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Cuba es potencial amenaza cibernética para Estados Unidos
por Alex Jorge (Notas) el Sábado, 26 de febrero de 2011 a la(s) 15:01
Cuba es potencial amenaza cibernética para Estados Unidos
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Por: Serio Boffelli
Diario Las Américas
Publicado el 02-25-2011
De acuerdo al doctor Manuel Cereijo, investigador y profesor de la Universidad de Miami, los Estados Unidos son vulnerables a ataques cibernéticos debido a su dependencia en el control de su infraestructura.
El académico e investigador considera que el gobierno norteamericano ya ha sufrido ataques, y aunque no ha identificado públicamente su origen, “Cuba tiene el potencial, las facilidades para realizarlos.”
Cereijo recordó que un ataque cibernético masivo a los Estados Unidos causaría un grave daño a nivel mundial, y que “en un documento parcialmente desclasificado de la CIA (Central de Inteligencia Americana), se documenta cómo Cuba comenzó en 1991 el estudio de cómo interferir redes computacionales mediante la introducción de virus y otros medios. Este proyecto tuvo un módico presupuesto de $5 mil. Ya para 1997, Cuba había invertido más de $800 millones en facilidades cibernéticas.”
El investigador señaló que la extinta Unión Soviética tenía en Cuba la base electrónica de espionaje de Lourdes, a la cual Cuba no tenía acceso directo, pero que “en 1994, Cuba negocia con Rusia la construcción y desarrollo de una base similar. La construcción duro 3 años, con un costo de $ 750 millones. Esta base se encuentra en Bejucal, y así se le reconoce, como la Base Electrónica de Bejucal.”
En opinión de Cereijo, esta base supone tener la capacidad de espiar telecomunicaciones de los Estados Unidos, así como la penetración en redes computacionales, interferencia microelectrónica, leer y/o alterar archivos, y hasta cambiar señales de comando de salida de computadoras que controlan infraestructuras primordiales de los Estados Unidos.
El académico informó que en 1999, Cuba y China firmaron un acuerdo mediante el cual personal chino colabora en Bejucal y otras facilidades, en lo que se llama Operación Titán. Al mismo tiempo, el uso de satélites ha pasado a ser de fabricación rusa, a china.
Las fuentes de Cerijo establecen las principales instalaciones de Cuba, encabezadas por la de Bejucal, en la Habana, en un área de 20 millas cuadradas, a un costo de $750 millones, donde trabajan 1,100 ingenieros, técnicos y personal de apoyo.
Tiene 3 grupos de antenas satélites, de los cuales un grupo es para espiar las telecomunicaciones de Estados Unidos en general, otro es para espiar teléfonos y computadoras, y un tercero es para espiar mediante el sistema de “reconocimiento de voz”, interceptando llamadas al reconocer el patrón de voz de la persona.
La información con que cuenta el conocido investigador, incluye que “el Bejucal posee equipos para investigación y desarrollo de armas asimétricas electrónicas, y tienen la capacidad para conducir ataques a las redes computacionales de Estados Unidos. Esta base cuenta con dos Computadoras de Alta Velocidad y Operación, adquiridos de China. Desde 1999 ambos gobiernos firmaron un acuerdo, mediante el cual personal chino opera desde la base, de la que el Directorado General de Inteligencia del Ministerio del Interior está a cargo.”
La lista abarca el complejo situado en la calle Paseo, entre 11 y 13, en Vedado, dedicado a la transmisión y recepción de radio, a un costo de $75 millones.
Otra son las oficinas centrales del Batallón de Guerra Electrónica, que alberga los equipos para interferir TV y Radio Martí, donde además “se hacen experimentos para interferir las telecomunicaciones en los Estados Unidos, especialmente en aeropuertos, y centros estratégicos.”
La lista continúa con el complejo de Cojimar, a un costo de $40 millones, en el que realizan actividades de espionaje y se experimenta con armas electrónicas; la finca del Wajay, en la Habana, especializada en operaciones de radio interferencia, alteraciones del medio ambiente, etc., a un costo de $15 millones; la finca de Santiago de Cuba, con las mismas funciones que la del Wajay; la Universidad de Ciencias Informáticas, UCI, establecida hace 6 años en la antigua base de Lourdes, con más de 10 mil estudiantes selectos, donde reciben educación privilegiada sobre redes computacionales.
Cereijo aseguró que “en el 2004 Cuba interfirió señales de un satélite de Estados Unidos que transmitía programación a Irán. Lo hizo desde la Base de Bejucal durante 6 semanas.
Esto no solo prueba la fuerte alianza entre Cuba e Irán, sino la alta tecnología que posee Cuba. El gobierno de los Estados Unidos ha reconocido infiltraciones y ataques a sus redes computacionales, con una posibilidad grande de que provienen de Cuba, el único país clasificado como terrorista capaz de realizar un ataque cibernético.”
