Venice, AFP- Según Obama, 1.900 funcionarios federales dotados de 300 barcos y aeronaves se encuentran en la zona. El mandatario estará este domingo para "apreciar la fuga de petróleo y la reacción" de las autoridades.
Obama pretende demostrar que sigue de cerca la situación, cuando las críticas dirigidas a su predecesor, George W. Bush, por la lenta reacción frente al huracán Katrina en 2005 siguen estando en la memoria de los estadounidenses.
El gobierno designó este sábado al almirante de guardacostas Thad Allen para dirigir las operaciones contra la marea negra.
Allen fue uno de los pocos funcionarios en recibir elogios por su desempeño en las tareas de rescate y recuperación tras el paso del Katrina por el Golfo de México.
Centenares de km de costas están amenazados en Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida, región que representa el 40% de los humedales frágiles del país.
Los estados de Alabama y Mississippi decretaron el estado de emergencia después de lo que hicieran Luisiana y Florida, donde se espera que el lunes llegue la mancha de petróleo.
"Esta capa de petróleo no sólo amenaza nuestros pantanos y nuestros pesqueros, sino también nuestro modo de vida", dijo el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal.
Por otro lado, se han presentado al menos ocho demandas ante los tribunales de las regiones amenazadas, esencialmente por pescadores, que acusan a BP de "negligencia".
"No fue nuestro accidente, pero es nuestra responsabilidad limpiar" la mancha. "Las demandas legítimas (de los afectados) serán contempladas", afirmó el director ejecutivo de BP, Tony Hayward.
La mancha de petróleo triplicó su tamaño en los últimos días y ahora alcanza los 9.000 km2, comparable a la isla de Puerto Rico, según el centro de análisis de imágenes satelitales de la Universidad de Miami.
Empujada por fuertes vientos, las primeras capas de petróleo llegaron el jueves a los humedales cerca de la desembocadura del Mississippi.
La marea negra podría provocar la peor catástrofe ecológica de Estados Unidos, y se requerirían décadas para corregir el daño especialmente en los humedales, según los expertos.
"La superficie es enorme", dijo Mark Floegel, investigador de Greenpeace. "Probablemente no es suficiente todo el esfuerzo del mundo para proteger lo que hay que proteger", declaró.
Los guardacostas estiman que la fuga de petróleo podría agravarse considerablemente, derramando millones de litros de crudo cada día, dijo el diario The Mobile Press-Register.
El volumen de petróleo que fluye al mar podría multiplicarse a 800.000 litros diarios, agregó.