Del «Times» al «Post» hay gran diferencia.
Del Blog de Nancy Pérez-Crespo
El New York Times (NYT) arremete de nuevo. No fue suficiente la
descarga que nos dispararon el domingo 12, pidiendo a Obama que elimine
las sanciones de Washington contra el régimen castrista. Ahora, el
pasado domingo 19 se extreman con un segundo editorial.
En el
nuevo teque piden congratular a Castro porque el tipo «tiene razón» al
enviar médicos a zonas afectadas por el virus del ébola. También
aprovechan y vuelven a suplicar a Obama por la «normalización de
relaciones», usando el fútil argumento de que sería beneficioso en
momentos como este.
Es evidente que hay intereses oscuros detrás
de estos dos editoriales, porque no mencionan que el viejillo de Punto
Cero enfurecido al leer el editorial del 12, los inculpó de que era una
«acusación calumniosa y gratuita» el párrafo donde el diario reclama que
La Habana no ha explicado la sospechosa muerte del líder del Movimiento
Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá.
Que el NYT, el
periódico conocido como el gran «macho cabrío» de la prensa americana,
se baje los pantalones y opine que Castro «tiene toda la razón», porque
el viejillo en su artículo-rabieta promete que ellos están «dejando de
lado las tensiones entre ambos gobiernos, para combatir una amenaza
global como el ébola», no es serio. Tiene que ser guasa, candonga, una
broma de mal gusto.
Y concluyo aquí con el «asere qué ébola»,
porque es de escarnio que a estas alturas y después que La Habana lleva
55 años de espionajes y trampas, de amenazas e insultos, de mentiras,
intrigas y chantajes contra este país, no es verosímil que un periódico
como el NYT caiga en la trampa. ¡Que no, que no es posible!
Concluyendo, tienen que existir muy oscuros intereses detrás de esta
posición del NYT, para que ese diario, en la quinta generación de la
familia Ochs-Sulzberger (los dueños del Time, fundado hace 163 años), y
114 premios Pulitzer después, se arrastre de tal modo ante la crápula
más corrupta e perversa de este Hemisferio. Es totalmente inaudito.
Personalmente he visto muchas veces, en las Asambleas de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) a miembros de la familia Sulzberger,
condenar a la tiranía castrista por la falta absoluta de libertad de
prensa.
¿Y ahora, qué fue lo que pasó? ¿Será la influencia de los
más de 250 millones de dólares que el mejicano Carlos Slim inyectó al
diario? o también puede ser el ascendiente del nuevo «darling» del
Times, el periodista colombiano Ernesto Londoño, muy «amiguito» de los
«amiguitos» de Mariela Castro y miembro de la junta editorial. Él fue,
según se filtró, la cabeza principal del primer editorial y es posible
esté detrás de este último.
Pero en definitiva, sea lo que sea, en esta trama hay oscuridad total y como dicen por ahí: Amanecerá y veremos.
En contraste, el influyente diario The Washington Post TWP (de la
familia Meyer-Graham) publicó el pasado lunes 20 un editorial que tituló
«Cuba no debe ser premiada por negarle libertad a su pueblo» en
referencia a un posible relajamiento en las presentes circunstancias del
embargo económico y comercial contra la dictadura cubana.
El
Post se refiere el articulo de Fidel Castro sobre el primer editorial
del NYT, y también se pregunta y con mucha razón, por qué entonces Cuba
no ha hecho nada para aclarar las circunstancias de las sospechosas
muertes del líder del MCL, Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Además,
señala que el embargo se ha relajado considerablemente en los últimos
años, que hasta se permiten las exportaciones de alimentos y medicinas
valoradas en cientos de millones de dólares, sin contar con que también
se eliminaron las restricciones en el envío de remesas y bienes que
envían a sus familiares los cubanos residentes en Estados Unidos.
La pregunta que se hace el periódico es clave: ¿Merece La Habana un
mayor relajamiento de las sanciones?, y pasa a recordar que el acoso del
régimen contra los disidentes es perenne y menciona el caso del
estadounidense Alan Gross (en una cárcel cubana desde el 2009 bajo
cargos falsos.
En el editorial el Post argumenta que: «Mientras
que Cuba ha mostrado una pequeña libertad económica y ha relajado, para
los cubanos, algunas de las limitaciones de viaje, no vemos señal alguna
de que los hermanos Castro estén abriendo el puño. Un levantamiento
total del embargo ahora equivaldría a premiar y avalar su
intransigencia».
Y concluye el Post su editorial señalando que:
«La concesión de poner fin al embargo no debe ofrecerse a cambio de
nada. Debe hacerse cuando el gobierno de Cuba haga realidad la meta que
tanto acariciaba Payá: garantizar a su pueblo verdadera libertad».
