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domingo, 28 de febrero de 2010

El Presidio Político en Cuba después de 1959. O la Revolución del Castigo (3)

Sus últimos siete años (3)

30 enero 2007.- Al prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo le dictaron una sanción conjunta y única a cumplir, de 14 años de privación de libertad, según el Artículo 56, inciso b, del Código Penal vigente en Cuba, luego de haber sido condenado por un total de 42 años y 6 meses de privación de libertad por “desorden en establecimiento penitenciario, desacato y otros cargos”.

Reina Tamayo, su madre, expresó que junto a su hijo fueron sancionados cinco presos comunes, por protestar cuando las autoridades penitenciarias golpeaban brutalmente a Zapata. Se trata de los reos comunes Ramón Acosta Moreno, Miguel Rodríguez Jordán, Michel Juanegui Pérez, a 5 años; Enrique González Silva, a 9 y Jesús García Hernández, a 10 años.

Durante la visita familiar que tuvo lugar el 15 de enero, Reina pudo saber que su hijo, de 39 años de edad, sufre infección en los riñones y continúa negándose a recibir los “beneficios” brindados por el régimen carcelario.

8 mayo 2007.- El prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo prosigue la huelga de hambre que inició el 21 de abril. Zapata se encuentra en la prisión de Taco Taco, Pinar del Río, sin ingerir alimentos, en protesta porque le impiden hacer llamadas telefónicas y para exigir que lo trasladen a una penitenciaría donde sí tenga acceso al teléfono, informó vía telefónica su madre, Reina Tamayo.

Ella dijo que la postura de su hijo se mantendrá hasta tanto las autoridades solucionen sus exigencias. Zapata tiene 40 años y su madre aseguró que cuando visitó a su hijo por última vez, el 5 de mayo, supo que se mantenía sin ingerir alimentos desde el 21 de abri. Dijo que su hijo ha bajado unas 15 libras de peso y se encuentra en condiciones precarias de salud.

13 junio 2007.- Orlando Zapata Tamayo fue golpeado por un gendarme de la penitenciaria provincial de Holguín. Según el prisionero político Alfredo Domínguez Batista, a Orlando le pegaron el 31 de mayo, mientras era conducido a una celda de castigo.

Zapata llegó a esta prisión de Holguín después de protagonizar una huelga de hambre en la cárcel de Taco Taco, Pinar del Río. El maltrato se produjo cuando Zapata reclamó a las autoridades de la prisión holguinera un bombillo, ya que su celda era la única sin iluminación. También protestó por la mala calidad de los alimentos que allí le sirven a la población penal. Domínguez Batista precisó que los golpes propinados por el militar a Zapata fueron una forma de tortura, por todo el cuerpo.

19 junio 2007.- El 13 de junio, Orlando Zapata Tamayo, por indicaciones de las autoridades penitenciarias, fue víctima de una brutal golpiza por parte de un reo común en la prisión provincial de Holguín.

Por vía telefónica, el prisionero polític Alfredo Domínguez Batista, recluido en el mismo penal, reportó que la agresión física contra Orlando fue atroz. Dijo que un condenado de alta peligrosidad, apodado El Chino, de manera sorpresiva golpeó en el rostro y en la espalda a Zapata, sin que mediara ofensa o discusión alguna.

“Este acto de horror fue llevado a cabo frente a toda la población penal, y fue ordenado por el oficial reeducador del centro, Pablo Batista, quien se encontraba presente. Es bochornoso que en pleno siglo 21, en un país como Cuba, que pertenece al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, lleven a cabo actos tan brutales como éste”, denunció Domínguez Batista. Después de los golpes recibidos, las autoridades de la cárcel encerraron a Zapata Tamayo en una celda de castigo, donde estará 21 días.

4 agosto 2007.- La Dama de Blanco, Reina Luisa Tamayo Danger, sufrió un accidente automovilístico en horas de la mañana del 31 de julio. La señora Tamayo, de 57 años, era transportada junto a tres personas en un autómovil marca Lada, cuando al auto se le soltó la llanta derecha delantera y el conductor perdió el control. El carro fue a parar a la cuneta.

La única lesionada fue Reina Luisa, quien sufrió golpes en el pecho y la región abdominal. Fue trasladada de inmediato al hospital provincial Vladimir Ilich Lenin, donde fue intervenida quirúrgicamente debido a que varias costillas fracturadas le dañaron un pulmón. Según la también Dama de Blanco, Laura Pollán, Reina se accidentó cuando regresaba a su casa, después de visitar a su hijo, Orlando Zapata Tamayo.

8 septiembre 2007.- El prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo se encuentra en huelga de hambre en la prisión provincial de Holguín, en protesta por el confinamiento a que es sometido y la violación de sus derechos penitenciarios. En conversación telefónica, su madre, Reina Tamayo, dijo que su hijo exige su derecho a hablar por teléfono, entre otras demandas.

