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viernes, 25 de septiembre de 2015

#unidad o Chavismo otra vez más? El gran dilema del ciudadano en #Venezuela Por @FelixseijasR

Noticias en Venezuela: Que Leopoldo Ni Qué Nada. Por @FelixseijasR



EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO



Que Leopoldo Ni Qué Nada. Por @FelixseijasR








Vaya donde Juana Sifontes en La Vega y pregúntele cuánto le
preocupa la sentencia de Leopoldo López. Ella forma parte del 15% de
venezolanos que se autodenominan chavistas, pero que están desencantados
de la actual administración del presidente Maduro. Juana debe hacer
colas de dos y tres horas para comprar harina y aceite. Además, se
conoce todas las farmacias de Caracas persiguiendo la medicina que su
mamá debe tomar todos los días. Ella cuenta, entre lágrimas, que a su
bebé le está dando chicha mezclada con leche completa porque hace rato
que no consigue la formulada. Ahora bien, vaya usted y pregúntele si le
preocupa mucho lo de Leopoldo López. Seguramente su respuesta será algo
como “qué Leopoldo ni qué nada”. Y Juana sabe del caso. A ella incluso
le parece un poco injusto lo sucedido, aunque guarda ciertas dudas sobre
si el hombre es o no culpable. Chávez le dijo durante años, desde su
televisor, que esa gente era mala. Ella no los ve tan malos, pero su
Comandante sabía mucho y era muy inteligente, así que algo de eso debe
ser verdad. Lo que sí es cierto es que con todo lo que Juana debe
resolver día a día, el caso de López ocupa un puesto bastante bajo en su
muro de preocupaciones.

Lo que Juana desea es que cesen sus
problemas. Ella no aspira a una quinta en La Lagunita ni a una Hummer en
su garaje. Ella quiere rescatar su tranquilidad. Ella desea ir al
abasto y saber que va a encontrar leche de fórmula y que dispone del
dinero para comprarla sin sacrificar su propia comida o las vacaciones
adonde su hermana en Sinamaica. Pero ya Juana no confía en que el actual
gobierno le puede garantizar aquello. Entonces ella busca opciones,
voltea la mirada hacia la oposición, y por primera vez se hace de manera
seria la pregunta: ¿Será que vale la pena?


Para que ante
Juana la oposición “valga la pena”, esta debe sonar preocupada por los
problemas de ella y además transmitir que tiene la capacidad para
resolverlos. Y para que a su vez eso sea creíble, la oposición debe
mostrarse seria, transparente y, sobre todo, dueña de un accionar
coherente producto del atributo más valorado por la población: “unidad”.
Es aquí donde los factores concentrados en la MUD, dando los pasos
correctos, pueden capitalizar de mejor manera un hecho lamentable, pero
ya consumado: la injusta sentencia a Leopoldo López.

Las señales
que harían que Juana se mostrase interesada en la oposición son aquellas
que transmitan intereses colectivos. Y estas señales bien pueden
reflejarse en la preocupación de los factores opositores, no por una
persona en específico, sino por lo que él representa, y que además, en
ese camino los intereses particulares de cada tolda sean dejados atrás
en la búsqueda del bien común. El caso López debe percibirse como la
injusticia de un familiar asesinado por un par de zapatos, como la
obligación de hacer colas de horas para comprar azúcar, como el hecho de
no conseguir un medicamento, de que el dinero no alcance para un
mercado decente, de no visualizar un futuro, de no tener esperanzas. La
oposición debe lograr tal conexión y la debe lograr en positivo, sin
transmitir odios o deseos de venganza. Hay que mantener siempre presente
que Juana quiere un cambio porque las cosas no andan bien, no porque
odie a alguien dentro del gobierno. Percibir tal sentimiento la asusta.

¿Por
qué hago énfasis en el sector de la población al que representa Juana?
Porque ese sector se parece mucho a aquel que dice no ser ya chavista,
pero que tampoco está convencido de que la oposición sea una alternativa
válida, así como tiene también mucho en común con aquellos que han
empezando a ver a la oposición como una posibilidad, pero que, incluso
diciendo que votarían por ellos, aún guardan ciertas reservas. Y son
estos grupos -que en conjunto representan a 40% de la población inscrita
en el RE- quienes constituyen el mercado electoral, es decir, el
terreno bien sea por ganar o por consolidar. El restante 60% ya tiene
decidido por quién votar; aquí el trabajo de ambas fracciones,
oficialismo y oposición, consiste en asegurarse de que los “suyos”
asistan a sufragar.

@felixseijasr

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