Activistas lanzan una campaña en internet para denunciar la represión durante la visita del Papa

DDC
| La Habana
| 02-04-2012 - 12:36 am.

Piden firmas para condenar la llamada operación 'Voto de Silencio', en la cual el régimen detuvo e incomunicó a centenares de personas.

Miembros de proyectos independientes, blogueros, artistas y activistas han lanzado hoy una campaña de recogida de firmas en internet para denunciar los operativos represivos implementados por el régimen durante la reciente visita del papa Benedicto XVI.
"Previa y durante la visita del Sumo Pontífice el gobierno cubano realizó una ola de arrestos y detenciones arbitrarias con el objetivo de aplastar cualquier legítimo reclamo, crítica o acusación desde la ciudadanía a la vez que intentaba mostrar un país marcado por la uniformidad", dice la declaración de la campaña, que los interesados pueden firmar en el sitio www.ipetitions.com/petition/declaracion-de-protesta-a-raiz-de-la-visita-de/.
Resalta que "las detenciones se dirigieron no solo contra opositores, disidentes y activistas políticos sino también contra artistas, periodistas independientes y todo aquel que el gobierno consideró que podía afectar un 'armonioso' libreto previamente diseñado".
"La labor de férreo control, conocida como Operación Voto de Silencio, incluyó cortar la comunicación con el mundo exterior y desarticular todo contacto entre los activistas sociales dentro de la Isla. Esto mediante la interrupción de teléfonos fijos y celulares y con la connivencia de la empresa telefónica (ETECSA/ CUBACEL)", denuncia el texto.
"Todas estas acciones se realizaron con total impunidad e irrespeto de los derechos y garantías individuales. Lamentablemente ha existido hasta ahora, un silencio cómplice por parte de la jerarquía eclesiástica cubana", añade.
La declaración condena estas "violaciones"; repudia la "hipocresía y manipulación con la que el gobierno cubano intenta engañar a la comunidad internacional" y pide "la solidaridad ante estos actos abusivos y violatorios".
Según fuentes de la disidencia interna, las detenciones —de entre varias horas y días— afectaron a centenares de personas en la Isla, principalmente en las provincias de La Habana y Santiago de Cuba, que fueron las visitadas por el Papa.
Varios activistas han considerado que el régimen aprovechó la estancia de Benedicto XVI para "ensayar" una estrategia represiva a gran escala, destinada a momentos de crisis como el que podría desatar la respuesta masiva a una eventual convocatoria de protesta o la muerte de Fidel Castro.
La declaración ha sido entregada en la Nunciatura de la Iglesia Católica en la Isla