El Proyecto Varela Contrapunteo. Por Manuel Cuesta Morúa

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

CONTRAPUNTO
La revista De Cuba ha invitado a Manuel Cuesta Morúa, el secretario general de la Corriente Socialista Democrática Cubana, y Osvaldo Alfonso Valdés, presidente del Partido Liberal Democrático de Cuba, para expresar sus puntos de vista sobre el Proyecto Varela.
VARELA PROJECT - salto con pértiga A LA DEMOCRACIAPor Manuel Cuesta Morúa
El impacto político del Proyecto Varela ha sido inmenso y sus aspectos psicológicos han sido extraordinarios. Esto despertó la curiosidad humana eterna en lo desconocido y, además de sus cualidades intrínsecas, lo atrapó la imaginación de la gente educada y ordinaria con la esperanza de signos de una alternativa política, en busca de signos de movimiento en medio de la calma y la inmovilidad oficial. Se merece el reconocimiento que ha recibido.
La idea de que no hay alternativas serias en Cuba es más que una realidad en los pronunciamientos de los medios Legal. La oposición es una realidad que ha tomado fuerza en la conciencia colectiva de los ciudadanos de Cuba, una realidad confirmada, si la confirmación se necesitaban, por la masiva participación en el proyecto. La respuesta del gobierno, una petición de carácter socialista del estado cubano a ser permanente, mostró una clara falta de imaginación y acaba de demostrar que la oposición tiene ahora un lugar permanente en la imaginación política del país. Una tarea difícil.
Aquí hay una cosa curiosa. Elites cubanas conocer el Padre Varela, quien nos enseñó qué pensar, mientras que el "pueblo" - una palabra que encuentro difícil de pronunciar - Sólo sé Varela que querían cambiarnos. Y no es gracias a sus élites que la gente conoce a sus héroes nacionales, pero gracias a la identidad de sus héroes forjar con las preocupaciones de la gente y sus deseos. Puedo exagerar identificación cubana con el Proyecto Varela, pero esta exageración me permite poner de relieve un hecho esencial - que los cubanos sienten cierta preocupación de que los promotores de este proyecto que gestiona la autenticación.
El hecho de que el Proyecto Varela anunció la posibilidad de poner fin al totalitarismo aumentado su atractivo para las personas con ciertas preocupaciones y anhelos. Muchas personas legítimamente quieren totalitarismo para terminar con un aterrizaje mano, pero yo no. ¿Por qué no?
A mi juicio, las alternativas ofrecidas por el Proyecto Varela fueron entre la racionalidad política y fervor, entre un enfoque apresurado y un enfoque reflexivo de cambio humano. Entre una tortilla rápida frito y un guiso cocido a fuego lento.
Para que el cambio democrático en Cuba, creo que la racionalidad, la deliberación y un guiso cocido a fuego lento es mejor. Es por eso que no promovió el salto con pértiga propuesto para la democracia que los organizadores del Proyecto Varela había preparado cuidadosamente. Pero si alguien insiste en intentarlo, que es su derecho democrático, que ningún demócrata debería oponerse.
Pero ¿qué es lo que quiero decir con la racionalidad como algo distinto de entusiasmo? Varias cosas. En primer lugar, los cálculos aritméticos no son una manera de obtener reconocimiento por los valores. Los derechos humanos no puede ser concedida por el voto de 51 por ciento a favor y se lo llevaron por el voto de 51 por ciento en contra, de acuerdo con la lógica legítima del juego democrático. Para decirlo de otra manera, todos los individuos que son iguales deben reconocer su mutua condición humana idénticos, porque la gente o las mayorías no son superiores a sus ciudadanos.
En segundo lugar, tal esfuerzo no debe poner en peligro su propia legitimidad. Este gobierno no tiene la costumbre de regalar trozos de la Constitución por lo que no aceptó el reto propuesto. A pesar de la agitación social, político y mediático que acompaña a la propuesta de referéndum habría sido interesante, la derrota habría sido una posibilidad en un asunto en el que la habilidad política tiene serias limitaciones. Y no alcanzo a comprender la legitimidad de un voto en mi barrio para determinar si tengo derecho a expresar mis opiniones libremente.
En tercer lugar, los objetivos políticos deberían mantener una relación mínima con sus posibilidades. No veo cómo un gobierno que se reúne hoy para discutir si es o no permitirá a sus ciudadanos a salir del país, se reunirán mañana para preparar su posible derrota propia. Uno debe ser racional y deliberada. Pero, por supuesto, todo depende de la perspectiva.