Del Blog de Nancy Pérez-Crespo
El New York Times (NYT) arremete de nuevo. No fue suficiente la
descarga que nos dispararon el domingo 12, pidiendo a Obama que elimine
las sanciones de Washington contra el régimen castrista. Ahora, el
pasado domingo 19 se extreman con un segundo editorial.
En el
nuevo teque piden congratular a Castro porque el tipo «tiene razón» al
enviar médicos a zonas afectadas por el virus del ébola. También
aprovechan y vuelven a suplicar a Obama por la «normalización de
relaciones», usando el fútil argumento de que sería beneficioso en
momentos como este.
Es evidente que hay intereses oscuros detrás
de estos dos editoriales, porque no mencionan que el viejillo de Punto
Cero enfurecido al leer el editorial del 12, los inculpó de que era una
«acusación calumniosa y gratuita» el párrafo donde el diario reclama que
La Habana no ha explicado la sospechosa muerte del líder del Movimiento
Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá.
Que el NYT, el
periódico conocido como el gran «macho cabrío» de la prensa americana,
se baje los pantalones y opine que Castro «tiene toda la razón», porque
el viejillo en su artículo-rabieta promete que ellos están «dejando de
lado las tensiones entre ambos gobiernos, para combatir una amenaza
global como el ébola», no es serio. Tiene que ser guasa, candonga, una
broma de mal gusto.
Y concluyo aquí con el «asere qué ébola»,
porque es de escarnio que a estas alturas y después que La Habana lleva
55 años de espionajes y trampas, de amenazas e insultos, de mentiras,
intrigas y chantajes contra este país, no es verosímil que un periódico
como el NYT caiga en la trampa. ¡Que no, que no es posible!
Concluyendo, tienen que existir muy oscuros intereses detrás de esta
posición del NYT, para que ese diario, en la quinta generación de la
familia Ochs-Sulzberger (los dueños del Time, fundado hace 163 años), y
114 premios Pulitzer después, se arrastre de tal modo ante la crápula
más corrupta e perversa de este Hemisferio. Es totalmente inaudito.
Personalmente he visto muchas veces, en las Asambleas de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) a miembros de la familia Sulzberger,
condenar a la tiranía castrista por la falta absoluta de libertad de
prensa.
¿Y ahora, qué fue lo que pasó? ¿Será la influencia de los
más de 250 millones de dólares que el mejicano Carlos Slim inyectó al
diario? o también puede ser el ascendiente del nuevo «darling» del
Times, el periodista colombiano Ernesto Londoño, muy «amiguito» de los
«amiguitos» de Mariela Castro y miembro de la junta editorial. Él fue,
según se filtró, la cabeza principal del primer editorial y es posible
esté detrás de este último.
Pero en definitiva, sea lo que sea, en esta trama hay oscuridad total y como dicen por ahí: Amanecerá y veremos.
En contraste, el influyente diario The Washington Post TWP (de la
familia Meyer-Graham) publicó el pasado lunes 20 un editorial que tituló
«Cuba no debe ser premiada por negarle libertad a su pueblo» en
referencia a un posible relajamiento en las presentes circunstancias del
embargo económico y comercial contra la dictadura cubana.
El
Post se refiere el articulo de Fidel Castro sobre el primer editorial
del NYT, y también se pregunta y con mucha razón, por qué entonces Cuba
no ha hecho nada para aclarar las circunstancias de las sospechosas
muertes del líder del MCL, Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Además,
señala que el embargo se ha relajado considerablemente en los últimos
años, que hasta se permiten las exportaciones de alimentos y medicinas
valoradas en cientos de millones de dólares, sin contar con que también
se eliminaron las restricciones en el envío de remesas y bienes que
envían a sus familiares los cubanos residentes en Estados Unidos.
La pregunta que se hace el periódico es clave: ¿Merece La Habana un
mayor relajamiento de las sanciones?, y pasa a recordar que el acoso del
régimen contra los disidentes es perenne y menciona el caso del
estadounidense Alan Gross (en una cárcel cubana desde el 2009 bajo
cargos falsos.
En el editorial el Post argumenta que: «Mientras
que Cuba ha mostrado una pequeña libertad económica y ha relajado, para
los cubanos, algunas de las limitaciones de viaje, no vemos señal alguna
de que los hermanos Castro estén abriendo el puño. Un levantamiento
total del embargo ahora equivaldría a premiar y avalar su
intransigencia».
Y concluye el Post su editorial señalando que:
«La concesión de poner fin al embargo no debe ofrecerse a cambio de
nada. Debe hacerse cuando el gobierno de Cuba haga realidad la meta que
tanto acariciaba Payá: garantizar a su pueblo verdadera libertad».
EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO