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miércoles, 24 de septiembre de 2014

El Nuevo Herald barre el piso con Maduro pa’ que sea serio y se ponga a trabajar

¡LE DAN EN LA MADRE! El Nuevo Herald barre el piso con Maduro pa’ que sea serio y se ponga a trabajar



El Nuevo Herald barre el piso con Maduro pa’ que sea serio y se ponga a trabajar









¡LE DAN EN LA MADRE! El Nuevo Herald barre el piso con Maduro pa’ que sea serio y se ponga a trabajar
 

Danzan en el aire los rollos de serpentina; chispea el
confeti de caritas sonrientes y papelitos multicolores; flotan, en forma
de acordeón, las guirnaldas de papel crepé. No es Carnaval ni la
despedida de Año Viejo. Es día de fiesta en el departamento de mercadeo
de el Nuevo Herald.
Su nimio presupuesto jamás alcanzaría para comprar un espacio
publicitario en la televisión internacional, la prensa y las redes
sociales como el recién recibido por cortesía de Nicolás Maduro.
¿Cómo agradecer al líder de la “robolución” bolivariana la promoción, a
toda voz, de nuestra marca? Por favor, Nicolás, sigue acusando al
periódico de campañas oníricas, que le es menester un empujoncito en las
ventas.
Asombra, confieso, que aun sin conocerse en cuál escuela
primaria aprendiste el alfabeto, te hayas convertido en ávido lector de
prensa. Y, además, ¿sigues los escritos de académicos de la prestigiosa
Universidad Harvard, donde Leopoldo cursó una maestría en Políticas
Públicas?
Si estás interesado, ofrece clases online sin examen
de admisión. Por donde pisas, derrochas caudales de talento. ¡Sumo
orgullo para la nación que haces trizas!
Tu amigo el pajarillo travieso, emisario de “Chávez nuestro, que
estás en el cielo…”, te ha recomendado la prueba de dislexia; al
parecer, no comprendes bien lo que lees. En secreto, me chismeó que te
has negado, lloriqueando, a seguir el tratamiento del médico, uno de los
pocos que queda en el país. De veras, el antipsicótico es excelente
para la paranoia. María Conchita no clava colmillos. Ricardo Hausmann no
asecha en el sueño con un tridente. Es el subconsciente que os acusa.
¡Basta de cháchara y a trabajar! Reintegra el dinero hurtado a
las aerolíneas y saca pasaje a Miami para conocer a los venezolanos
que, según difamas, “están envenenados, llenos de odio, rabia, de
locura, y que tratan de envenenar y lanzar su veneno desde Miami”
.
No olvides el refrán: cada ladrón juzga por su condición. Anda, sal de
los cuarteles del autoritarismo y peregrina por las ciudades del mundo
pobladas por tus compatriotas emigrados. Constatarás la fuga masiva de
cerebros y talentos ahuyentados por la lengua viperina y el oscurantismo
del sistema castro-chavista-madurista. Ven con la chequera gruesa de la
boliburguesía; aquí no atracan ni matan a la salida del aeropuerto.
Entra al supermercado a cualquier hora y compra lo que se te antoje, que
nada escasea en los anaqueles desbordados de productos alimenticios.
Después de cenar al aire libre, detente en pleno Lincoln Road
con un megáfono y echa sapos y culebras. Denuncia el “laboratorio de
mentiras”, la “guerra psicológica”, los “crímenes de guerra”
.
Nadie te arrojará al calabozo porque la libertad de expresión se
respeta. Al día siguiente, durante el desayuno en un hotel cinco
estrellas subvencionado con el patrimonio nacional desfalcado, no te
enfades si, al ojear el periódico, aparece alguna caricatura sobre la
triste verdad de tus fracasos. Ahórrate la acidez estomacal. No van a
echar del trabajo al dibujante.
Desenmaráñate de la red de justificaciones que has tejido con alambre de afiladísimas púas.
Cuidado no te cortes al zafarte del descalabro. Ya es demasiada la
sangre derramada sobre el mapa de Venezuela por la violencia de tu
régimen y uno de los más macabros índices de homicidios en el globo.
Concibe algo más creativo que los chivos expiatorios –los estudiantes,
los médicos, los opositores, los periodistas, los sindicalistas, los
empresarios, los seres pensantes– para enfrentar la crisis política,
económica y moral que en tu regazo arrullas con ternura.
Toma un curso de locución para hallar tu propio tono de voz en lugar de imitar mal al “santificado” que te guía cada día.
Encuéntrate a ti mismo, aunque te pierdas en el vacío. Practica la
aceptación y desecha la negación de la realidad. De nada vale vestirse
con el traje nuevo del emperador, porque en el desfile, aunque los
ignorantes y temerosos del pueblo alaben pomposamente la tela, algún
niño sacudirá a la multitud de la inercia: “¡Pero si va desnudo!”.
En lugar de arrimarte, con la nariz mocosa, a la falda de la fiscal
Luisa Ortega para acusar hasta las moscas por intentar desestabilizar un
gobierno corroído por la corrupción y la sarna, saca un diccionario e
instrúyete en los significados de democracia, derechos humanos, diálogo,
libertad, justicia, respeto, constitucionalidad y otros tantos términos
que desvirtúas con gramática parda. Ese puño erguido, propio de tu
belicosa postura, exhibe decaimiento. Se quiebra el cristal de tu
vitrina.
Promete que no dejarás de leernos ni de culpar a el Nuevo
Herald, a CNN o a otros medios internacionales –a los nacionales los han
amordazado casi todos– por tus males, pues desconocíamos este súbito
mágico poder.
Y haz algo, por favor, por la salud pública,
abordando la actual emergencia sanitaria con conocimiento científico y
no con acusaciones a la “derecha fascista”, pues la gente no es tan
ignorante como crees, basándote, por supuesto, en lo que conoces.
Maduro, mano, madura…
DANIEL SHOER

Fuente: El Nuevo Herlad


EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

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