Creo que estoy en lo cierto cuando interpreto el Proyecto Varela como sigue. Según su lógica, la mejor manera de salir de la crisis es por medio de elecciones libres. El más rápido de organizar las elecciones, más rápida de salir de la crisis. Se salta la pistola, ya que la democracia se asocia con el mecanismo para ganar el poder en lugar de que las condiciones necesarias para ejercer el poder democráticamente. Es como decir, el gobierno democrático primera sociedad, democrática después. Es un enfoque que podría ser válido pero no creo que sea correcto en las condiciones que tenemos en Cuba.
El punto de vista que comparto con muchos compatriotas es que un aterrizaje suave del totalitarismo que se necesita. El régimen ya está perdiendo una parte importante de su capacidad de dominar y reprimir, y esto está permitiendo a la sociedad civil y política para que se organice de una forma más definida y un mejor clima para la identificación del ciudadano con alternativas.
Todas las sociedades democráticas celebrar elecciones libres. Pero todos ellos también disfrutan de una tela de las libertades más o menos consolidados que se expresan a través de un marco de una sociedad civil fuerte - medios de comunicación libres e independientes, organismos autónomos, un sentido de ciudadanía, el reconocimiento legal de alternativas políticas y, sobre todo, un consenso básico sobre la valores que permiten que el juego democrático, sobre la base de los acuerdos fundamentales destinadas a prevenir la descomposición de la sociedad. Las elecciones libres son parte de, y el resultado de esta interacción libre de espacios diversos, diferentes y definidos, no en su premisa.
Hay una gran diferencia entre los países organizados según los principios de una sociedad abierta y los organizados en líneas cerradas de la sociedad. En el primero, puede haber desacuerdos sobre las metas, pero casi nunca de los medios para alcanzarlos. Esto es lo que se entiende por ponerse de acuerdo sobre las reglas del juego. En el segundo, hay desacuerdos sobre las metas y los medios, porque no hay puntos de referencia compartidos socialmente acerca de la organización de la sociedad.
Es por eso que necesitamos el guiso cocido a fuego lento. Hemos de preparar estos puntos de referencia comunes lentamente, y al mismo tiempo crear los espacios necesarios dentro del cual pueden interactuar de manera productiva. Usted no llega a un destino si no hay un camino a la misma (o sin paracaídas). Y para ciertos destinos, necesita caminos especiales.
Las democracias suelen resolver las crisis llamando a elecciones inmediatas. Un gobierno reemplaza a otro y, a veces resuelve la crisis. Pero estos son claramente bien pateados caminos. Las sociedades totalitarias no han resuelto sus propias crisis llamando a elecciones libres inmediatas, en parte porque primero tienen que reconstruir el concepto de libertad y de todos sus actores, y porque deben por lo menos tener un mínimo control sobre el calendario de las elecciones.
¿Cuáles son los caminos correctos que deben ser construidos con el fin de alcanzar la democracia? Todos nosotros estamos pensando en esto. Pero hay dos condiciones básicas que me parecen esenciales, que son comunes a todas las transiciones pacíficas que han tenido lugar en otros países - el diálogo y el reconocimiento mutuo entre los adversarios.
Esto es diferente de tratar de salto con pértiga a la democracia. Con un salto con pértiga no hay garantía de que no habrá elecciones libres donde caer.

VARELA PROJECT - ALTERNATIVA VÁLIDAPor Osvaldo Alfonso Valdés
El Proyecto Varela fue entregado a la Asamblea Nacional el 10 de marzo del año pasado. Un total de 11.020 cubanos en todas las provincias del país, firmó el proyecto, que fue submaitted en virtud del artículo 88 (g) de la Constitución vigente. Esta constitución es, sin duda, uno que refleja el orden anti-democrático que prevalece en Cuba. Sin embargo, otorga ciertos derechos, incluyendo el que otorga el artículo 88 (g).
El proyecto propone cinco puntos, y pide a la Asamblea Nacional para convocar un referéndum para preguntar a la gente si están a favor de estos cinco puntos.
