Una Tiñosa posada en Miraflores y un Zamuro en la Plaza de la Revolución en La Habana #Venezuela #MUD

Darsi Ferret

La receta que acaba de implemetar Nicolas Maduro en Venezuela no es mas que el reflejo de la poca creatividad y el estrecho margen de maniobra de los regimenes dictatoriales. Se trata de aplicar la formula estalinista aprendida de la obsoleta gerontocracia cubana... no hay mas nada en el saco, ni tienen de donde buscar.
Por eso el reciente nombramiento del Ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, como jefe de todos los ministros del gobierno. De este modo queda colocado como segundo hombre al mando del poder.
Frente a la creciente depauperacion de la situacion economica, politica y social reinante en la nacion sudamericana, que amenaza con el colapso y explosion de un estallido social, la cupula chavista decidio acelerar en direccion de la militarizacion de todos los estratos del Estado.
Fieles seguidores del manual totalitario, viven entregados a la obsesion de aplicar la fuerza y la represion como medio de aplastar a sus adversarios y de imponerse ante la falta de legitimacion y los constantes fracasos. Sus estrategias son sencillas: doblegar usando la fuerza, la intimidacion y el terror.
Lo mas interesante de esta historia es que esta mas que probado que el mecanismo de la represion tiene fecha de caducidad. O sea, funciona hasta un limite. Llegado el tope se vuelve infuncional y pierde la capacidad de entrar por el redil a la manada en estampida.
Solo hay que mirar lo que sucedio con Ceaucescu, Honecker, Mubarak o Gadafi. El pueblo les paso por encima a todos esos dictadores, y sus aparatos represivos no habian perdido capacidad arrolladora, estaban engrasados a todo tren y de nada les sirvio.
Cuando la reaccion de los pueblos alcanza el grado de rompimiento con el status quo, se decide por los cambios y su protesta es masiva, no hay quien los pare. Y curiosamente la represion provoca el efecto contrario, enerva mas los animos y determina mayor fuerza de rechazo.
Asi que tal como van las cosas, es hora de irles dicendo: "Bye Bye, Maduro, y, por supuesto, Bye Bye a los Castro". La guadaña les viene encima.