Washington.- El precandidato republicano Marco Rubio aseguró este viernes que si gana las elecciones presidenciales en noviembre no habrá amnistía para los indocumentados y cancelará los decretos migratorios anunciados por el presidente Barack Obama en noviembre de 2014 y actualmente bloqueados en los juzgados.
Rubio, de origen cubano, pidió a los votantes republicanos que no crean la campaña que está haciendo el ex gobernador de Florida Jeb Bush contra él, destacó DPA.
"Jeb Bush está desesperado y está gastando millones en ataques falsos", asegura el senador hispano en un anuncio de televisión que su campaña electoral difundió este viernes.
"Cuando sea presidente, no habrá amnistía. Cancelaré las órdenes ejecutivas inconstitucionales de Obama, cortaré la financiación de la ciudades santuario y deportaré a los criminales extranjeros", explicó el senador.
El precandidato republicano también prometió que si gana las elecciones, contrará a 20.000 agentes fronterizos más y terminará los 1.126 kilómetros de muro" en la frontera con México.
"Y si no estamos cien por cien seguros de quién eres y por qué, no entrarás a Estados Unidos", añadió Rubio, que prometió que mantendrá a Estados Unidos "seguro".
Esta es la primera vez que Rubio habla tan claramente sobre su posición en materia migratoria, ya que hasta ahora había sido bastante ambivalente, dependiendo de si estaba hablando con un público hispano o no.
Rubio, senador por Florida, es hijo de inmigrantes cubanos. Sus padres emigraron a Estados Unidos en 1956, antes del triunfo de la revolución castrista, y se nacionalizaron como ciudadanos en 1975.
La posición de mano en dura en inmigración del multimillonario Donald Trump ha hecho girar a la derecha a los precandidatos republicanos, que confían lograr así la nominación de su partido para las elecciones presidenciales de noviembre.
Varios precandidatos, como el senador hispano Ted Cruz, han criticado que Rubio formara parte de la "Banda de los Ocho", el grupo bipartidista formado por cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos que redactó el proyecto de ley de reforma migratoria, aprobado en junio de 2013 en el Senado.
La reforma migratoria murió en la Cámara de Representantes ante la negativa de los republicanos, que tienen mayoría en ambos recintos, a someterla a voto en la cámara baja. De aprobarse, la medida ofrecería alguna salida legal para los más de 11 millones de indocumentados que hay en el país.
Ante la falta de acción por parte del Congreso, Obama decidió actuar por su cuenta y anunció decretos migratorios que beneficiaría a unos cinco millones de indocumentados. Los decretos se encuentran temporalmente bloqueados en el Congreso a la espera de ver si el Tribunal Supremo decida si aceptar o no el caso.
Trump, que lidera las encuestas de su partido, prometió que si gana las elecciones deportará a los 11,5 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Según Trump, su plan es factible y se llevaría a cabo entre 18 meses y un año.
El magnate también ha prometido que si llega a la Casa Blanca construirá un muro a lo largo de toda la frontera sur, que hará pagar a México. Y quiere acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, reconocido en la enmienda 14 de la Constitución estadounidense.
El multimillonario anunció en junio su candidatura a las primarias republicanas con un polémico discurso marcado por comentarios xenófobos contra los inmigrantes mexicanos indocumentados, a los que calificó de narcotraficantes, delincuentes y violadores.
Rubio, con un 11,8% de intención de voto, se encuentra en tercera posición en las encuestas para las primarias republicanas, por detrás de Trump (34,4%) y de Cruz (19,3%), según la web RealClearPolitics, que hace una media de las encuestas nacionales.
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