplo, ya ha comenzado las reformas y prevé despojarse de más de millón y medio de funcionarios en un lustro. A su vez, todo apunta a que la apertura del mercado cubano es solo cuestión de tiempo. Estados Unidos se frota las manos, pero China se chupa los dedos.

William Rattliff, de la Hoover Institution, vaticinaba así el futuro en un artículo de 'Latin Business Chronicle': «En la era post-Fidel, que ya está cerca, los líderes cubanos seguirán la estela china, que mantiene su imagen revolucionaria -con el retrato de Mao- mientras desmantelan su ideario y el sistema económico». Óscar Espinosa Chepe, un prominente economista cubano, ya considera que Raúl Castro es el Deng Xiaoping de la isla.

En China, de momento, se esperan las primeras. Porque, sin duda va a ser beneficiosa para la fábrica del mundo la revolución que vive el comunismo en su búsqueda de un modelo que combine las características capitalistas que parecen imprescindibles para sobrevivir en la globalización y la perpetuación en el poder de la clase política actual. «Es cierto que vemos muchas oportunidades en los países con los que China mantiene una excelente relación y a los que Occidente da la espalda», reconoce a este periódico el director de la división de automóviles del SG Automotive Group, Zhan Wei Liu. Cuba, con su vetusto parque móvil, es un mercado virgen y muy goloso para los fabricantes de vehículos chinos, que ya están en fase de expansión por el mundo. Y es solo la punta del iceberg.

Corea del Norte y Laos todavía se encuentran en el furgón de cola de las reformas. Pero todo apunta a que no será por mucho tiempo. Esta misma semana, la sombra de Kim Jong-il ha vuelto a dejarse ver en China. Y ya van tres veces en un año. No se sabe si lo acompaña su hijo, Kim Jong-un, que se perfila como sucesor de la dinastía comunista de los Kim. Será él quien tenga que reencarnar la figura de Deng Xiaoping y afrontar el reto de permitir que entre la luz en el último agujero negro del planeta. Mientras tanto, en Laos son los agricultores los que aprenden las técnicas de cultivo chinas. Conseguir aumentar la productividad de la tierra en el hijo pequeño de Indochina es, de momento, una revolución más imperiosa que la industrial.

Sin duda, el país de Mao ha relevado a la URSS en el mundo bipolar del siglo XXI. El mundo cambia y China se erige como la piedra angular de un nuevo orden.

- Enviado mediante la barra Google"

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Enhanced by Zemanta

jueves, 26 de mayo de 2011

Cuba: Futuro Incierto después del Congreso

Communist Party of CubaImage via WikipediaEl Congreso del PCC y la economía cubana

Las reformas y los acuerdos alcanzados pueden lograr modestas mejoras, pero, a menos que se profundicen los cambios, no conseguirán resolver los problemas económicos y sociales fundamentales

CARMELO MESA-LAGO 26/05/2011 Raúl Castro - 2008(edit)Image via Wikipedia

.

El pasado abril, bajo la presidencia de Raúl Castro, se efectuó el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), tras 14 años sin celebrar dicho evento. La crisis económica que comenzó en 2008 y se agravó por la crisis global, ha sido una causa de las reformas modestas hacia el mercado introducidas en años recientes y de su ratificación por el Congreso. La pregunta clave es si los acuerdos de este serán capaces de resolver los problemas económicos y sociales del país.

Cuba afronta una crisis severa aunque aún no llega al extremo de la de 1993-1994, tras el colapso de la URSS. En 2010 la economía subió un 2%, un tercio del promedio regional y una cifra dudosa: el 65% fue generado por servicios, los cuales están sobrevaluados y crecieron un 7%, mientras que solo el 19% fue la producción que cayó un 7%, y el 16% fueron electricidad, gas y agua, que declinaron un 1%. La formación bruta de capital disminuyó por segundo año consecutivo al 10%, menos de la mitad del promedio regional y del nivel cubano en 1989, antes de la primera crisis. La liquidez monetaria aumentó al 42%, el doble que en 1989. Aunque mejoró algo la balanza de pagos, los términos de intercambio se deterioraron por tercer año consecutivo (por el incremento de precios del petróleo y los alimentos), la deuda externa ascendió a 14.300 millones de euros (el triple de 1989) y creció la dependencia cubana de Venezuela. La construcción de viviendas bajó a la mitad de la tasa por 1.000 habitantes en 1989. El desempleo abierto se mantuvo en un 1,6%, pero en realidad era un 11,6% debido al excedente de mano de obra estatal.

