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jueves, 29 de marzo de 2012

La Versión Atea de la Homilia del #PapaCuba en la Habana

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
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   Ignoradas pero No Olvidadas

HOMILÍA DE BENEDICTO XVI EN LA MISA DE LA PLAZA DE LA REVOLUCIÓN EN LA HABANA

Versión para ateos y cubanos
 Interpretación de las Palabras de Pedro, representante de Dios en la tierra

Miércoles 28 de marzo de 2012

Queridos hermanos y hermanas:
«Bendito eres, Señor Dios…, bendito tu nombre santo y glorioso» (Dn 3,52). Este himno de bendición del libro de Daniel resuena hoy en nuestra liturgia invitándonos reiteradamente a bendecir y alabar a Dios. Somos parte de la multitud de ese coro que celebra al Señor sin cesar. Nos unimos a este concierto de acción de gracias, y ofrecemos nuestra voz alegre y confiada, que busca cimentar en el amor y la verdad el camino de la fe.

«Bendito sea Dios» que nos reúne en esta emblemática plaza, para que ahondemos más profundamente en su vida. Siento una gran alegría de encontrarme hoy entre ustedes y presidir esta Santa Misa en el corazón de este Año jubilar dedicado a la Virgen de la Caridad del Cobre.

Saludo cordialmente al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, y le agradezco las corteses palabras que me ha dirigido en nombre de todos. Extiendo mi saludo a los Señores Cardenales, a mis hermanos Obispos de Cuba y de otros países, que han querido participar en esta solemne celebración. Saludo también a los sacerdotes, seminaristas, religiosos y a todos los fieles aquí congregados, así como a las Autoridades que nos acompañan.

En la primera lectura proclamada, los tres opositores (#OZT #JWS #WVM), perseguidos por el soberano Castro, prefieren afrontar la muerte abrasados por el fuego antes que traicionar sus ideales y su fe. 

Ellos encontraron la fuerza de condenar al Régimen Totalitario en la convicción de que la Opinión Pública Internacional nos los abandonarían a la muerte y a la nada. En efecto, Dios y el pueblo  nunca abandona a sus hijos, nunca los olvida. Él está por encima de nosotros y es capaz de salvarnos con su poder. Al mismo tiempo, es cercano a su pueblo y, por su hijo asesinado  #OZT, ha deseado poner su morada entre nosotros.

«Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Jn 8,31). En este texto del Evangelio que se ha proclamado, Jesús se revela como el Hijo de Dios Padre, el Salvador, el único que puede mostrar la verdad y dar la genuina libertad. No existe otra vía que no se la de la Igelsia para abrir los espacios democráticos y libertades en la Cuba actual de forma pacífica y sin caos.

Su enseñanza (#LauraPollan, #OZT #JWS #WVM) provoca resistencia e inquietud entre sus interlocutores, y Él (Castro)  los acusa de buscar su muerte, aludiendo al supremo sacrificio en la cruz, ya cercano. Aun así, los conmina a creer, a mantener la resistencia, la desobediencia ciudadana  y la Lucha pacífica, para conocer la verdad que redime y dignifica.

En efecto, la verdad (que no es la de Castro) es un anhelo del ser humano, y buscarla siempre supone un ejercicio de auténtica libertad. Muchos, sin embargo, prefieren los atajos (Emigran del país, de su patria) e intentan eludir esta tarea. Algunos, como Raúl Castro, ironizan con la posibilidad de poder conocer la verdad ("nuestra verdad que siempre se abre paso", decia)  (cf. Jn 18, 38), proclamando la incapacidad del pueblo cubano para alcanzarla o negando que exista Gobierno Incluyente y de justicia  para todos fuera de su mandato

Esta actitud de  Castro, como en el caso del escepticismo y el relativismo, produce un cambio en el corazón, haciéndolos fríos, vacilantes, distantes de los demás y encerrados en sí mismos.

 Personas que se lavan las manos como el gobernador romano y dejan correr el agua de la historia sin comprometerse (el seguro caos que se formará en el futuro se lo están dejando a otros).

Por otra parte, hay otros como Raúl Castro y Fidel Castro que interpretan mal esta búsqueda de la verdad, llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en «su verdad» (que es ya una mentira comprobada)  e intentando imponerla a los demás. Son como aquellos legalistas obcecados que, al ver a Jesús golpeado y sangrante, gritan enfurecidos: «¡Crucifícalo!» (cf. Jn 19, 6). Después de haber conducido al pueblo a la mayor crisi y miseria de la historia, ahora le piden más sacrificios. Sin embargo, quien actúa irracionalmente como los Castro y su clan de servidores, no puede llegar a ser discípulo de Jesús. Fe y razón son necesarias y complementarias en la búsqueda de la verdad. (La Libertad)


Dios creó al hombre con una innata vocación a la verdad (Libertad) y para esto lo dotó de razón. No es ciertamente la irracionalidad, sino el afán de (Libertad) verdad, lo que promueve la fe cristiana. Todo ser humano ha de indagar la verdad (búsqueda de la Libertad)  y optar por ella cuando la encuentra, aun a riesgo de afrontar sacrificios. (represión, persecusión, chantaje, difamación, actos de repudio, carcel, la muerte)

Además, la (libertad) verdad sobre el hombre es un presupuesto ineludible para alcanzar la libertad, pues en ella descubrimos los fundamentos de una ética con la que todos pueden confrontarse, y que contiene formulaciones claras y precisas sobre la vida y la muerte, los deberes y los derechos, el matrimonio, la familia y la sociedad, en definitiva, sobre la dignidad inviolable del ser humano. 

