Es interesante predecir para mis miles de seguidores, por años los únicos que me estimulan a seguir, porque no pecan de ignorantes. Mis visiones han perdurado, pese a la tirria oficialista y la crítica inquisidora, de la cacería de brujas, de los que quieren que yo escriba lo que se "desea" leer. Sin embargo, este papel en el cual se publican es cada vez más escaso, más difícil de conseguir y no se sabe hasta cuándo habrá para seguir escribiéndolas.
La brutalidad, el poder económico, la ideologización junto a la magia negra de los poderosos del régimen, ha mandado al paredón a todos los intelectuales, académicos, economistas, políticos, empresarios, militares, periodistas que han pretendido enfrentar al régimen con ideas y conceptos, con movilizaciones y huelgas.
Los que han empuñado las armas no rematan. Los que han conseguido buenas posiciones en lo electoral, tampoco. Igual es el caso de los que han trabajado por la comunidad y se han ensuciado las manos haciendo trabajo social. Y hay quien no lo hace por un jugoso pago o acuerdo por debajo de la mesa.
Una suerte de posicionamiento en lo electoral es la lectura que quieren que hagamos, pero hoy todo está secuestrado, y aquello que aún no lo está a veces parece trabajar indirectamente a favor del régimen.
2014 comienza con la mayor escasez histórica vivida desde el comienzo de la democracia, desde aquel recordado y próspero país que se llamaba Venezuela (los arcanos indican que es parte del plan de los que realmente gobiernan; es decir, de Raúl Castro, el Primo y el presidente de la A. N). Dichos mandatarios continuarán exitosamente con su plan de desabastecimiento logrando con mucho énfasis una economía próspera desde su visión: la socialización de los medios de producción y la propiedad comunal, mientras que los ciudadanos que aman y apoyan al régimen, que ha dejado al país desabastecido y sin productividad o desarrollo, pero que han logrado "vengar a los pobres" a través de esta transformación, se sentirán felices y aún más con la disminución paulatina de medicamentos, alimentos, tiendas e infinitas ramas de negocios y comercios que ellos definen como "especuladores".
En todo caso, celebrarán el triunfo sobre la "guerra económica" fundamentado en la expropiación y el paso de la actividad comercial al control directo o indirecto de organismos de Estado. Mientras que los venezolanos (llamo venezolanos a los que se quedaron sin patria, que viven como expatriados en el país –en su mayoría profesionales y trabajadores que se han sudado lo que tienen–) son los que más van a sufrir la terrible escasez de los días por venir.
Los negocios más prósperos serán todos los del mercado negro. Imagínense cuánto vale un vaso de agua en un desierto o una fruta tropical en Siberia.
Los que se puedan meter en este tipo de transacciones podrán hacerse de un buen dinero a cambio de abastecer a aquellos que les puedan pagar los altos precios de sus productos.
La crisis hospitalaria se ve a la vuelta de la esquina. Algunos recintos de salud cerrarán por falta de insumos y equipamiento médico asistencial, no solo en el sector público, sino también en el privado. Los que más sufrirán son los enfermos de riñones, diabetes, sida y cáncer, enfermedades infecciosas y salud mental. También las maternidades serán tema público en las redes y en la radio "bemba" porque ya ni hablo de las televisoras. Se están implementando "los policías del pensamiento" a lo Orwell, que no son más que sapos o chivatos de las juntas comunales, integradas en las vecindades o comunidades. Incluso amigos o familiares que por algún tipo de pago o favor político, hasta por un electrodoméstico, pueden dar información íntima al gobierno para luego hacer daño.
Sobre la base del autoritarismo caudillista del difunto presidente, el régimen se define "socialista (marxistaleninista)", más bien procastrista y "bolivariano" en términos puramente propagandísticos, también antimperialista, en un sentido más bien satírico. Está lejos, muy lejos, de la condición zamorana (aunque más identificada con lo peor de aquellos días) y aún más lejos del pensamiento brillante de nuestro Simón Rodríguez y ciertamente es muy poco "Democrático". Pero toda esta sopa ideológica se concretará en una frase: "El que no esté enchufado no sobrevivirá", y la enfermedad infectará a propios y a extraños.
El artículo 5 de la Constitución de la República de Cuba establece que el Partido Comunista constituye la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado, y hacia eso va el país a paso de vencedores en este 2014.
