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La hija del zar de las reformas económicas de Cuba desertó «por amor a la libertad»
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Juan Juan Almeida, hijo del fallecido vicepresidente, no cree que Glenda Murillo haya huido a Tampa para estar con su novio
Día 29/08/2012 - 21.04h
La hija de Marino Murillo, el zar de las reformas económicas del régimen castrista, desertó «por amor a la libertad» y no para estar con su novio en Tampa, afirmó este miércoles a ABC Juan Juan Almeida, el hijo del fallecido vicepresidente Juan Almeida Bosque exiliado en Miami desde 2010.
Una tía de Glenda Murillo explicó a «El Nuevo Herald» el martes desde Tampa que la joven de 24 años dejó Cuba «por razones personales y no políticas». Idania Díaz precisó que su sobrina tiene un novio en esa localidad de Florida.
Glenda Murillo llegó a Texas desde la frontera con México, donde había asistido a un seminario de psicología a mediados de agosto, según fuentes bien informadas que citaba el diario de Miami.
La hija del vicepresidente del Consejo de Estado y miembro del Buró Político del Partido Comunista (PCC, único) fue admitida según la política migratoria de «pies secos, pies mojados», que permite quedarse en el país a los cubanos que pisan territorio estadounidense.
Marino Murillo, economista de 51 años, es el responsable de poner en marcha la «actualización del modelo socialista cubano» que pretende el presidente Raúl Castro. Murillo figura en las quinielas de la sucesión en la dictadura comunista, por lo que la deserción de su hija supondría un duro golpe, según las fuentes consultadas.
Familias rotas
Juan Juan Almeida justifica las declaraciones de que la joven desertó por amor debido al alto cargo de su padre. Este nuevo caso de huida de un hijo de un dirigente del régimen demuestra, según Almeida, que «a los gobernantes cubanos también les afectan las divisiones familiares» causadas por la dictadura instaurada en 1959.
El hijo del histórico número tres cubano pudo marcharse de Cuba el 25 de agosto de 2010, después de emprender una huelga de hambre que puso en peligro su delicado estado de salud y gracias a la mediación de la Iglesia católica cubana.
Juan Juan Almeida conocía a Glenda Murillo «de los bares de La Habana, los hijos de los gobernantes nos conocemos todos». Asegura que se ha puesto en contacto con la joven a través de Facebook, aunque este miércoles no había recibido respuesta.
De momento, valora que Glenda Murillo «ha tenido la osadía de romper el cordón umbilical y mostrarse por si misma».