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jueves, 21 de agosto de 2014

Historias no contadas de la familia Castro Ruz | Cubanet

Café Fuerte: Historias no contadas de la familia Castro Ruz | Cubanet





Los hermanos No mencionados de Fidel Castro: Pedro Emilio Castro Argota
(1914), el primogénito, y María Lila Perfidia, conocida como «Lydia»
Castro Argota (1913).

Café Fuerte: Historias no contadas de la familia Castro Ruz

Ángel Castro (el padre de Fidel Castro) les dio el apellido a sus
siete hijos tras el divorcio con la señora Maria Luisa Argota, en 1941, y
contraer matrimonio con Lina Ruz, en abril de 1943



Antonio Lopez, historiador de Birán
Antonio López, historiador de la Finca Manacas, Birán


Por Nancy Pérez Crespo

Un día como hoy hace 69 años, el 18 de agosto de 1945, un rayo
fulminó a uno de los mejores hombres de mi pueblo natal. Luis Beltrán
García era periodista y director del periódico Ecos de Cueto y un
extraordinario ser humano. Murió justo frente a la casa-tienda del
español Ángel Castro Argís, en la finca Manacas del poblado de Birán.
Además de dedicarse al periodismo, Luis Beltrán ejercía por esa fecha
como inspector del Departamento de la Policía Provincial, bajo las
órdenes de su tío, Ramón Corona García, a la sazón gobernador de la
Provincia de Oriente.

Y ese día de su muerte lo había llevado a la finca Manacas una
encomienda muy importante. Él era el portador de una citación para Ángel
Castro porque debía comparecer ante un Tribunal de Santiago de Cuba
para responder por una grave acusación. Ángel Castro, que era fanático
del franquismo, estaba acusado de fascista. Tres meses antes había
finalizado la Segunda Guerra Mundial y Cuba era firmante de la Junta
Interamericana de Defensa. El Congreso cubano había aprobado el Programa
de Guerra y todo ciudadano que se sospechara con vínculos con el
nazismo o el fascismo era investigado.

El rayo que no cesa
Ese fatídico día, un rayo evitó la vergüenza al padre de Fidel
Castro, pero sumió en la orfandad a una familia ejemplar de Cueto. La
viuda, República Escobales de Beltrán, supo afrontar con arrojo la
pérdida del marido y no solo educó a sus cuatro hijos, sino que además
continuó editando el periódico. La familia Beltrán salió al exilio en
1963.

Quizás la trágica muerte de Luis Beltrán fue una advertencia, un
augurio, un presagio de la maldición que emanaba de ese lugar e
impelería a Cuba toda.

Lina Ruz y Angel Castro 

Cuento
esta historia porque en estos días de estridentes celebraciones
cumpleañeras del anciano dictador he cavilado en todas las historias que
se oían en Cueto, una villa a muy pocas millas de Birán y como pueblo
chiquito, todos se conocían y convivían en perfecta armonía: los
pobladores nativos con los españoles y sus hijos, los criollos, los
sirios y libaneses, haitianos y jamaiquinos y hasta algunos americanos y
franceses.



Pero también se sabían los secretos de la familia Castro Ruz que
Antonio López, el titulado historiador del «Sitio Histórico Finca
Manacas» convenientemente ha olvidado repasar, sumándose a la alharaca
por el 88 cumpleaños de Fidel Castro.



El nombrado «historiador» de Birán es un fabulador que hace
malabarismos para esconder datos, embarajar, inventar, tratando de que
cuadre el número con el billete.


Malabarismos y escamoteos



En su afán por ocultar los orígenes de “su Comandante”, el
malabarista López no menciona que esa casa-tienda fue construida en 1917
y que allí vivía Ángel Castro con su primera esposa, Maria Luisa
Argota, y los dos hijos del matrimonio, Pedro Emilio Castro Argota
(1914), el primogénito, y María Lila Perfidia, conocida como «Lydia»
Castro Argota (1913).



Tampoco menciona que Lydia Castro estuvo casada con el hijo de Don
Fidel Pino Santos, un rico comerciante de la zona de Banes, de origen
canario. Don Fidel Pino Santos ayudó en varias ocasiones a Castro Argíz
cuando este enfrentó descalabros económicos. Eran muy amigos y fue
escogido para bautizar a Fidel Castro. El bautizo nunca se concretó,
pero del padrino escogido heredó el nombre. Aunque se conoce que fue
bautizado en 1935 con como Fidel Hipólito y con los dos apellidos de su
madre: Ruz González. En el Juzgado de Cueto, Fidel Castro aparece
inscrito tres veces. La última vez fue cuando Ángel Castro les dio el
apellido a sus siete hijos tras haber concluido el divorcio con la
señora Argota, en 1941, y contraer matrimonio con Lina Ruz, en abril de
1943.



El intrépido fabulador López se refiere a «la Casa Natal, una hermosa
obra de Ángel Castro, y lugar donde nacieron los siete hijos de su
unión con Lina Ruz», pero está faltando a la verdad histórica. Esa no es
la casa natal. Según cuentan pobladores de Cueto que conocían los
detalles, cuando Ángel Castro comenzó la relación extramarital con Lina
Ruz, mandó a construir un bohío en un lindero de la finca y allí
nacieron los primeros cuatro hijos: Ángela, Ramón, Fidel y Raúl.



De los tribunales a la radio

Fue así que llegó a oídos de Maria Luisa Argota la existencia de la
otra mujer y los cuatro hijos. De inmediato pidió el divorcio y se mudó
para Santiago de Cuba. Es allí, en Santiago de Cuba, donde, apoyada por
su hijo Pedro Emilio (que ya es un joven aspirante a la Cámara de
Representantes y activista del Partido Ortodoxo), presentó una demanda
contra Ángel Castro, acusándolo de 
 angelcastro1


haberle hecho trampa en la repartición de los bienes gananciales.


El divorcio escaló los tribunales santiagueros en medio de un gran
escándalo, al punto que todos los hechos de la disputa familiar fueron
narrados en una serie radial dramatizada por la Cadena Oriental, bajo el
título de «Cosas que pasan amigos».


Siempre se ha sabido que la Historia la escriben los que ganan, pero
incluso los que la edulcoran a su conveniencia tienen algún pudor para
no hacer el ridículo. Sin embargo, el fabulador López no parece tener
límites para poner en ridículo a la propia prensa oficial y llega al
delirio cuando narra que el niñito Fidel, con solo tres años, regalaba
su ropita a los hijitos de los trabajadores. Y dice tener los
testimonios de los «amiguitos». ¿Puede realmente un niño de tres años
recordar a quién regaló los zapaticos o la marinera?


Contaré más de estas historias olvidadas o sepultadas, porque los
cubanos tienen derecho a conocer la verdad. Creo firmemente que el rayo
fatal que mató al periodista Luis Beltrán, frente a esa casa, un día
como hoy, fue un presagio de desgracia.


Publicado originalmente en Cefé Fuerte con el título: El fabulador de Birán: Historias no contadas de la familia Castro



EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

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