EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
EN NUESTRA OPINION: Los venezolanos están hartos
Las protestas que han sacudido a Venezuela desde principios de febrero y que todavía siguen, han dejado en claro que el chavismo está muy lejos de disfrutar de su popularidad inicial y que el gobierno de Nicolás Maduro tiene que buscar con urgencia una conciliación nacional.
Los venezolanos –hasta muchos de los propios chavistas– están hartos. Hartos de las promesas incumplidas del gobierno. Hartos de que durante el mandato del difunto Hugo Chávez y luego de su sucesor, Maduro, la criminalidad haya ido en aumento y hoy Caracas sea una de las ciudades más peligrosas del mundo. Hartos de que haya que hacer fila –como en Cuba bajo el castrismo– para adquirir alimentos y artículos de primera necesidad. Hartos de que productos de consumo habitual hayan desaparecido de los anaqueles. Hartos de que el gobierno amordace la libertad de expresión de los medios que no son afines al chavismo.
Hartos de que un pequeño grupo de privilegiados medre mientras el resto sufre la incertidumbre económica. Hartos de que la pobreza –que antes de Chávez alcanzaba al 70 por ciento de la población– no haya mermado gran cosa, pese a la retórica populista que sale del Palacio de Miraflores– y que en los cerritos de Caracas sigan malviviendo los desafortunados, en un visible testimonio de la desigualdad.
Hartos de que un pequeño grupo de privilegiados medre mientras el resto sufre la incertidumbre económica. Hartos de que la pobreza –que antes de Chávez alcanzaba al 70 por ciento de la población– no haya mermado gran cosa, pese a la retórica populista que sale del Palacio de Miraflores– y que en los cerritos de Caracas sigan malviviendo los desafortunados, en un visible testimonio de la desigualdad.
Las protestas han puesto
los ojos del mundo sobre Venezuela. La imagen internacional del régimen chavista ha sufrido un duro golpe tras la represión contra las manifestaciones estudiantiles, en la que ha habido más de 15 muertos. Es urgente que Estados Unidos y la Unión Europea tomen algún tipo de medidas para presionar al gobierno de Maduro y evitar que siga
reprimiendo con violencia a los descontentos.
Entretanto, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó que “muchas cosas que se están haciendo [en Venezuela] son las mismas que se hicieron en Chile [contra el gobierno de Salvador Allende]”. Insinuar que las protestas han sido planeadas en Estados Unidos no tiene sentido: la realidad es que los venezolanos salieron a la calle porque están cansados de la escasez, la injusticia, la represión y la impericia del gobierno.
La cúpula del poder en
Venezuela tiene que reconocer que gran parte del pueblo ha hablado a través de la protesta en la calle. Un paso acertado para buscar la armonía nacional –si de verdad desea buscar la paz– sería poner en
libertad al dirigente opositor Leopoldo López y a los demás presos políticos, y al mismo tiempo hacer una investigación independiente sobre las muertes en las manifestaciones y enjuiciar a los responsables. Ya han sido arrestados varios funcionarios de la policía y del servicio de inteligencia, y a algunos se les han presentado cargos. Llevar esa pesquisa hasta sus últimas consecuencias es imperativo.
libertad al dirigente opositor Leopoldo López y a los demás presos políticos, y al mismo tiempo hacer una investigación independiente sobre las muertes en las manifestaciones y enjuiciar a los responsables. Ya han sido arrestados varios funcionarios de la policía y del servicio de inteligencia, y a algunos se les han presentado cargos. Llevar esa pesquisa hasta sus últimas consecuencias es imperativo.
Pero además, Maduro debe admitir que el proyecto nacional tiene que incluir a
la oposición y las decisiones de gobierno deben tener en cuenta a todos los sectores de la nación, no solamente a los chavistas. Eso es democracia. Mantener el rumbo actual solo causará que el dique del descontento se siga desbordando en las calles venezolanas, hasta que la marea popular sea incontenible, hasta que nadie la pueda detener.
la oposición y las decisiones de gobierno deben tener en cuenta a todos los sectores de la nación, no solamente a los chavistas. Eso es democracia. Mantener el rumbo actual solo causará que el dique del descontento se siga desbordando en las calles venezolanas, hasta que la marea popular sea incontenible, hasta que nadie la pueda detener.