Taken from facebook
Hillary Clinton and classical Propaganda towards the socialist totalitarianism
It is obliged populist trend among governments, especially the left, the need to look for an external enemy, the speech against this, keep away the concern of the people from the real problems facing the country. Hillary Clinton, not to be outdone, and in anticipation that can win the elections next November 8th, has already chosen his, unearthed the ghost of Russia from the depths of the trunk of memories, to accuse that country of all our ills and evils of the world, as in the worst days of the cold war.
But not only it has been dedicated to attack viciously so from his third world view of history and society, designated as "the enemy" but passage has been used to accuse Donald Trump, his rival in the race policy for the post of Commander in Chief of the United States of colluding with that archenemy against it, his party and the American people, who in his messianism, believes that only she and the political organization in that militates, may represent.
Too classic to that we have not yet seen it many times in recent history and geographically closer. We have seen them start with a speech so full of promise that they know unachievable, ending after expropriating factories and land, by shooting or getting into jail political opponents, forcing exile who do not want them, etc.
Now Trump accused to agree with the Russians to be robbed several thousand emails which are made discovered many of his lies, hoaxes and dubious dealings. Tomorrow we will accuse us who oppose him; to sabotage their plans, of spying for their enemies, to enrich ourselves at the expense of working people and all that comes to mind, without caring much if what you say is true or not, or if within that circle of "internal enemies "there are people from all levels of society and different ways of thinking.
few weeks ago and gave a sample button on this, when in a speech before a group of his followers and before the television cameras of half the world, accused half of supporters of Trump, ie approximately quarter of the population, since at the time the surveys gave as tied in voter preference, if a basket of deplorable and irredeemable beings, "racist, sexist, homophobic, xenophobic and Islamophobic" according to their own and and indelible words.
But unfortunately it is not alone. To manipulate public opinion, especially the most ignorant and the most dependent on government handouts, which very often are the same, has the most enormous, vile and biased media apparatus that has been serving any politician in modern history.
Hitler perhaps could have had more control over the handful of media that allowed them to survive in Nazi Germany, but never had the hundreds of thousands of newspapers, radio stations and television, Internet sites and magazines with which now the candidate Clinton, campaigning for her 24 hours and not only in the US but in dozens of countries around the world.
Hopefully, as happened with Richard Nixon, who despite the extremely dirty campaign waged against him the press, won re-election in 49 of the 50 states, pass this time the same and the Americans votantentes show that left no manipulated by those liars.
Hilary Clinto quiere ser Seleccionada Trump prefiere ser Electo
Hillary Clinton y la clásica Propaganda hacia el totalitarismo socialista
Es tendencia obligada entre los gobiernos populistas, sobre todo de izquierda, la necesidad de buscarse un enemigo externo, para con el discurso en contra de este, mantener alejada la preocupación de la gente de los problemas reales que aquejan al país. Hillary Clinton, para no ser menos, y en previsión de que pueda ganar las elecciones el próximo ocho de noviembre, ya ha elegido el suyo, desenterrado el fantasma de Rusia desde lo más hondo del baúl de recuerdos, para acusar a ese país de todos nuestros males y los males del mundo, como en los peores tiempos de la guerra fría.
Pero no solo se ha dedicado a atacar con saña a lo que desde su visión tercermundista de la historia y de la sociedad, ha designado como "el enemigo", sino que de paso ha aprovechado para acusar a Donald Trump, su rival en la carrera política para ocupar el puesto de Comandante en Jefe de los Estados Unidos, de estar coludido con ese archienemigo, en contra de ella, de su partido y del pueblo estadounidense, al que en su mesianismo, cree que solamente ella y la organización política en la que milita, pueden representar.
Demasiado clásico como para que no lo hayamos visto muchas veces aún en la historia reciente y geográficamente más cercana. Los hemos visto comenzar con un discurso así, lleno de promesas que ellos mismos saben incumplibles, para terminar luego expropiando fábricas y tierras, fusilando o metiendo en la cárcel a oponentes políticos, obligando a exiliarse a quienes no los desean, etc.
Ahora acusa a Trump de ponerse de acuerdo con los rusos para que le roben varios miles de correos electrónicos en los que se ponen a descubierto muchas de sus mentiras, patrañas y manejos dudosos. Mañana nos acusará a quienes nos le opongamos; de sabotear sus planes, de espiar para sus enemigos, de enriquecernos a costa del pueblo trabajador y de todo cuanto se le ocurra, sin que le importe mucho si lo que dice es cierto o no, ni si dentro de ese círculo de "enemigos internos", hay personas de todos los niveles de la sociedad y de diversas formas de pensar.
Hace pocas semanas ya dió un botón de muestra acerca de esto, cuando en un discurso frente a un grupo de sus seguidores y ante las cámaras de la televisión de medio mundo, acusó a la mitad de los partidarios de Trump, es decir a aproximadamente un cuarto de la población del país, dado que en ese entonces las encuestas los daban como empatados en la preferencia de los electores, de ser un canasto de seres deplorables e irredimibles, "racistas, sexistas, homófobos, xenófobos e islamófobos", según sus propias y ya imborrables palabras.
Pero por desgracia no está sola. Para manipular a la opinión pública, especialmente a los más ignorantes y a los que más dependen de las dádivas gubernamentales, que con mucha frecuencia son los mismos, cuenta con el aparato mediático más gigantesco, vil y parcializado que haya estado al servicio de cualquier político en la historia moderna.
Hitler tal vez pudo haber tenido más control sobre el puñado de medios de comunicación a los que les permitió sobrevivir en la Alemania nazi, pero nunca contó con los cientos de miles de periódicos, estaciones de radio y televisión, páginas en Internet y revistas con los que cuenta ahora la candidata Clinton, haciendo campaña por ella las 24 horas y no solamente en los Estados Unidos, sino en decenas de países alrededor del mundo.
Esperemos que, como sucedió con Richard Nixon, quien a pesar de la extremadamente sucia campaña que libró contra él la prensa, ganó su reelección en 49 de los 50 estados, pase esta vez lo mismo y los votantentes norteamericanos demuestren que no se dejan manipular por esos mentirosos.
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