EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Noviolenda en Cuba: ¿un caso particular?
marzo 1, 2012 por Luis Felipe Rojas
Recientemente discutí con unos amigos sobre los métodos utilizados por  los movimientos de oposición en el mundo que fueron exitosos porque  derribaron a regímenes autoritarios. Se habla del pueblo serbio que  derrocó a Milosevic, los sudafricanos que obligaron al gobierno  segregacionista a sentarse junto a Mandela o los chilenos que con el NO  hicieron tambalearse a Pinochet. A la luz de más de veinte años vemos  aquello como algo mítico, místico, mágico. Por ser un soñador me atacan  afirmando que no somos iguales y les respondo con una pregunta igual de  difícil: ¿Y en qué no somos iguales? ¿Acaso no nos parecemos?
Por los testimonios ofrecidos por los líderes del movimiento juvenil  serbio (Otpor) y el pueblo en general, sabemos que la gente de Los  Balcanes no les tenía menos miedo al General Tito y a Milosevic que por  acá a los hermanos Castro. Hasta donde sé el mundo democrático  ignoró por décadas las atrocidades del régimen del Aparthed a los  prisioneros políticos soviéticos y los asesinatos en Rumania… igual que  pasó con Cuba hasta hace muy poco.
Un humilde zapatero de Cracovia se negaba a colaborar con el  movimiento Solidaridad por miedo a perder su fuente de ingreses, por eso  era incapaz de abandonar su vida en la mentira”. Según V. Havel La Seguritate en  Bucarest. Paralizaba a las personas con solo enseñarles un carné. ‘Tres  carabineros’ cerraban una calle en Santiago y a cualquier chileno se le  helaba el cuerpo de terror. Sin embargo  un día  todos dijeron Basta!   y terminaron  los abusos. Que sepamos, el mayor de los horrores sólo  duró setenta y tres años. Entonces, por  qué no nos parecernos?
En Cuba pasea de mano en mano un documento confeccionado y traducido por  Omar López  Montenegro, es un extracto titulado “10 pasos fáciles de la  Noviolencia” y que fueran exitosamente desarrollados por  Olpor. Quiero  dejar encendido el candelero en el foro  de esta bitácora y me  gustaría empezar. Intencionalmente por el paso No. 7  que sugiere   “Inducir la deserción en las fuerzas de Seguridad”. Tanto el régimen  cubano como los escépticos de la no- violencia aluden a la fidelidad  de  las tropas cubanas a la dictadura, de su sujeción a las plebendas que  una ofrece a la otra y el carácter de plaza sitiada que el gobierno de  La Habana ha vendido a sus  sostenedores por más de cincuenta años.
A unos y otros en la discusión de hace una semana en Santiago de Cuba les recuerdo esto:
a) Ni en los gobiernos dictatoriales de Gerardo Machado ni Fulgencio Batista hubo una cárcel en cada provincia para militares indisciplinados, corruptos y desertores como existen hoy en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
b) En cincuenta y ocho años de República, incluyendo crímenes y  excesos, jamás hizo falta unidades de Prevención para retener y capturar  a soldados fugitivos, como ocurre ahora mismo con los reclutas de  dieciséis años que apenas acaban de abandonar la adolescencia e ingresan  al Servicio Militar General (obligatorio) ¿Alguien tiene la cifra  exacta de los soldados y reservistas cubanos que en las guerras  castristas en el África desertaron, deambularon por esos países y luego  fueron a dar a los EE. UU o Europa?
Muchos se preguntan si en verdad los militares cubanos emplearán los  tanques contra la población civil. Esos policías que hoy  vuelven el  rostro para no ser fotografiados por los propios ciudadanos, ¿qué  esconden? ¿qué temen? qué mensaje indirecto nos envían?
 
 
 
 
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