Pertenecer o perecer será el lema debajo de la mesa, susurrado o declarado abiertamente. Los llamados líderes de la secta roja rojita harán todo lo posible para perpetuar el oprobio con mecanismos cada vez más fuertes de persecución, violencia de Estado, censura y violencia psíquica. Más de uno venderá su alma.
Se eliminarán algunas de las misiones y veo que vendrán más cubanos para tratar de ponerle paños calientes al sector salud. Intervendrán varios bancos obligándolos a dar créditos. Esto mantendrá el espejismo de la abundancia y la productividad. La disponibilidad del dinero será incierta en algunos otros casos.
Las salidas del país serán cada vez más restringidas, reduciéndose a una por año, las demás deberán ser estrictamente justificadas. Acceder a dólares viajeros, o incluso a pasaportes, será cada vez más difícil. Algunos saldrán en balsas y por caminos selváticos e inusitados.
Matrimonios arreglados serán parte del día a día de la diáspora para obtener otras nacionalidades. Muchos tomarán la decisión de su vida durante esta época de sálvese quien pueda que se acrecienta dentro de los próximos meses en forma masiva. Son hermanos, hijos, primos, que buscarán otros rumbos. Esto significará que los núcleos familiares seguirán separándose y continuará una gran fuga de cerebros.
Aunque muchos se van tristes, es lo mejor que en muchos casos se puede hacer, sobre todo por el desempleo que viene y las pocas oportunidades de desarrollo profesional a corto y mediano plazo.
Poco a poco muchas personas empezarán a sentir espacios vacíos o cerrados: locales, negocios, empresas, calles, pisos enteros en centros comerciales, sitios que alguna vez fueron visitados por mucha gente, ahora se verán solitarios, alas enteras en los trabajo. Se notará una marcada diferencia en la conducta de la población por protección, una gran distancia entre las personas por temor a las agresiones físicas o verbales.
De Fidel y de Hugo se hablará mucho; de la tierra extranjera que pesa sobre el féretro del Comandante su premo también. Cambios en el gabinete de gobierno.
Cambios bruscos en el sector educación que repercutirán en la sociedad con manifestaciones violentas. Las persecuciones en el ámbito estudiantil y la intervención de las fuerzas represoras del Estado nos pondrán una vez más los nervios de punta. El agua será un tema constante. Las lluvias darán de qué hablar, la contaminación y la salubridad, las sequías y las crecidas, los efectos en el medioambiente de la canalización de los ríos y un embalse en el que se posarán los ojos de la nación, el lago de Valencia y la contaminación del lago de Maracaibo llenarán los titulares. En algunos lugares la carestía será tal que se pensará en abandonar el lugar para damnificarse.
Las cifras de fallecidos será la más alta de la historia. Muchos estarán predestinados a desencarnar en los próximos tiempos en Venezuela y llegará el día en el que ofrecer la vida sea el martirio máximo al que podamos acceder en el altar de la patria.
Peligro de cárcel para dos gobernadores. El narcotráfico campeará en los puertos y aeropuertos. Toneladas del maligno producto cruzarán el Atlántico y cada vez más se sumarán individuos descarriados a las filas del maligno ejército. Una avioneta en Estados Unidos dará de qué hablar y las inversiones en el Caribe serán mil millonarias son pretexto de lavar dinero.
Descarto cualquier poder en manos de la MUD. Si se sucediese el cambio cívico-militar predestinado, no estaría la Mesa representada. La Mesa tiende a desaparecer. Entre golpes y autogolpes, el próximo gobierno que se vislumbra sería principalmente de corte militar. Pero que no se crea que toda esta impronta nos conduce a la ruina irremediable, pues también se sacará del fondo del alma una fuerza, un ímpetu inusitado ante las dificultades, una fe imponderable en el Altísimo. El misticismo estará a la orden del día, la religiosidad y la búsqueda espiritual, el arte como lenguaje y expresión, la creatividad y todo lo que nos ayude a superar tanta agonía, pues enfrentaremos retos de supervivencia inusitados.
Nuestra alma se crecerá en la batalla, lloraremos lágrimas de sangre, pero siempre estaremos prestos para sumarnos a las huestes como guerreros, a las luces que desde el cielo ignoto nos conducen a mejores puertos, a la estrella matutina que anuncia la llegada del rey de los cielos.
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