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Por: Serio Boffelli
Diario Las Américas
Publicado el 02-25-2011
De acuerdo al doctor Manuel Cereijo, investigador y profesor de la Universidad de Miami, los Estados Unidos son vulnerables a ataques cibernéticos debido a su dependencia en el control de su infraestructura.
El académico e investigador considera que el gobierno norteamericano ya ha sufrido ataques, y aunque no ha identificado públicamente su origen, “Cuba tiene el potencial, las facilidades para realizarlos.”
Cereijo recordó que un ataque cibernético masivo a los Estados Unidos causaría un grave daño a nivel mundial, y que “en un documento parcialmente desclasificado de la CIA (Central de Inteligencia Americana), se documenta cómo Cuba comenzó en 1991 el estudio de cómo interferir redes computacionales mediante la introducción de virus y otros medios. Este proyecto tuvo un módico presupuesto de $5 mil. Ya para 1997, Cuba había invertido más de $800 millones en facilidades cibernéticas.”
El investigador señaló que la extinta Unión Soviética tenía en Cuba la base electrónica de espionaje de Lourdes, a la cual Cuba no tenía acceso directo, pero que “en 1994, Cuba negocia con Rusia la construcción y desarrollo de una base similar. La construcción duro 3 años, con un costo de $ 750 millones. Esta base se encuentra en Bejucal, y así se le reconoce, como la Base Electrónica de Bejucal.”
En opinión de Cereijo, esta base supone tener la capacidad de espiar telecomunicaciones de los Estados Unidos, así como la penetración en redes computacionales, interferencia microelectrónica, leer y/o alterar archivos, y hasta cambiar señales de comando de salida de computadoras que controlan infraestructuras primordiales de los Estados Unidos.
El académico informó que en 1999, Cuba y China firmaron un acuerdo mediante el cual personal chino colabora en Bejucal y otras facilidades, en lo que se llama Operación Titán. Al mismo tiempo, el uso de satélites ha pasado a ser de fabricación rusa, a china.
Las fuentes de Cerijo establecen las principales instalaciones de Cuba, encabezadas por la de Bejucal, en la Habana, en un área de 20 millas cuadradas, a un costo de $750 millones, donde trabajan 1,100 ingenieros, técnicos y personal de apoyo.
Tiene 3 grupos de antenas satélites, de los cuales un grupo es para espiar las telecomunicaciones de Estados Unidos en general, otro es para espiar teléfonos y computadoras, y un tercero es para espiar mediante el sistema de “reconocimiento de voz”, interceptando llamadas al reconocer el patrón de voz de la persona.
La información con que cuenta el conocido investigador, incluye que “el Bejucal posee equipos para investigación y desarrollo de armas asimétricas electrónicas, y tienen la capacidad para conducir ataques a las redes computacionales de Estados Unidos. Esta base cuenta con dos Computadoras de Alta Velocidad y Operación, adquiridos de China. Desde 1999 ambos gobiernos firmaron un acuerdo, mediante el cual personal chino opera desde la base, de la que el Directorado General de Inteligencia del Ministerio del Interior está a cargo.”
La lista abarca el complejo situado en la calle Paseo, entre 11 y 13, en Vedado, dedicado a la transmisión y recepción de radio, a un costo de $75 millones.
Otra son las oficinas centrales del Batallón de Guerra Electrónica, que alberga los equipos para interferir TV y Radio Martí, donde además “se hacen experimentos para interferir las telecomunicaciones en los Estados Unidos, especialmente en aeropuertos, y centros estratégicos.”
La lista continúa con el complejo de Cojimar, a un costo de $40 millones, en el que realizan actividades de espionaje y se experimenta con armas electrónicas; la finca del Wajay, en la Habana, especializada en operaciones de radio interferencia, alteraciones del medio ambiente, etc., a un costo de $15 millones; la finca de Santiago de Cuba, con las mismas funciones que la del Wajay; la Universidad de Ciencias Informáticas, UCI, establecida hace 6 años en la antigua base de Lourdes, con más de 10 mil estudiantes selectos, donde reciben educación privilegiada sobre redes computacionales.
Cereijo aseguró que “en el 2004 Cuba interfirió señales de un satélite de Estados Unidos que transmitía programación a Irán. Lo hizo desde la Base de Bejucal durante 6 semanas.
Esto no solo prueba la fuerte alianza entre Cuba e Irán, sino la alta tecnología que posee Cuba. El gobierno de los Estados Unidos ha reconocido infiltraciones y ataques a sus redes computacionales, con una posibilidad grande de que provienen de Cuba, el único país clasificado como terrorista capaz de realizar un ataque cibernético.”
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