Este patrimonio ético (el ser verdaderamente libres) es lo que puede acercar a todas las culturas, pueblos y religiones, las autoridades y los ciudadanos, y a los ciudadanos entre sí, a los creyentes en Cristo con quienes no creen en él.

El cristianismo, al resaltar los valores que sustentan la ética, no impone, sino que propone la invitación de Cristo a conocer la verdad que hace libres. El creyente está llamado a ofrecerla a sus contemporáneos (derecho de Asociación, reunión, Libertad de Expresión), como lo hizo el Señor, incluso ante el sombrío presagio del rechazo y de la cruz (aunque existan otro criterios). 

El encuentro personal con quien es la verdad (la comunicación entre cubanos de aqui y de allá) en persona nos impulsa a compartir este tesoro con los demás, especialmente con el testimonio.

Queridos amigos, no vacilen en seguir (luchando y manifestándose de forma pacífica) a Jesucristo. En él (de esa forma) hallamos la (libertad) verdad sobre Dios y sobre el hombre. (El pueblo auténtico) Él nos ayuda a derrotar nuestros egoísmos, a salir de nuestras ambiciones y a vencer lo que nos oprime. El que obra el mal (como lo hace el Castrismo en la persona de los hermanos Castro), el que comete pecado, es esclavo del pecado y nunca alcanzará la libertad (cf. Jn 8,34). Sólo renunciando (al Régimen Castrista Totalitario) al odio y a nuestro corazón duro y ciego seremos libres, y una vida nueva brotará en nosotros.

Convencido de que Cristo es la verdadera medida del hombre, y sabiendo que en él se encuentra la fuerza necesaria para afrontar toda prueba, deseo anunciarles abiertamente al Señor Jesús como Camino, Verdad y Vida (La Libertad). En él todos hallarán la plena libertad, la luz para entender con hondura la realidad y transformarla con el poder renovador del amor.

La Iglesia vive para hacer partícipes a los demás de lo único que ella tiene, y que no es sino Cristo, esperanza de la gloria (cf. Col 1,27). Para poder ejercer esta tarea, ha de contar con la esencial libertad religiosa (espacios, lugares, medios y plazas) , que consiste en poder proclamar y celebrar la fe también públicamente, llevando el mensaje de amor, reconciliación y paz que Jesús trajo al mundo. 

Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe (Gracias a esas gloriosas mujeres conocidas como Las Damas de Blanco). Sin embargo, es preciso seguir adelante, y  deseo (exigir) animar a las instancias gubernamentales de la Nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar por este camino de genuino servicio al bien común de toda la sociedad cubana.

El derecho a la libertad religiosa, tanto en su dimensión individual como comunitaria, manifiesta la unidad de la persona humana, que es ciudadano y creyente a la vez. Legitima también que los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad. Su refuerzo consolida la convivencia, alimenta la esperanza en un mundo mejor, crea condiciones propicias para la paz y el desarrollo armónico, al mismo tiempo que establece bases firmes para afianzar los derechos de las generaciones futuras.

Cuando la Iglesia pone de relieve este derecho, no está reclamando privilegio alguno. 

Pretende sólo ser fiel al mandato de su divino fundador, consciente de que donde Cristo se hace presente, el hombre crece en humanidad y encuentra su consistencia. Por eso, ella busca dar este testimonio en su predicación y enseñanza, tanto en la catequesis como en ámbitos escolares y universitarios (Libertades individuales y Propiedad Privada). 


Es de esperar que pronto llegue aquí también el momento de que la Iglesia pueda llevar a los campos del saber (los medios como propiedad privada) los beneficios de la misión que su Señor le encomendó y que nunca puede descuidar. (el periodimos critico ciudadano)

Ejemplo preclaro de esta labor fue el insigne sacerdote Félix Varela, educador y maestro, hijo ilustre de esta ciudad de La Habana, que ha pasado a la historia de Cuba como el primero que enseñó a pensar a su pueblo. 

El Padre Varela nos presenta el camino para una verdadera transformación social: (No el Marxismo ni el Leninismo) formar hombres virtuosos para forjar una nación digna y libre, ya que esta trasformación dependerá de la vida espiritual del hombre (el gran vacio del Comunismo), pues «no hay patria sin virtud» (Cartas a Elpidio, carta sesta, Madrid 1836, 220). Cuba y el mundo necesitan cambios (Cuba-EE.UU), pero éstos se darán sólo si cada uno está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad.(Voluntad política y no Politica por voluntad, que viene acompañada de hambre, escasez, miseria y muertes)

Invocando la materna protección de María Santísima, pidamos que cada vez que participemos en la Eucaristía nos hagamos también testigos de la caridad, que responde al mal con el bien (cf. Rm 12,21), ofreciéndonos como hostia viva a quien amorosamente se entregó por nosotros. (Sigamos Luchando, exigiendo y reclamando usando los Métodos pacifistas de Gandhi, el empoderamiento ciudadano)
Caminemos a la luz de Cristo (Con la protección de la Iglesia, que es una Institución muy importante en el Mundo), que es el que puede destruir las tinieblas del error (El Comunismo). Supliquémosle (a los Castro) que, con el valor y la reciedumbre de los santos, lleguemos a dar una respuesta libre, generosa y coherente a Dios, sin miedos ni rencores.

Amén.



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