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Cuba: Los laicos católicos son los que deben dar la batalla política
Análisis de la situación de libertad de expresión y religiosa en el régimen castrista
En cuanto a libertad de expresión no hay una gran diferencia con lo que sucedía hasta 2006 con Fidel Castro y la libertad religiosa no existe de derecho e incluso un artículo del Código Penal se llama abuso de la libertad religiosa. Ignacio Uría, autor del libro: “Iglesia y Revolución en Cuba”, explica en El Espejo de COPE la situación en la que se encuentran los católicos en la isla.
“No hay acceso a los medios de comunicación y la poca expresión que conocemos es a través de la disidencia que esta apoyada por grupos en el exilio (norteamericanos y españoles)”, explica Ignacio Uría, que muestra que aunque las condiciones de libertad religiosa han mejorado tras las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI (libertad de culto y creación de un seminario), “no hay escuelas confesionales, ni la Iglesia tiene acceso a los medios estatales ni tener medios de comunicación propios”.
Para el historiador, el desafío de la oposición cubana es “pasar de ser un transmisor de noticias hacia el exterior a ser un actor de los cambios”. “Los actos de repudio organizados por las organizaciones estatales continúan”, explica en los micrófonos de COPE: “Es cierto que no están produciendo grandes condenas, pero indudablemente pasan por grandes dificultades”.
Durante la entrevista, el historiador reconoce que para la oposición la muerte de Osvaldo Payá ha sido un golpe muy fuerte, pero muestra que “hay otras figuras que pueden liderar en el futuro algún tipo de partido. Lo cierto es que hasta que no se produzca el cambio no sabremos si la sociedad civil podrá alumbrar nuevos líderes políticos”.
No obstante y aunque muestra que la jerarquía de la Iglesia ha dado pasos fructíferos, “son los laicos católicos los que deben dar la batalla política para conseguir una garantía hacia la libertad religiosa”. “Los laicos apoyados por la jerarquía serán el futuro”, explica
“No hay acceso a los medios de comunicación y la poca expresión que conocemos es a través de la disidencia que esta apoyada por grupos en el exilio (norteamericanos y españoles)”, explica Ignacio Uría, que muestra que aunque las condiciones de libertad religiosa han mejorado tras las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI (libertad de culto y creación de un seminario), “no hay escuelas confesionales, ni la Iglesia tiene acceso a los medios estatales ni tener medios de comunicación propios”.
Para el historiador, el desafío de la oposición cubana es “pasar de ser un transmisor de noticias hacia el exterior a ser un actor de los cambios”. “Los actos de repudio organizados por las organizaciones estatales continúan”, explica en los micrófonos de COPE: “Es cierto que no están produciendo grandes condenas, pero indudablemente pasan por grandes dificultades”.
Durante la entrevista, el historiador reconoce que para la oposición la muerte de Osvaldo Payá ha sido un golpe muy fuerte, pero muestra que “hay otras figuras que pueden liderar en el futuro algún tipo de partido. Lo cierto es que hasta que no se produzca el cambio no sabremos si la sociedad civil podrá alumbrar nuevos líderes políticos”.
No obstante y aunque muestra que la jerarquía de la Iglesia ha dado pasos fructíferos, “son los laicos católicos los que deben dar la batalla política para conseguir una garantía hacia la libertad religiosa”. “Los laicos apoyados por la jerarquía serán el futuro”, explica
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