Con el modelo de socialismo de mercado chino las probabilidades de éxito serían mayores

Para afrontar el deterioro económico, Raúl anunció en 2007 "reformas estructurales" del sistema, seguidas del debate más amplio y profundo bajo la revolución. Después de una espera aprobó varias reformas orientadas hacia el mercado, la gran mayoría modestas y solo dos profundas. Una es la entrega en usufructo de la mitad de las tierras estatales ociosas, que tiene serios obstáculos: el Estado se reserva la propiedad y concede contratos a personas por solo 10 años, con obligación al usufructuario de venderle parte de la cosecha a precios fijados inferiores al precio de mercado; los contratos pueden ser rescindidos o no renovados, el usufructuario no puede construir una casa en el terreno y debe pagar tres tipos de impuestos. Debido a estas trabas y desincentivos, después de casi dos años de entrega de tierras, la producción agrícola cayó un 3% en 2010.

Otra reforma importante es el despido de entre 500.000 y 1,8 millones de trabajadores estatales innecesarios (del 10% al 39% de la fuerza laboral) que se ocuparían en nuevos trabajos por cuenta propia y otros privados, pero también con barreras muy fuertes. Algunas de las 178 ocupaciones aprobadas tienen cierta importancia (electricista, productor y vendedor de bienes, transportista de carga y pasajeros), pero la gran mayoría son artesanales (aguador, limpiabotas, pelador de frutas, payaso, carretillero). Siguen excluidos de realizar trabajo por cuenta propia los profesionales, muchos de los cuales serán despedidos y tendrán que desempeñar ocupaciones privadas no calificadas. Hay numerosos y pesados tributos: entre 10% y 40% sobre el ingreso, 25% por utilización de la fuerza de trabajo y seguridad social, 10% por ventas y 10% por uso de servicios públicos. Según la ministra de Finanzas y Precios, la carga tributaria promedio es de 30-35%, pero también se ha estimado una carga que puede exceder el 100% del ingreso neto. La ministra declaró a fines de 2010 que el impuesto por utilización de fuerza de trabajo crecerá proporcionalmente según se contraten más trabajadores a fin de que el negocio rinda menos utilidades e impedir así la concentración de la riqueza. Con los impuestos, el Gobierno esperaba incrementar en un 300% el ingreso fiscal este año, pero mató a la gallina antes de que pusiera los huevos de oro. En febrero de 2011, Raúl reconoció que el plan de despidos no funcionaba y que solo se habían creado la mitad de los trabajos privados planeados, aplazando el proceso.

El proyecto de Lineamientos (un 92% económicos y solo un 8% sociales) fue publicado en noviembre de 2010 y, tras amplio debate nacional, sometido en abril al VI Congreso del PCC; este modificó o agregó el 68% de las 291 cláusulas originales, pero la mayoría fueron fusiones y correcciones estilísticas, con pocos cambios sustanciales. Los acuerdos y reformas son positivos pero restringidos, con trabas y desincentivos que restringen su efectividad para resolver la situación.

El modelo económico socialista no se cambia sustancialmente, sino que se "actualiza". Persiste la planificación central como herramienta esencial, si bien transformándose y teniendo en cuenta el mercado y la gestión "no estatal" (privada), pero sometidos al plan, estricta regulación y controles financiero-administrativos. La empresa estatal sigue siendo la principal y se ratifican formas de gestión privada antiguas o introducidas por las reformas sin agregar nuevas. Se prescribe una mayor descentralización en la gestión de las empresas estatales que habrán de ser autofinanciadas, sin subsidios fiscales; aquellas que incumplan sus obligaciones y arrojen pérdidas serán liquidadas o transferidas a la gestión privada.

