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lunes, 27 de abril de 2015

Cuba a la AN: Proyecto de ley para penalizar los actos de repudio

Cuba: Proyecto de ley para penalizar los actos de repudio



EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO



Proyecto de ley para penalizar los actos de repudio 

Por. Juan Juan Almeida


Para garantizar
la prevalencia de la solidaridad y el respeto, urge un proyecto de ley
que penalice los actos de repudio y exija responsabilidad penal para sus
autores y cómplices




  • Reporta Cuba Opositores sufren asedio y actos de repudio Placetas Foto 
     
     
    Los cubanos estamos viviendo un
    inequívoco desplome social y una pérdida de valores que debemos, para el
    bien de todos, restituir. El Gobierno tiene mucha culpa en este
    fenómeno que subyace en la conducta ciudadana. Acaso pensó que era tarea
    suficiente brindarnos la oportunidad de una conveniente superación
    profesional; y al decretar que la buena educación era rezago pequeño
    burgués, creó el "antivalor".



    Es cierto, aunque algo tardío, la Iglesia Católica
    desempeña un papel importante en revertir el proceso de degradación
    moral y, desde hace unos meses, la televisión cubana difunde con
    insistencia mensajes relacionados con la educación social. Encomiable,
    pero no basta, y no deja de ser cínico e irónico hacer campaña de este
    tipo cuando se estimula y gratifica la animalada y la grosería.



    Resulta contradictorio que en Cuba, donde los índices de instrucción
    son explícitamente elevados, la educación formal esté absolutamente
    fracturada, y desestimada por las autoridades.



    ¿Qué tipo de educación se puede inculcar en un niño que convive con la impunidad de
    alguien que, sin legítima razón, ejerce violencia sobre sus iguales, o
    agrede la dignidad y la integridad física de terceros
    provocando lesiones con secuelas anatómicas, fisiológicas y/o psíquicas?



    Somos un pueblo apasionado, entiendo el defender con ahínco
    determinadas convicciones, y que en las circunstancias actuales el
    Gobierno necesita mostrar superioridad y control; pero el ignominioso acto de repudio
    es una forma de discriminación que pretende perseguir, hostigar y
    ejercer la dominación de un grupo social sobre otro, es la vulgarización
    del desacuerdo y una cotidiana erosión a los mecanismos sociales.



    ¿Cuántas veces no hemos visto cómo un grupo de personas, impunes,
    pero fuera de los casos autorizados por la ley, penetran empleando
    violencia, fuerza e incluso intimidación en domicilios ajenos sin la
    voluntad expresa o tácita de su moradores? Internet está lleno de
    ejemplos.



    A estas alturas, es imposible lograr buenas formas de conducta, y que
    la cortesía social se incorpore a la personalidad del cubano, sin antes
    penalizar actuaciones semejantes que ponen en peligro el equilibrio de la convivencia y las relaciones sociales.



    Hoy, para garantizar la prevalencia de la solidaridad y el respeto, urge un proyecto de ley que penalice los actos de repudio y exija responsabilidad penal para
    sus autores y cómplices, adecuar sanciones que vayan desde la
    prohibición de frecuentar medios o lugares determinados, la prohibición
    del ejercicio de una profesión, cargo u oficio, amonestación, multa,
    limitación de libertad, el trabajo correccional con o sin internamiento,
    hasta la privación de libertad; según el grado de peligro social del
    hecho, las circunstancias concurrentes en el mismo y sus consecuencias,
    así como los antecedentes penales, la reincidencia y/o
    multirreincidencia de los "repudiantes" implicados en tan intolerables
    arrebatos de ira y violencia.



    La sociedad nos pertenece por igual, impulsar un proyecto de ley de
    esta naturaleza no es confrontar al Estado, no socava ninguna de sus
    ineficientes instituciones, no enardece a nadie; es solamente una forma
    cívica y civilizada de alentar la convivencia respetuosa entre cubanos porque cuando las alertas sociales son tan claramente visibles, es responsabilidad de todos hacer caso y actuar.


     
     

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