Lucha contra Bandidos: Testimonios
Publicado el Diciembre 6, 2009 por laultimaguerra
La LCB en Angola fue casi idéntica a la LCB de Cuba, con una diferencia importante: había muy poca inteligencia directa sobre la UNITA, mientras los alzados del Escambray tenían por lo menos un informante del G-2 en cada banda. Los cuadros eran casi los mismos: Tomasevich, el Caballo de Mayaguara; la mayoría de los instructores eran del LCB de las Villas como yo.
Por la falta de [servicio de ] inteligencia teníamos que llevar a la tropa cubriendo terreno por sectores y no por objetivos específicos, pero el objetivo principal era neutralizar a la UNITA que operaba en Cuando Cubango, y ese objetivo se logró. La LCB duró aproximadamente 14 meses, entre 1976 y 1977, en que las operaciones pasaron a las tropas regulares cubanas y angolanas. Que yo sepa, las LCB perdieron tres hombres (uno de ellos por la mordida de una serpiente tres-pasos) y tuvimos 11 heridos cubanos; del otro lado se destruyeron muchos campamentos de la UNITA, se ocupó mucho armamento y aniquilamos columnas Unita completas teniendo de nuestro lado solo armamento ligero y la cooperación de helicopteros y aviación para batir grandes concentraciones de tropa o para trasladarnos de áreas distantes.
Según se nos explicó, concluyó porque ya las unidades Fapla habían aprendido lo suficiente, cosa que fue así con algunas unidades y cuadros y con otras no, por eso siempre los cubanos tuvieron que seguir operando contra la Unita llámense LCB o no. Y la Unita era muy fuerte en hombres y armamento, sufrían golpes fuertes pero se recomponían rapido. (Testimonio del lector Rafael Montaner)
II
El concepto mismo de pretender aplicar en Angola las prácticas de la LCB en Cuba es un error. Teatros de operaciones distintos, condiciones materiales diferentes y algo que poco valoran los militares en todas partes: pueblos distintos, culturas diferentes.
Fracasó por fuerza, como fracasó siempre la exportación de una experiencia insurgente irrepetible. La “mata” angolana no era el Escambray o la Sierra de los Órganos. Los “quimbos” no se podían trasladar a otra provincia. Los combatientes de la LCB en Angola éramos extranjeros que teníamos que servirnos de guías angolanos. Y los guerrilleros de Savimbi, mal armados y sin zapatos, eran parte de la “mata”, vivían en ella como pez en el agua.
En la práctica lo que conocí de la LCB fue a esforzados soldados agrupados en unidades que jugaban al juego del ratón y el gato. No me creo que esas fuerzas hayan tenido sólo dos o tres bajas, lamentablemente. En la LCB también practicamos todo, si puede llamarse así a una guerra irregular, donde el enemigo nunca daba la cara y la estrategia consistía en cercar los “quimbos”, saquearlos, incendiarlos, correr a la población y así tratar de imponerse por el terror y la destrucción de sus casas, cosechas, etc.
Eso comenzó en abril-junio de 1976 en la zona de Chetequera, donde tuvieron lugar las primeras “limpiezas” de este tipo, continuó con la Operación Kueña en Cuando-Cubango y siempre teníamos a Savimbi cercado, herido… que milagrosamente escapa en las alas de cualquier ser mitológico. En cuanto a las relaciones entre cubanos y angolanos: con los angolanos de UNITA y FNLA fueron a muerte, a los del MPLA nunca los entendimos. Digo, eso parece, si analizamos la historia…(Testimonio del lector Nobody)
III
Las forma de defensa de las bases de Unita era por anillos o sea subbases que estaban a tres o cuatro kilómetros de la base central, localizada en el centro del anillo, [este sistema] permitía una evacuación rápida. La base central tenía campos de estrenamiento, hospitales de campaña, almacenes y en una vi lo que parecía ser una escuela más el estado mayor y un campo de balompié.
La LCB del Escambray era por cercos, usando miles de soldados; en Angola eso era imposible por la escasez de tropas y por la magnitud del área: eran miles de kilómetros a abarcar.
Esto traía problemas logísticos pues en muchos casos la comida y hasta la gasolina había que llevarlas por helicópteros pues nuestras bases estaban a cientos de kms de donde estábamos selva adentro. Las tropas estaba dirigidas por el General Raúl Menéndez Tomassevich, que prometió la captura de Savimbi.
Las tropas operaban en columnas utilizadando los transportes blindados y camiones de logística, y a pie en las proximidades de la base a atacar.
Casi nunca o nunca se le deba candela a los kimbos.
Nuestras relaciones con las Faplas no eran muy buenas pues a no ser por excepciones, cuando había un combate o emboscada no peleaban del todo y eso que las escuadras en muchos casos eran mixtas, angolanos y cubanos juntos. En aquella época su armamento no era del todo bueno, unos tenían G-3 otros fusiles FAL de fabricación belga y era de verdad una pesadilla surtir de municiones a tanta diversidad de calibres.
¿Se imagina usted quedarse sin municiones en medio de un combate ? y el de al lado no lo puede ayudar porque su calibre es distinto. Y después hay estrategas que opinan y quieren hacer libritos sin chocar con la realidad. Es por eso que muchas veces las FAPLA corrían, yo hubiera hecho lo mismo.
De ellos aprendimos la supervivencia en la selva y su exploración era muy efectiva.
La única informacion que teníamos era la observacion aérea, muy difícil por los árboles, e interceptar las comunicaciones del enemigo por parte de equipos del Minint.
En realidad los objetivos de estas operaciones eran alejar a la Unita de sus pricipales bases de entrenamientos y aprovisionamientos, dispersarlos aunque fuera por un tiempo e impedir su abatecimientos procedente de [la actual] Namibia por parte de los surafricanos, por eso muchas operaciones se hacían cerca de la frontera entre Zambia y Namibia, a lo largo de los rios Kuando y Cunene. (Testimonio del lector Tchamutete)