Como las reformas, los acuerdos están lastrados por serias limitaciones. Realmente no definen un "modelo", ya que no determinan el grado de participación del plan y del mercado, a más que hay contradicciones y vacíos importantes. La descentralización, el autofinanciamiento y el cierre de empresas improductivas fueron intentados varias veces antes sin éxito. En la esfera privada "no se permitirá la concentración de la propiedad", tampoco la propiedad cooperativa puede ser vendida o arrendada. Por otra parte, se autoriza la compraventa de viviendas, prohibida desde 1960, aunque sin especificar las normas. Se mantiene la determinación centralizada de precios en las áreas que "interese regular", "descentralizando las restantes", sin especificar unas y otras. Los lineamientos concedían "flexibilidad" a las empresas para fijar precios, pero los acuerdos suprimieron esta cláusula; se estipula "revisar integralmente el sistema de precios" sin pautas de cómo hacerlo. A pesar de la severa necesidad de transferencia de capital y tecnología foráneas en toda la economía, la inversión extranjera continúa circunscrita a "aquellas actividades de interés para el país", lo que ha llevado a la caída en las empresas con capital extranjero. Abundan las metas idealistas: eliminación de la dualidad monetaria (peso convertible y nacional); recuperación de la capacidad exportadora en azúcar, tabaco y pesca, así como la de níquel; reducción de la dependencia en las importaciones y erradicación de los subsidios a las exportaciones. Pero ni siquiera se esbozan estrategias para alcanzar esos objetivos teniendo en cuenta la crisis actual.

La "actualización del modelo" no se ha implementado pero la experiencia histórica y las limitaciones citadas crean serias dudas sobre si se logrará. Si se hubiese seguido -adaptándolo a las características cubanas- el modelo de socialismo de mercado chino o vietnamita (con un rol mayor del mercado y del sector privado), que ha dado excelentes resultados por decenios, las probabilidades de éxito serían mucho mayores.

Las explicadas fallas de las reformas no fueron corregidas por los acuerdos y hay que preguntarse por qué no se hizo esto durante meses de debates en que participaron nueve millones de cubanos, así como en la Asamblea Nacional, el Comité Central del PCC y su Buró Político, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y entre los delegados en el Congreso. Raúl había anunciado una Conferencia Nacional del PCC en la segunda mitad de 2011 y la pospuso para fines de enero de 2012, pero estará encaminada a determinar el papel del partido y sus relaciones con el Gobierno, no a corregir las fallas.

La efectividad de las reformas y acuerdos está lastrada por objetivos excluyentes o contradictorios. Por una parte se reconoce la necesidad de aumentar la producción, eliminar el empleo estatal excedente y el papel creciente que debe jugar el mercado y el sector privado. Por otra parte, se pone énfasis en el plan central, el control, la regulación, la empresa estatal y la fuerte tributación al sector privado que impide su desarrollo. Esto sugiere un conflicto en la dirección, unos en favor de los cambios y otros renuentes o temerosos de los mismos, por lo que el resultado es un compromiso ineficaz.

En conclusión, las reformas y los acuerdos pueden lograr modestas mejoras, pero, a menos que se resuelvan las contradicciones existentes en la dirección y se profundicen los cambios, no conseguirán resolver los problemas económicos y sociales fundamentales. En ese caso, podría ocurrir una lucha en la dirección para expandir las reformas. Por el contrario, si prevalece la inercia ocurriría una erosión económica-social mayor y el consiguiente descontento de la población.

Carmelo Mesa-Lago es catedrático de Economía y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos).



