La cumbre de Cophenague acaba en fracaso
El quórum para aprobar la propuesta no ha llegado pero sí un acuerdo que no es vinculante ni pone cifras de compromisos en la reducción del CO2 | Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia se oponen al documento acordado por Obama, que califican de "ilegítimo" | Fuentes estadounidenses admiten que el acuerdo es "significativo", pero no "suficiente"
El pleno 'toma nota' del pacto, que ni es vinculante ni pone cifras de compromisos en la reducción del CO2. Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia se han opuesto al texto y para España, la alternativa a la propuesta de EE.UU. era el "fracaso"
Copenhague. (Agencias).- La Cumbre del Clima de Copenhague ha acabado en fracaso. Esta mañana, en la reunión, se ha "tomado nota" del acuerdo climático de mínimos suscrito por una veintena de jefes de Estado y de Gobierno que ni es vinculante ni pone cifras de compromisos en la reducción del CO2, pero pone encima de la mesa 30.000 millones de euros para la financiación a corto plazo.
La presidencia de la conferencia anunció que había "tomado nota del Acuerdo de Copenhague del 18 de diciembre de 2009", que incluirá en su encabezamiento una lista de los países contrarios al texto. Esto supone un gran fiasco en la lucha contra el Cambio Climático, ya que este acuerdo no es vinculante y ni siquiera pone cifras de compromisos de reducciones de emisiones de CO2.
La presidencia de la conferencia anunció que había "tomado nota del Acuerdo de Copenhague del 18 de diciembre de 2009", que incluirá en su encabezamiento una lista de los países contrarios al texto. Esto supone un gran fiasco en la lucha contra el Cambio Climático, ya que este acuerdo no es vinculante y ni siquiera pone cifras de compromisos de reducciones de emisiones de CO2.
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La ONU recurrió a esta fórmula para hacer operativo el acuerdo, que fue duramente criticado como ilegítimo por países como Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Sudán. Para que pudiera convertirse en un acuerdo de Naciones Unidas, éste debía ser ratificado por el plenario de 193 Estados.
El acuerdo, pactado ayer, pone encima de la mesa la financiación a corto (30.000 millones de euros) y largo plazo (100.000 millones anuales a partir de 2020) y retrasa el establecimiento de las cifras de compromisos de reducción de emisiones de CO2 de los países ricos y las acciones voluntarias de mitigación de los países en desarrollo hasta 2010.
El texto también hace referencia a las sugerencias científicas que recomiendan acciones para evitar un aumento de la temperatura media del planeta no superior a 2 grados centígrados.
En todo caso, el texto no recoge la necesidad de reducir hasta un 50 por ciento la emisiones globales de CO2 en 2050.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, manifestó su satisfacción a resolución de la Cumbre aunque resaltó que habrá que hacer más para enfrentar la amenaza del cambio climático.
Rasmussen, se ha visto desbordado por las peticiones de algunos países y en varias ocasiones, visiblemente abochornado, tuvo que consultar con sus asistentes para preguntar qué procedimiento se debía seguir.
Para la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Elena Espinosa, la alternativa a un acuerdo climático de mínimos era el "absoluto fracaso", en relación al documento pactado por los jefes de Estado y Gobierno en la Cumbre del Clima de Copenhague.
Acuerdo contrarreloj
Anoche, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, alcanzó un acuerdo para combatir el cambio climático con el primer ministro de China, Wen Jiabao, el de India, Manmohan Singh, y con el presidente sudafricano, Jacob Zuma, que supondrá un "avance sin precedentes y significativo" en la lucha contra el calentamiento global, según las palabras del presidente de EE.UU., que ya ha abandonado Copenhague rumbo a Washington.
El acuerdo obtenido no es en sí suficiente para luchar contra el cambio climático pero sí representa "un primer paso importante", según el gobierno estadounidense.
El pacto aporta un mecanismo para supervisar y verificar los recortes de emisiones en los países en desarrollo pero fija unos objetivos menos ambiciosos de lo que esperaban inicialmente EE.UU. y los países europeos.
Sí mantiene el objetivo de limitar el aumento de la temperatura terrestre a dos grados, como buscaban europeos y estadounidenses. También incluye un acuerdo sobre la financiación que aportarán los países más ricos a las economías en vías de desarrollo para su adaptación al uso de tecnologías limpias.
En su discurso de ayer por la mañana ante los líderes reunidos en Copenhague, Obama había instado a los participantes a lograr un acuerdo, al recordar que "se nos agota el tiempo" y "debe haber movimiento por parte de todos". Lo que no evitó, sin embargo, que un clima de pesimismo se abatiera durante la tarde.
El acuerdo, pactado ayer, pone encima de la mesa la financiación a corto (30.000 millones de euros) y largo plazo (100.000 millones anuales a partir de 2020) y retrasa el establecimiento de las cifras de compromisos de reducción de emisiones de CO2 de los países ricos y las acciones voluntarias de mitigación de los países en desarrollo hasta 2010.
El texto también hace referencia a las sugerencias científicas que recomiendan acciones para evitar un aumento de la temperatura media del planeta no superior a 2 grados centígrados.
En todo caso, el texto no recoge la necesidad de reducir hasta un 50 por ciento la emisiones globales de CO2 en 2050.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, manifestó su satisfacción a resolución de la Cumbre aunque resaltó que habrá que hacer más para enfrentar la amenaza del cambio climático.
Rasmussen, se ha visto desbordado por las peticiones de algunos países y en varias ocasiones, visiblemente abochornado, tuvo que consultar con sus asistentes para preguntar qué procedimiento se debía seguir.
Para la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Elena Espinosa, la alternativa a un acuerdo climático de mínimos era el "absoluto fracaso", en relación al documento pactado por los jefes de Estado y Gobierno en la Cumbre del Clima de Copenhague.
Acuerdo contrarreloj
Anoche, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, alcanzó un acuerdo para combatir el cambio climático con el primer ministro de China, Wen Jiabao, el de India, Manmohan Singh, y con el presidente sudafricano, Jacob Zuma, que supondrá un "avance sin precedentes y significativo" en la lucha contra el calentamiento global, según las palabras del presidente de EE.UU., que ya ha abandonado Copenhague rumbo a Washington.
El acuerdo obtenido no es en sí suficiente para luchar contra el cambio climático pero sí representa "un primer paso importante", según el gobierno estadounidense.
El pacto aporta un mecanismo para supervisar y verificar los recortes de emisiones en los países en desarrollo pero fija unos objetivos menos ambiciosos de lo que esperaban inicialmente EE.UU. y los países europeos.
Sí mantiene el objetivo de limitar el aumento de la temperatura terrestre a dos grados, como buscaban europeos y estadounidenses. También incluye un acuerdo sobre la financiación que aportarán los países más ricos a las economías en vías de desarrollo para su adaptación al uso de tecnologías limpias.
En su discurso de ayer por la mañana ante los líderes reunidos en Copenhague, Obama había instado a los participantes a lograr un acuerdo, al recordar que "se nos agota el tiempo" y "debe haber movimiento por parte de todos". Lo que no evitó, sin embargo, que un clima de pesimismo se abatiera durante la tarde.