por Juan Juan Almeida |
Miguel Mario Díaz-Canel fue reclutado como agente de la CIM en 1987.
Estudió ingeniería y se graduó en 1982. En ese año, fue captado por las FAR y sirvió como militar. los informes de esa época lo describen como algo desafecto y poco comunicativo.
Coincidentemente, en la Cuba de 1984, se unificaron el Estado Mayor de las Milicias de Tropas Territoriales, el de la Defensa Civil y el Comité Militar; y por pura sincronía histórica, esos grupos "militares" cayeron en un mismo saco, y en ese saco cayó el joven Díaz-Canel.
Universitario, preparado, y salido de una familia expropiada; reunía ciertos requisitos para llamar la atención de oficiales de la CIM y fue reclutado ahí como informante secreto adquiriendo el seudónimo de "Tornero" por el oficio de su padre.
Curiosamente, el oficial que firmó su reclutamiento fue un capitan que, cuando aquello firmaba bajo el seudonimo de Dionisio, y ya sabemos que el Capitan Dionisio de ayer es el hoy General de Brigada Andrés González Brito.
Después de 3 años en las FAR, Miguel Mario regresa a la vida civil, entró a la Universidad Central de las Villas como profesor y, luego, como cuadro de la UJC fue enviado a Nicaragua.
En 1989,
cuando toda la rebambaramba del 89, el General Nestor López Cuba declara que la persona infiltrada en la tropas, para saber lo que pensaban, lo que hacían, lo que necesitaban, y el encargado de comprometer a los jefes Sandinistas con "indias lindas y prostitutas" era el agente TORNERO quien trabajaba para la CIM bajo la fachada de Jefe de la UJC en Managua.
"Un joven alto, apuesto, aglutinador, libertino, prudente. con facilidad de palabras, manía de grandeza y tan confundido de si mismo que de vez en cuando hay que recordarle que fue reclutado bajo las bases de la Coacción y el Comprometimiento" , así resumió López Cuba parte del perfil operativo del entonces agente Tornero