N.E Nada que ver con el Blog GeneracionY
Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
Quien no ha oído hablar de la Generación Y es que ciertamente no
leído nada sobre gestión, negocios, redes sociales o empleo durante
los últimos 12 meses. Este grupo, muy específico, está forzando un
cambio de paradigma acelerado dentro de la empresa.
A diferencia de las generaciones anteriores, los miembros de la
generación Y ya no se sienten motivados por las mismas cosas. "Los Y"
han crecido con la tecnología, que ya no es un accesorio para ellos
sino una parte integral de sus vidas. La Generación Y abre seis
ventanas de chat, escucha música, actualiza sus redes sociales, habla
por teléfono y responde mensajes de correo electrónico al mismo tiempo
que prepara un informe o realiza un análisis de datos. ¿Imposible? No
para la Generación Y. Esta generación nació acostumbrada a hacer mil
cosas a la vez. Para ellos, la velocidad es otra. Y siempre quieren
más y más…
El lapso temporal existente entre la generación anterior y ésta no es
suficiente para justificar la gran diferencia entre ambos perfiles. Y
es el perfil de la generación Y el que está provocando que las
empresas estén "patinando" a la hora de retener a estos profesionales.
Los profesionales de la generación Y son buenos. Sí, muy bien – además
representan casi la mitad de la fuerza de trabajo del mundo. Pero no
quieren (ni aceptan) ser agentes pasivos del proyecto empresarial. O
participan, o están fuera.
La Generación Y se siente motivada para compartir. Es posible que aún
no tienda por qué para ellos resulta completamente normal tener un
perfil de Facebook, Twitter, un séquito de seguidores y amigos, y un
timelime interminable, pero así es, porque los miembros de la
Generación Y participan de las redes sociales por ser ámbitos de pura
colaboración y compartición.
En las redes sociales se puede hablar, dar una opinión y ser
escuchado. Son un espacio para de pedir, indicar, opinar, preguntar,
cuestionar y construir. Eso es la colaboración.
Y debido a que las redes sociales están tan cerca de estos
profesionales, uno de los grandes debates de hoy es si se permite o no
el uso de las redes sociales dentro de las empresas. Existen
investigaciones que cuantifican la pérdida de tiempo, mientras que
otras demuestran que las redes sociales aumentan la productividad.
En mi caso, tengo una agencia de Social Media -donde todos los
empleados son, por supuesto, los representantes clásicos de la
generación Y-. En la empresa siempre he permitido el uso de las redes
sociales, ya que, por convicción, creo en su potencial. Además de que
yo soy la primera que tiene siempre a mano el iPhone para revisar y
actualizar mi Facebook y Twitter… ¡incluso antes de salir de la cama
para cepillarme los dientes! Pero confieso que a veces me preocupa un
poco el tiempo que se dedica a las redes sociales y si en realidad
ayuda a ser productivo o no.
Por todo ello, es muy divertido para mí acompañar el trabajo de mi
empresas y mi equipo con Zyncro. No se eliminan las redes sociales
tradicionales de su rutina, sino que se incorporan al ámbito
profesional, y ahora consigo ver cómo aumenta la productividad gracias
a un entorno y una herramienta colaborativa que es "familiar" para
todos nosotros. El equipo trabaja de una manera mucho más cohesionada.
Todo el mundo tiene la misma información. Y lo mejor de todo, ¡les
encanta!
El "te acabo de enviar un e-mail" fue reemplazado por el "acabo de
publicar en Zyncro." Un gran ahorro…
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