Este mensaje ha sido enviado gracias al servicio BlackBerry de Movilnet

Enhanced by Zemanta

domingo, 17 de abril de 2011

Castro II hace un discurso repleto de contradicciones

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

Raúl Castro durante la inauguración del partido comunista cubano. A su lado el célebre represor Ramiro Valdés. / Foto EPA
Habló Raúl Castro en el congreso comunista en Cuba. Casi todo retorica y justificaciones, en ese estilo particular con que los pseudorevolucionarios isleños suelen decir las cosas, con esa mezcla de fingida humanidad y de soberbia tremenda que los caracteriza.
No obstante, algunos puntos interesantes que pueden dar una cierta idea de cómo irán las cosas en el futuro para Cuba:
Castro II habló de un consenso social en aras de establecer cambios. Criticó duramente a la libreta de abastecimiento, símbolo del colectivismo isleño, y la calificó de “carga insoportable para la economía” al mismo tiempo que le atribuía un “nocivo carácter igualitarista”. Nunca antes en la isla la nomenclatura de la dictadura se había atrevido a criticar la máxima que, al menos propagandísticamente, ha animado a todo el proceso político del castrismo. Pero no se trata de una nueva vocación  democrática de Castro II y el resto de sus secuaces. Esto es pragmatismo, señores. Simplemente.
En la misma cuerda Castro describió a la economía cubana como “modelo excesivamente centralizado” y habló de una futura “descentralización”, pero sin renunciar a la planificación económica como estrategia principal. Imposible descentralizar una economía atenazándola con proyectos y regulaciones, así que nadie espere una Cuba democrática ni siquiera  en lo económico, pues esos no son los planes de la dictadura que rige. Planificación para no perder el poder es lo que cabe en este caso. Eso, a pesar de una afirmación que, venida de otro, podría ser señalada como burguesa y contrarrevolucionaria: “[la centralización] conspira contra el desarrollo de la iniciativa en la sociedad”. Que luego de medio siglo Castro II suelte algo así sin inmutarse, sin sonrojarse siquiera, solo puede causar repugnancia y hasta una furtiva sonrisilla.
Raúl Castro, el general presidente, se explayaría luego sobre el proceso “planificativo” que regirá a la economía de la dictadura, anunciando un férreo control estatal de las actividades productivas a través de grupos jurídicos y organismos especializados. Nada, que la barca no despega de la orilla.  ¿Pero acaso alguien esperaba cosa diferente?
Algo interesante, que llamó mucho mi atención porque de cierta forma significa un reconocimiento implícito por parte de la dictadura de que el castrismo no es tolerado de igual manera por todos los cubanos de la isla, fue aquella afirmación de Castro II en la que dice que no se implementarán terapias de choque “en contra de los más  necesitados, que son los que apoyan a la revolución con más firmeza”. Es decir, es la masa, la chusma de siempre quien boga y aboga por la llamada “revolución”. ¿Y el resto? También esto es una aceptación de que el igualitarismo en Cuba no es más que un mito, una mentira ruin. Eso está claro.
Todo el tramo final de la comparecencia de Castro II estuvo enmarcado en el típico y tradicional estilo discursivo revolucionario cubano, esa mezcla de koljoz sindicalista ruso y de nacionalismo a lo Chivás, a pesar de un llamado a evitar “triunfalismos” y “estridencias”. Entre citas constantes a su hermano Fidel, relegado a la categoría de mesías de la revolución, Raúl empleó una retorica agresiva en contra del gran chivo expiatorio del castrismo, los Estados Unidos, y dio un espaldarazo (que no deja de ser un reconocimiento explícito de complicidad) al cardenal de La Habana Jaime Ortega y a la iglesia católica y al ex canciller español Moratinos por mediar en el proceso de destierro de prisioneros políticos cubanos durante el proceso de “neo Mariel” que acaba de culminar hace unos días.
En resumen, nada demasiado nuevo bajo el sol de la llamada revolución cubana. Más inmovilismo, discretas aperturas de carácter pragmático y no ideológico y sobre todo, un fuerte pronunciamiento de la cúpula gobernante de que se aferrará al poder a como dé lugar, aunque para ello el compañero Vladimir Ulianov tenga que revolcarse en su tumba. Pero es que así ha sido siempre, desde aquel mes de enero de 1959.

Enhanced by Zemanta

El presidente de Cuba propuso un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años.

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

Delegados en el sexto congreso del partido comunista de Cuba.En Congreso de PCC, Raúl Castro plantea limitación de mandatos en Cuba


Aunque el tema de los Mandatos es puramente Constitucional y No Partidista

El presidente de Cuba propuso un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años.

Raúl Castro inauguró este sábado el VI Congreso del Partido Comunista con un discurso muy crítico con la organización.