21 septiembre 2007.- El prisionero de conciencia Orlanda Zapata Tamayo fue víctima de tratos crueles en la prisión provincial de Holguín, denunció su madre, Reina Luisa Tamayo. El día 18, cuando llegó al penal a visitar a su hijo, le dijo al guardia de la posta, a la entrada, que su estado de salud era delicado, pues había sufrido un accidente, y el guardia le contestó: “Si usted tiene esa situación, qué viene a hacer aquí?”.

Posteriormente, autoridades del penal le dijeron que su hijo se negaba a verla y que procediera a retirarse. Cuando por fin logró ver a su hijo, supo que había sido golpeado en la cabeza y que lo habían llevado a patadas hasta la celda de castigo. Zapata permaneció 17 días en huelga de hambre, su estado de salud es muy delicado y su peso corporal no rebasa las 100 libras (unos 45 kilos). Su madre responsabiliza a la Seguridad del Estado y a las autoridades del penal por la integridad física y psicológica de su hijo.

26 septiembre 2007.- El 20 de septiembre, opositores pacíficos en Banes, Holguín, realizaron una marcha en señal de protesta por la brutal golpiza propinada recientemente a Orlando Zapata Tamayo, en la prisión provincial de Holguín. Según la defensora de derechos humanos, Marta Díaz Rendón, la caminata, de unos dos kilómetros, llegó hasta la casa de Reina Luisa Tamayo, madre de Zapata. Durante el recorrido, los participantes pidieron respeto a los presos políticos y de conciencia y vestían camisetas con la palabra CAMBIO.

Reina Luisa se paró frente al grupo y les dijo: “Agradezco a todos mis hermanos que hacen suyo tan noble empeño de defender a quienes hoy cumplen prisión”.

También con fecha 27 de septiembre de 2007, fue publicada esta crónica-denuncia:

Puños, botas y rejas

Ésa es la cosecha. La materia prima para deshumanizar, exprimir, martirizar. En esas latitudes marcadas por el puñetazo vil, la patada rompehueso y una hilera de barrotes deformes, vive Orlando Zapata Tamayo.

No eligió esas zonas donde se le trata como un depredador, una alimaña a la que hay que domesticar a cualquier costo. Simplemente cumple una retahía de años a causa de su rebeldía. No acata el silencio en la profundidad de su celda. Clama, entre golpiza y golpiza, porque en Cuba se acabe la dictadura. Exige sus derechos. Los mismos que le arrebataron a la mayoría de los cubanos hace medio siglo.

Por tal actitud sufre los peores castigos. Se le golpea con alevosía. Lo han convertido en un objeto de entrenamiento para un tipo de pugilismo donde se cumple la máxima de “todos para uno”. Es así como le tratan de inocular el socialismo, en el que no cree, un pelotón de esbirros siempre solícitos y briosos para la función.

Los golpes se estrellan hoy en una pobre anatomía. Dice la madre que su peso corporal apenas llega a las 100 libras. Él se niega a ingerir los alimentos que proporcionan en ese infierno conocido como Prisión Provincial de Holguín. Sólo acude a las ligeras provisiones que le entrega Reina Luisa Tamayo Danger cada vez que puede visitarlo. Una madre que exclama con ira y dolor: “Me lo van a matar”.

Zapata Tamayo se levanta entre el hambre y la probable orden para aporrearlo. Ésa es la tónica que marca los días de este prisionero de conciencia. Un calvario que asume con la voluntad de un guerrero que saborea la victoria entre el ardor sádico de sus victimarios.

Lo sé porque no claudica a pesar de que el abuso es constante y abrumador. Resiste en el tiempo, vuelve a exponer sus vértebras al suplicio. Los verdugos persisten en cortar su voz. Anestesian su conciencia golpeándole el cráneo sin piedad. Cae, se derrumba, pero se niega a morir. Una y otra vez hace públicas sus disidencias. Acusa, sin miedo, a sus posibles asesinos. Grita contra la tiranía y piensa que la muerte digna, es mejor que una vida de rodillas.

Las angustias de Reina Luisa son tangibles. Es una madre que teme perder a su hijo entre la rabia de unos profesionales de la brutalidad.

A pesar de todo, tiene fuerzas para denunciar. Enferma y al margen de sus escasos recursos, se le nota combativa y dispuesta a no cesar en sus exigencias de justicia.

Tras enterarse de la nueva golpiza, va al combate con las únicas armas de su arsenal: la denuncia firme y un temperamento a prueba de adversidades.

Perderá la vida en la cárcel Orlando Zapata Tamayo?

Jorge Olivera Castillo

Periodista independiente y

exprisionero político del Grupo de los 75

(Continúa)

Fuentes: Cubanet y Payo Libre

Recopilación: Tania Quintero

Diseño gráfico: Carlos Moreira

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