Cuando se le pregunta al coordinador de la MUD por los señalamientos
del oficialismo sobre agendas ocultas, responde enfáticamente que
"mano ganada no se tranca" y que nada ni nadie los sacará del camino
electoral. Horas antes había declarado que el golpista-presidente (GP)
llegó al cargo por votos y que saldrá por esa misma vía. La exaltación
de la cuestión electoral es cada vez mayor. Ni siquiera la enfermedad
podrá interponerse en la relación GP-votos. No habrá ausencia
absoluta. Esta situación se resolverá entonces, no en las urnas que
servían para meter sufragios asesinados por las actas, sino en
máquinas que hacen de la limpidez y honradez sus máximas virtudes. De
este modo se le otorga al GP y su séquito una condición de demócratas
que en ningún momento han procurado ni exhibido. El llamado "proceso"
utilizó y utiliza como le da la gana las instituciones que calificó
como podridas para llenarlas ahora con las correspondientes cúpulas,
más putrefactas aún. En este punto estamos: unas oposiciones que
otorgan la condición-carácter de demócratas a quienes se presentan
como negadores y destructores de todo lo tenga algún sentido
democrático. Pero la pregunta es inevitable: ¿Por qué ocurre esto?
¿Qué hace que las "oposiciones" se conviertan en la columna vertebral
del adversario y le garanticen la imagen de demócratas? La respuesta
se une a algo muy concreto: quienes se presentan como demócratas
tampoco lo son y de allí que negocian con un proyecto de corte
totalitario con el objetivo de seguir obteniendo cuotas de poder. Esto
quiere decir que oficialismo y oposiciones no son contrarios
dialécticos sino dos instancias que buscan, los primeros mantener los
poderes que detentan y, los segundos, conquistar, mediante
acuerdos-negociaciones, una porción de esas posiciones. Estamos, en
consecuencia, ante dos partes del mismo modelo autoritario-caudillista
que ha prevalecido en este expaís a lo largo de 200 años. Esta
realidad la recoge una expresión que se hizo popular: "Este es el peor
gobierno de la cuarta república", que da una clara idea de la
continuación de una misma realidad y de su progresivo deterioro. Lo
que se tiene hoy por nuevo tiene que ver con un proyecto
militarista-golpista que retoma el esquema caudillista decimonónico y
tiende a actualizarlo incorporando a su formato una fuerte maquinaria
mediática, y un populismo redimensionado al tamaño de la renta
petrolera actual. De modo que no hay nada en el pasado que pueda
competir con el aparato de y para el regalo creciente, que garantice
el reparto correspondiente. Se organiza de este modo el engaño y la
más abierta demagogia. Sobre esta base se instala el propósito
destructor que cada día nos convierte en un mayor expaís, bien alejado
de toda independencia y soberanía. Venezuela ya no existe ni siquiera
en proyecto de nación. Pasó desde el 2004 a formar parte de Venecuba,
una instancia que une dos supuestas revoluciones para incursionar en
el internacionalismo del fracaso socialista. Se aspira así hacer creer
que se pasó de la democracia formal al socialismo democrático que se
inscribe en el modelo caudillista-autoritario cubano que nada tiene
que envidiar a la tradición romántico-liberal-positivista, sintetizada
en el dogmatismo marxista. De allí que a la revolución
castro-chavista, por encima de su mercado petrolero yanqui, la veamos
comprando apoyo ruso, chino, iraní, Alba, Mercosur a punta de
petróleo. Esa es la decisión tomada en el alto mando venecubano que
preside Fidel Castro. Todo dispuesto en Venecuba para beneficio de las
llamadas élites revolucionarias. Los boliburgueses o
castrochaviburgueses cada vez tienen menos fronteras y cuentan con los
cooperadores a los que sólo les importa obtener un beneficio de corte
personal. Este es el papel que hoy cumple la MUD. Por ello cuando
pensamos en el año 12, nos vemos obligados a advertir que hablamos de
un fraude-trampa. De una maquinaria que se volvió fuerza, imposición,
ilegalidad. Se hizo del voto una bala para no dejar con vida el menor
asomo de democracia. De este modo, la fuerte confrontación "unitaria",
que hoy se destroza a lo interno, llegará al 12 de febrero a cumplir
con su papel de acompañante y legitimación de esta acción tiránica que
quedó firmemente graficada al regreso del GP de su último viaje a
Cuba. En La Fría le dijo a un alto oficial que lo ascendía al grado
superior para que el mundo entero sepa que aquí se hace lo que dispone
y manda el GP, que ya tiene todo dispuesto y legalizado para ser el
oficial de mayor rango aun dejando el puesto que hoy usurpa en su
condición de golpista permanente. La historia del 07/10/12, vista en
esta fecha, ya es suficientemente conocida: sólo la ausencia absoluta
podrá impedir el triunfo del GP. La negociación cerrará triunfante un
nuevo capítulo. La otra Venezuela, la que reúne la gran mayoría de la
población, es la única esperanza a partir del momento en que se
convierta en una fuerza de conciencia, organización y trascendencia.
De no ser así, este expaís seguirá de deriva en deriva en la propia
cuenta de las derrotas que históricamente ha tenido que procesar y
padecer el colectivo. ¡Qué historia, amigos!
Twitter: @ablancomunoz