Casi dos horas y media empleó el general Castro para presentar el informe central del cónclave comunista, en una intervención donde advirtió a los 997 delegados del PCC que lo que se apruebe en este Congreso "no puede sufrir la misma suerte que los acuerdos de los anteriores, casi todos olvidados sin haberse cumplido".

"Se me cae la cara de vergüenza de tener que confesarlo públicamente en este Congreso", llegó a decir el segundo secretario del PCC, quien reclamó una "severa autocrítica" al partido porque "lo único" que puede hacer fracasar a la revolución y al socialismo es "la incapacidad para superar los errores" que se han cometido durante más de cincuenta años.

Exhortó a los dirigentes comunistas a "desterrar el inmovilismo fundamentado en dogmas y consignas vacías", dejar de lado el "formalismo y la fanfarria en las ideas y las acciones" y "despojar para siempre al partido de todas las funciones no propias de su carácter", diferenciando su papel del de Gobierno.
Criticó especialmente la política de cuadros, advirtió de que los dirigentes no surgen del "amiguismo favorecedor" y tachó de "errónea" la exigencia "tácita" de tener que militar en el PCC o su filial juvenil para desempeñar un cargo de dirección. Pero la mayor sorpresa de su discurso llegó cuando planteó la limitación de los mandatos de cargos políticos y estatales "fundamentales" a un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años cada uno.

"Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien distintas a las de las primeras décadas de la Revolución, aún no consolidada y por demás sometida a constantes amenazas y agresiones", explicó. También mencionó la necesidad de preparar el relevo generacional ante un Congreso comunista llamado a ser el último de los dirigentes históricos de la revolución.

"Hoy afrontamos las consecuencias de no contar con una reserva de sustitutos debidamente preparados con suficiente experiencia y madurez para asumir las nuevas y complejas tareas de dirección en el Partido, el Estado y el Gobierno", destacó Raúl Castro.

Esa cuestión, añadió, se debe "solucionar paulatinamente, a lo largo del quinquenio, sin precipitaciones ni improvisaciones, pero empezar tan pronto como concluya el Congreso".

Exhortó a garantizar "el rejuvenecimiento sistemático en toda la cadena de cargos administrativos y partidistas, desde la base hasta los compañeros que ocupan las principales responsabilidades, sin excluir al actual presidente de los consejos del estado y de ministros y al primer secretario del comité central que resulte electo en este congreso". Castro hizo estas consideraciones ante un Congreso que deberá ratificar el plan de reformas económicas que su Gobierno impulsa en la isla para actualizar el modelo socialista y superar la aguda depresión que arrastra el país.

Leyes para autorizar compra y venta de automóviles y casas

Dentro de su plan de ajustes, el presidente cubano anunció que su Gobierno prepara leyes para autorizar la compra y venta de automóviles y casas entre particulares, autorizar los créditos bancarios a los trabajadores por cuenta propia y ampliar la entrega de tierras ociosas en usufructo a los productores agropecuarios que tengan "resultados destacados". Insistió en que la "actualización económica" requerirá modificaciones en la legislación cubana e incluso ajustes en la Constitución que se propondrán "en su debido momento".

Raúl Castro se empleó durante su discurso en explicar las razones para la eliminación, de forma gradual de la libreta de abastecimiento, uno de los asuntos que más polémica ha suscitado en los debates populares sobre las reformas que se han celebrado previos al Congreso comunista.

Insistió en que la cartilla se ha convertido con los años en "una carga insoportable" para la economía, al tiempo que no estimula el trabajo y genera "ilegalidades diversas", aunque "la revolución no dejará a ningún cubano desamparado" y el sistema de atención social se reorganizará para asegurar el sostenimiento de aquellos que realmente lo requieran.

Con el discurso de Raúl Castro quedó abierto un VI Congreso del PCC, que promete ser crucial y que, además de aprobar el plan de reformas económicas, elegirá a sus órganos de dirección, con la previsión de que se "formalice" la renuncia del ex presidente Fidel Castro como primer secretario del partido.
Los casi mil delegados que asisten al Congreso estarán congregados en el Palacio de Convenciones de La Habana hasta el martes 19 de abril, día de la clausura del evento.
La Habana (EFE)
Enhanced by Zemanta

Buscar en este blog