Este es un resumen de los cinco puntos:1 - El derecho a la libertad de asociación y de reunión y el derecho a la libertad de expresión y libertad de prensa.2 - Una amnistía para los presos políticos que no han cometido actos de violencia.3 - El derecho de los ciudadanos a las empresas privadas, en forma individual o colectiva.4 - Una revisión de la ley electoral con el fin de democratizar el proceso electoral en Cuba.5 - La celebración de elecciones generales dentro de 260 a 365 días del referéndum.
El Proyecto Varela encontrado con muchas dificultades antes de ser presentado a la Asamblea Nacional. La Seguridad del Estado llamado salió de su camino para obstruir esta iniciativa pacífica y evitar que prospera. Las amenazas, arrestos, incautación de las listas de firmas, las palizas de activistas y la firma de forja se generalizaron durante los meses anteriores a su presentación. También tenía críticos y opositores, incluso dentro de la oposición. Algunos explicaron por qué no lo apoyó mientras que otros lo acusaron de marxista, ya que se basa en la constitución del régimen.
Aquellos de nosotros que hemos soportado el Proyecto Varela no creo que sea perfecto. Podría haber sido mejor. Sin embargo, sus logros son indiscutibles. El hecho de que una iniciativa de la oposición logró ganar el apoyo de miles de ciudadanos que no pertenecen a organizaciones de la oposición marcó un salto cualitativo en la actividad independiente de la sociedad civil. Por primera vez, una forma se encontró que conseguir que miles de personas se unan para exigir un cambio democrático. La oposición asumió un papel de liderazgo para muchos ciudadanos, rompiendo la cultura del miedo.
La afirmación de que el Proyecto Varela es marxista porque se basa en un derecho reconocido por la Constitución del régimen no es grave. ¿Cuál de los cinco puntos supondría la aplicación de las proposiciones marxistas? Eran las personas que votaron en el referéndum no de Pinochet en Chile fascistas porque era su referéndum? ¿Alguien convertido en un marxista cuando se va al registro de asociaciones y le pregunta si puede registrar una organización independiente de la sociedad civil o institución? Esto es obviamente una idea absurda.
Algunos de los detractores del proyecto argumentan que los derechos que promueve no se someta a un referéndum porque son derechos inalienables. Este es un argumento filosófico. Pero se trata de un régimen tiránico que viola estos derechos y propuestas prácticas son la única respuesta posible a esta realidad. Filosofando eternamente en torno a una mesa no despertar a los ciudadanos y no los conseguirá para exigir los derechos que están siendo pisoteados.
Además, pensando en el pueblo cubano no puede votar a favor de las libertades y de los cambios necesarios para que puedan ser respetados, es dudar de su deseo de libertad. Los promotores del Proyecto Varela han dicho, además, que el texto de la iniciativa debe ser publicado para que todo el mundo es consciente de ello.
La sociedad cubana necesita un cambio y una respuesta negativa de la Asamblea Nacional no paralizaría la demanda popular expresada en las miles de firmas para el Proyecto Varela, que los ciudadanos sigan dando libremente. Esta es la fuerza del proyecto. La lucha pacífica tendrá éxito en la medida en que gane un apoyo mayor y más explícito por parte del público. Nadie ha escuchado alguna vez de una tiranía suicida que se sentó a negociar con la oposición sin estar bajo la presión popular. Las tiranías no va a negociar, siempre y cuando ellos piensan que pueden sobrevivir en contra de la voluntad del pueblo. La alternativa es dejar que el tiempo decida el futuro, y eso no es muy responsable.
El Proyecto Varela no tiene la pretensión de ser la propuesta única oposición, pero ninguna otra ha logrado el apoyo explícito de miles de ciudadanos que se sobrepuso a su miedo para que la firme. Tampoco es sólo un procedimiento parlamentario. Es una campaña que está creciendo y seguir adelante.
El parlamento cubano aún no ha respondido a los miles de ciudadanos que firmaron la propuesta redactada por el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y promovido con éxito por todo el mundo Unidos (TU). La reacción del gobierno fue a recoger 8 millones de firmas en un clima de enorme presión sobre la opinión pública con el objetivo de apoyar la irreversibilidad del socialismo en la Constitución. Mientras tanto, los artículos sobre los que se basa la solicitud de referéndum siguen siendo válidos.
Un artículo de la revista puede incluir argumentos, razones y opiniones. Pero no hay mejor argumento que el apoyo que el Proyecto Varela sigue cosechando a nivel internacional y, lo más importante, dentro de Cuba.