EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
El oportunismo de Cuba
En los peores tiempos de crisis
del sistema, los extranjeros radicados en Cuba por razones de trabajo o
estudio han recibido un trato excepcional
del sistema, los extranjeros radicados en Cuba por razones de trabajo o
estudio han recibido un trato excepcional
El
estatus de privilegio que el régimen de La Habana ha otorgado siempre a
los extranjeros en su país, en detrimento de los nacionales, ha sido
objeto de innumerables críticas.
estatus de privilegio que el régimen de La Habana ha otorgado siempre a
los extranjeros en su país, en detrimento de los nacionales, ha sido
objeto de innumerables críticas.
En
los peores tiempos de crisis del sistema, los extranjeros radicados en
Cuba por razones de trabajo o estudio han recibido un trato excepcional.
Así
fue en tiempos de la existencia del bloque socialista de Europa de
Este, cuando los técnicos de esos países se radicaban en la isla con sus
familias y se les otorgaban residencias en las zonas más exclusivas de
la capital cubana.
También fue así con jóvenes de países de
diversos confines del mundo, a quienes en los finales de los 70 y los 80
el Gobierno de Fidel Castro obsequiaba estudios universitarios.
De esas oleadas Cuba ganó simpatizantes en sitios tan lejanos a su
geografía como naciones del Oriente Medio, África y Asia, así como de
las islas del Caribe, pero también en países de Latinoamérica. Y como en
un regreso a la manida estrategia de ganar adeptos y comprar
fidelidades, los experimentados estrategas de la dictadura están de
vuelta con la vieja práctica, ahora para sacar provecho del espacio que
les ha permitido el proceso de paz que se vive en Colombia.
Por
intermedio de su embajador en Bogotá, José Luis Ponce, el Gobierno de
Raúl Castro hizo público esta semana el ofrecimiento ante la Comisión de
Seguimiento, Impulso y Verificación a la implementación del Acuerdo
Final de Paz (CSIVI) para que exmiembros de las FARC puedan estudiar en
Cuba y formarse como médicos o periodistas.
“El oportuno”
ofrecimiento de Cuba para facilitar estudios a los desmovilizados de un
cuerpo armado que durante décadas mantuvo a Colombia en un estado de
guerra civil, a simple vista parecería un noble gesto.
Sin
embargo, no hay que perder de vista que la capacidad de supervivencia de
la maquillada dictadura castrista tiene mucho que agradecer al
adoctrinamiento y las deudas de gratitud fomentadas en el exterior. La
oferta presentada como ayuda para el proceso de paz en Colombia, sin
dudas, no es una excepción.
los peores tiempos de crisis del sistema, los extranjeros radicados en
Cuba por razones de trabajo o estudio han recibido un trato excepcional.
Así
fue en tiempos de la existencia del bloque socialista de Europa de
Este, cuando los técnicos de esos países se radicaban en la isla con sus
familias y se les otorgaban residencias en las zonas más exclusivas de
la capital cubana.
También fue así con jóvenes de países de
diversos confines del mundo, a quienes en los finales de los 70 y los 80
el Gobierno de Fidel Castro obsequiaba estudios universitarios.
De esas oleadas Cuba ganó simpatizantes en sitios tan lejanos a su
geografía como naciones del Oriente Medio, África y Asia, así como de
las islas del Caribe, pero también en países de Latinoamérica. Y como en
un regreso a la manida estrategia de ganar adeptos y comprar
fidelidades, los experimentados estrategas de la dictadura están de
vuelta con la vieja práctica, ahora para sacar provecho del espacio que
les ha permitido el proceso de paz que se vive en Colombia.
Por
intermedio de su embajador en Bogotá, José Luis Ponce, el Gobierno de
Raúl Castro hizo público esta semana el ofrecimiento ante la Comisión de
Seguimiento, Impulso y Verificación a la implementación del Acuerdo
Final de Paz (CSIVI) para que exmiembros de las FARC puedan estudiar en
Cuba y formarse como médicos o periodistas.
“El oportuno”
ofrecimiento de Cuba para facilitar estudios a los desmovilizados de un
cuerpo armado que durante décadas mantuvo a Colombia en un estado de
guerra civil, a simple vista parecería un noble gesto.
Sin
embargo, no hay que perder de vista que la capacidad de supervivencia de
la maquillada dictadura castrista tiene mucho que agradecer al
adoctrinamiento y las deudas de gratitud fomentadas en el exterior. La
oferta presentada como ayuda para el proceso de paz en Colombia, sin
dudas, no es una excepción.