María Corina Machado: El patrioterismo de Maduro es criminal e inútil (entrevista)
EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
L.P: Pareciera que las sanciones del congreso norteamericano
contra funcionarios venezolanos han acercado al gobierno y a una parte
de la dirigencia opositora …
MCM: No es la primera vez, ni sobre el único tema, en que
incomprensiblemente ha habido coincidencias en estos tiempos. Pero lo
importante es la comprensión que el pueblo Venezolano tiene, tanto del
significado de esas sanciones, como de las reacciones y la campaña de
manipulación patriotera que el régimen ha desatado en torno a ellos.
La realidad es que en estos días lo que se está develando alrededor
del mundo es la existencia en Venezuela de un Estado mafioso y violador
de los derechos humanos. Las fuerzas democráticas nacionales tenemos
años denunciando la crueldad y la corrupción de un régimen que se ha
vinculado con las organizaciones criminales más perversas del planeta.
No sólo para hacer negocios multimillonarios al margen de la ley y de
los intereses de Venezuela y la región; sino para atornillarse en el
poder a la fuerza y a punta de represión. Lo que es reprochable es que
con toda la evidencia que existe no se haya producido, mucho antes, una
reacción firme con múltiples sanciones por parte de organismos que
tienen como mandato la defensa de los derechos humanos, empezando por la
Organización de Estados Americanos.
Ahora bien, todo este episodio frente a las sanciones individuales
norteamericanas, confirma lo que este régimen es y practica
cotidianamente: el cinismo más burdo, que apela a un falso patriotismo
manipulador, tan degradado, que realmente representa un patrioterismo
burdo. Patriotismo sería defender el Esequibo frente a las agresiones de
Guyana y sus facilitadores criollos; sería proteger nuestras fronteras
expulsando a los grupos guerrilleros y paramilitares. Patriotismo sería
sacar de Venezuela a todas las mafias que operan y hacen grandes
negocios en nuestro territorio, desde el Amazonas hasta el Zulia y
Guiria; sería cuidar nuestras reservas y no entregar el oro que durante
más de 40 años nadie se había atrevido a tocar. Patriotismo sería acabar
con la humillación que sufren las amas de casa, cuando hacen colas
interminables para alimentar a sus hijos. Patriotismo sería también
hacerle honor a la hermandad colombo-venezolana y no permitir que a esos
millones de hermanos colombianos que fueron traídos por este régimen
para utilizarlos electoralmente, ahora les violen sus derechos humanos
deportándolos en procedimientos al margen de la legalidad, o negándoles
el derecho a comprar comida. Patriotismo sería garantizar el derecho a
la vida y la seguridad de todos los venezolanos, para detener las
docenas de crímenes impunes que ocurren a diario, como el del joven
biólogo Miguel Angel Torres, quien fue asesinado a balazos en la mañana
de este viernes, porque en su angustia intentó escapar de unos
delincuentes que asaltaban una camionetica de pasajeros en plena
autopista. Patriotismo sería también, llamar las cosas por su nombre y
no hacerle el juego al régimen en esta manipulación burda en defensa de
sus privilegios.
El régimen, por el contrario, se llena la boca pregonando la defensa
de la patria, cuando en realidad lo que hace es defender a violadores de
derechos humanos. En su perversidad, chantajean a empleados públicos
para que firmen o los botan, amenazando a la gente en las colas con no
venderles comida, a quienes solicitan pasaportes con no entregárselos, a
los militares, a los presos, a los venezolanos en el exterior por vía
de los consulados. Sin duda, lo más monstruoso es haber utilizado para
eso a niños en edad pre-escolar. En definitiva, vaya cruel ironía:
obligar a ciudadanos a firmar en contra de sanciones a violadores de
derechos humanos bajo la amenaza de sancionarlos a ellos. Esta
“operación antiimperialista” es, en si misma, otra grosera violación de
los derechos humanos.
L.P: ¿Eso calificar a Venezuela de amenaza a los Estados Unidos a muchos les suena exagerado?
