El fraude electrónico es fácil
30 Junio, 2012
Los técnicos de la MUD se hacen sospechosos al insistir en que la computación hace imposible el fraude electoral, cuando todo experto sabe que más bien lo facilita, y la conducta del Gobierno indica que se lo está preparando.
Este es tercer artículo de una serie en la cual abordo el tema de un posible fraude el 7-O. Hasta ahora enfocamos el fraude durante la totalización, pero hay otras posibles trampas. Las hay en el Registro Electoral, la automatización, la transmisión de datos, los capta huellas, tinta indeleble, selección aleatoria para auditoría y pare Vd. de contar. La totalización es la integración de todas esas trácalas y por lo tanto el corazón de un sistema. El pillaje en la totalización se hace fuera del CNE y sin la participación de sus autoridades, pero esto no excluye de responsabilidad a sus rectores.
Aunque se sigue vendiendo la idea de que debemos confiar en la virginal honestidad del CNE, los votantes están claros sobre lo que pueden esperar de una trampa armada por el G2 cubano. De modo que ya no tienen sentido los temores de que el conocimiento de la realidad incrementará la abstención. Lo eficaz es instruir los electores sobre posibles fraudes y cómo contrarrestarlos.
Mi primer escrito planteó cuan elevada es la posibilidad de que se cometa un fraude, debido al evidente sesgo del árbitro electoral y la negativa del Gobierno a autorizar una supervisión en situ antes, durante y después de los comicios. En el segundo me referí a la existencia de tres centros de computación sofisticados, dos de ellos secretos y uno en Cuba, en los cuales se puede hacer la manipulación de los votos. Ahora abundaré sobre las especulaciones que se tejen. Más adelante, en otro artículo, describiré la mecánica del fraude de totalización.
Una especulación común es que gracias al sistema computarizado los resultados electorales son más confiables. Esto es falso. No existe un sistema informático impenetrable y a prueba de hackers externos o agentes perturbadores internos. Todos estos sistemas basados en sistemas de información digitales son blancos potenciales de saboteos o alteración de los datos que manejan. Los sistemas del Pentágono y grandes empresas multinacionales han sido penetrados y alterados por hackers o por personas de esas mismas organizaciones con acceso a las claves.
Dado que el sistema computarizado de estas elecciones lo controla el Estado, es inevitable posibilidad la de un fraude ejecutado por un Gobierno que no ha disimulado su identificación con dictaduras ni su decisión de perpetuarse. Para asegurar convincentemente que no habrá fraude, este gobierno tendría que permitir la inspección minuciosa de los procedimientos, instalaciones, redes de comunicaciones y códigos fuentes de los programas utilizados para los comicios, a todo lo cual obstinada y significativamente se ha negado. También se debe prohibir el envío, que es ilegal, de datos electorales a centros de computación que no se sometan a esta supervisión, y el día de las elecciones debe suspenderse totalmente la transmisión de datos a través del cable submarino que une a Venezuela con Cuba. La oposición debe tener la posibilidad de verificar físicamente que dicho tráfico de información ha sido interrumpido.
La totalización es la etapa final de este tortuoso proceso. Para ese momento las probabilidades de detección de fraude son mínimas. Los técnicos de la MUD declaran que están seguros de que un fraude es imposible. Estos técnicos no saben lo que dicen o están en algo extraño. Ellos deben conocer esta frase aplicada a los computadores: “Si entra basura, sale basura”.
La automatización de los comicios no garantiza que no ocurran fraudes, al contrario puede incrementar la probabilidad que se hagan trampas difíciles de detectar. Lo sostengo con toda responsabilidad, lo cual me obliga a recodar que soy ingeniero electrónico y de comunicaciones. Fui fundador del Departamento de Informática del Ejército, jefe del equipo de diseño del Sistema de Comunicaciones para la Defensa Nacional (SICODENA), Comandante del regimiento de comunicaciones del Ejército incluyendo la unidad de guerra electrónica, y Jefe del CUFAN, organismo que era responsable de la seguridad y logística del Plan República que ahora se denomina CEO. Fui Comandante General del Ejército y conocí de cerca el papel que juegan las Fuerzas Armadas en unas elecciones. Basado en esa experiencia y en la información que he recogido y evaluado, sostengo que si el Gobierno se niega a permitir las inspecciones necesarias para supervisar el funcionamiento del proceso electoral, eso significa que está dispuesto a cometer un fraude en las elecciones presidenciales.
Dicho esto puedo afirmar con gran convicción que esta serie de artículos que adelanto no buscan desalentar a los electores. Quiero dejar claro que aunque el fraude electrónico es fácil de cometer, especialmente si es amparado por un Estado forajido, también es fácil de combatir siempre y cuando tengamos ciudadanos dispuestos a defender la democracia y la libertad. El mundo no es de los valientes como le dijo Carujo a Vargas. El mundo es de los seres humanos honestos que están dispuestos a luchar por sus derechos.
No es valiente el que se esconde tras 15 mil millones de dólares de chatarra rusa. Ese es un cobarde que usa el dinero del Estado para amedrentar a sus compatriotas a los cuales les niega hasta la nacionalidad al decir que los antichavistas no somos venezolanos. Esta grave ofensa al honor de los ciudadanos la pagará el 7-O. Al nuevo Boves rojo lo esperamos con las lanzas del voto en ristre en la Urica electoral. Allí terminara su carrera política en la cual bastante daño a hecho.
En mi próximo artículos explicaré como los cubanos piensan cometer el fraude de totalización amparados por los vende patrias que los encubren. También indicare lo que debemos hacer para evitarlo y de ser necesario como enfrentarlo a partir del día después. Cualquier supuesta “victoria abrumadora” de Chavez sólo puede ser producto de un fraude grosero y la dignidad venezolana no la va a aceptar. Si lo intenta le pasará igual que a Perez Jiménez. El fraude electrónico es fácil pero la resistencia será a muerte. El mejor antídoto contra el fraude es el voto masivo de los ciudadanos. Adelante compatriotas, nuestra arma es el voto!