Hay precedentes que señalan que ese status no se traduce en
represalias contra los ciudadanos, sino contra funcionarios que han
actuado al margen de la ley. En 1995, Bill Clinton dictó una orden
ejecutiva en términos muy similares a la dictada por el Presidente
Obama, que le permitió declarar que las acciones de narcotraficantes
colombianos constituían una amenaza contra los Estados Unidos, y por
ello adoptar medidas contra estos narcotraficantes y sus propiedades en
dicho país. Nunca se tradujo en sanciones contra el pueblo de Colombia,
ni ocurrió ningún acto bélico contra esta nación.
Por supuesto, en ese caso no se produjo un berrinche del Presidente
colombiano contra las medidas, como hace hoy el Sr. Maduro; lo cual, al
final, sólo logra ponerlo en evidencia, pues equivale a una confesión.
L.P: Pareciera que su estrategia les ha comprado tiempo y les ha dado resultados…
MCM: No lo creo. La fórmula patriotera tal vez les ha dado insumos
para unos días: jugosos negocios para sus expertos en propaganda y
diligentes encuestadores; ocupación para algunas “unidades de batalla” y
comandos de campaña; y excusa para sus cómplices internacionales. Han
llegado a la irresponsabilidad extrema de poner en evidencia el
lamentable deterioro del apresto operacional de nuestras Fuerzas
Armadas.
Al final, a excepción de la cúpula roja, todos los ciudadanos que de
una manera u otra participaron en ese grotesco operativo tienen, al
igual que el resto de los venezolanos, que ir a hacer colas para
conseguir comida o llorar por falta de medicinas e insumos en algún
centro hospitalario sumido en el abandono.
El avance acelerado de la descalabrada situación del país es
imposible de ocultar con campañas anti-imperialistas. Te seguro que
cualquier efecto aglutinador que aspiraran lograr con esto, será
demolido por la indignación creciente del país a medida que se conoce la
magnitud del desfalco y la perversión con que han arruinado a
Venezuela. Ellos lo saben, y por eso su desesperación.
L.P: Pero más allá de esta operación de manipulación
propagandística con la que usted señala al gobierno; para los ciudadanos
de a pie, ¿las sanciones norteamericanas representan alguna ganancia?
¿Pueden tener algún resultado positivo?
MCM: En primer lugar, nada está por encima de los Derechos Humanos.
Son universales; y es muy importante que los venezolanos tengamos esto
muy claro. Apelar a argumentos de injerencia cuando se trata de defender
los Derechos Humanos es un retroceso histórico enorme, que no se puede
permitir por ningún ciudadano, mucho menos por un dirigente político
democrático.
Las sanciones representan una advertencia de la comunidad
internacional a quienes cometan graves violaciones de estos derechos.
Representan un llamado directo a la atención y a la conciencia de
quienes hoy reciben órdenes para reprimir a una población que reclama un
cambio político urgente en Venezuela. Por lo tanto, estas sanciones a
individuos específicos, elevarán los costos de reprimir a los ciudadanos
en el futuro.
Hoy, los ciudadanos venezolanos vemos reacciones diversas en la
comunidad internacional, que demuestran un cambio enorme frente a la
situación de nuestro país. Los reportes y denuncias de organismos
internacionales de Derechos Humanos, como el Comité contra la Tortura de
la ONU, Amnistía Internacional, y Human Rights Watch, entre muchas
otras. Y las recientes y firmes posiciones de demócratas de la talla de
Felipe González, Fernando Enrique Cardozo, Julio María Sanguinetti,
Mario Vargas Llosa, son reveladoras. El mundo ya ha asumido que la causa
por la libertad y la democracia en Venezuela ha trascendido nuestras
fronteras. A partir de ahora, la conciencia de todo demócrata debe
impedirle permanecer indiferente. Esto tiene un valor inmenso para el
pueblo venezolano en estas horas cuando avanzamos, decididos, hacia la
transición a la democracia en paz. (lapatilla.com)