A fuerza de valentía, trataron de fundar Franqueza, un periódico para denunciar las violaciones a los Derechos Humanos
jueves, julio 3, 2014 | Tania Díaz Castro
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LA
HABANA, Cuba. — ¿Eran un grupo de locos? ¿De románticos incorregibles?
¿De soñadores extravagantes? ¿De seres que se imaginaron alcanzar la
luna con una mano?
HABANA, Cuba. — ¿Eran un grupo de locos? ¿De románticos incorregibles?
¿De soñadores extravagantes? ¿De seres que se imaginaron alcanzar la
luna con una mano?
Eran un grupo de cubanos que a fuerza de valentía, empecinamiento y
amor a la libertad, trataron de fundar un periódico para denunciar las
violaciones a los Derechos Humanos que se cometían en Cuba.
amor a la libertad, trataron de fundar un periódico para denunciar las
violaciones a los Derechos Humanos que se cometían en Cuba.
El Partido Pro Derechos Humanos de Cuba –PPDHC- al que pertenecían,
había sido creado el 20 de julio de ese mismo año, 1988. Sólo le faltaba
tener su órgano de prensa, un simple y sencillo periódico de tres o
cuatro páginas, hecho todo de forma manual, para darlo a la luz
clandestinamente.
había sido creado el 20 de julio de ese mismo año, 1988. Sólo le faltaba
tener su órgano de prensa, un simple y sencillo periódico de tres o
cuatro páginas, hecho todo de forma manual, para darlo a la luz
clandestinamente.
En el apartamentico interior de un viejo edificio situado en la calle
Reina y Lealtad, vivía la familia González y González. Lidia, Manuel su
esposo y sus hijos Isis y Manolito, de 20 y 26 años respectivamente,
todos trabajadores, personas humildes y honestas.
Reina y Lealtad, vivía la familia González y González. Lidia, Manuel su
esposo y sus hijos Isis y Manolito, de 20 y 26 años respectivamente,
todos trabajadores, personas humildes y honestas.
En 1980 los González habían pedido asilo en la embajada del Perú,
porque querían respirar la libertad de Estados Unidos, pero fueron
engañados, abandonados a su suerte, tildados de escoria y maleantes en
la prensa castrista.
porque querían respirar la libertad de Estados Unidos, pero fueron
engañados, abandonados a su suerte, tildados de escoria y maleantes en
la prensa castrista.
Más tarde, los cuatro ingresaron al PPDHC, recogieron firmas para
solicitar un Plebiscito a Castro y se destacaron como firmes activistas
de la oposición pacífica.
solicitar un Plebiscito a Castro y se destacaron como firmes activistas
de la oposición pacífica.
Con una máquina de escribir, junto a la música de una radio para que
los vecinos no sintieran el tecleo constante, esta familia y varios
activistas más confeccionaron el periódico Franqueza, no sólo para
distribuirlo entre las decenas de miembros que ya tenía el Partido, sino
también a vecinos y transeúntes de las calles habaneras.
los vecinos no sintieran el tecleo constante, esta familia y varios
activistas más confeccionaron el periódico Franqueza, no sólo para
distribuirlo entre las decenas de miembros que ya tenía el Partido, sino
también a vecinos y transeúntes de las calles habaneras.
El alma de aquel proyecto, el médico psiquiatra Samuel Martínez Lara,
fallecido en el exilio años después, puso nombre y energía para que el
periódico pudiera salir en más de dos oportunidades.
fallecido en el exilio años después, puso nombre y energía para que el
periódico pudiera salir en más de dos oportunidades.
En un calabozo de la prisión de mujeres Manto Negro, en diciembre de
1988, recibí un ejemplar de Franqueza. Mientras lo leía, no podía creer
lo que estaba viendo.
1988, recibí un ejemplar de Franqueza. Mientras lo leía, no podía creer
lo que estaba viendo.
Mis hermanos se habían atrevido al fin para que el Partido tuviera su
propio órgano de divulgación, para que en Cuba, como ocurría, no sólo
se publicara lo que Fidel Castro decide, como dueño del país.
propio órgano de divulgación, para que en Cuba, como ocurría, no sólo
se publicara lo que Fidel Castro decide, como dueño del país.
El desenlace de tan tremenda osadía, por supuesto que lo imaginamos
todos. A los pocos días, Lidia y su esposo, más su hijo Manolito, fueron
a prisión. Lidia fue mi compañera de celda. Cumplidas sus injustas
condenas por el supuesto delito de Propaganda Enemiga, marcharon al
exilio de Miami.
todos. A los pocos días, Lidia y su esposo, más su hijo Manolito, fueron
a prisión. Lidia fue mi compañera de celda. Cumplidas sus injustas
condenas por el supuesto delito de Propaganda Enemiga, marcharon al
exilio de Miami.
Aquel pliego de papel blanco, doblado en cuatro, bajo el nombre de
Franqueza, había molestado demasiado a Fidel Castro. Lo dejó dicho
claramente durante su discurso del 26 de julio de 1988: ¨En Cuba no
toleraremos partidos de bolsillo, ni otra prensa que no sea la del
pueblo.¨
Franqueza, había molestado demasiado a Fidel Castro. Lo dejó dicho
claramente durante su discurso del 26 de julio de 1988: ¨En Cuba no
toleraremos partidos de bolsillo, ni otra prensa que no sea la del
pueblo.¨
Pero había que abrir la fisura en la roca de tan dura pared, había
que demostrarle al dictador que en Cuba había hombres y mujeres con
valor, que él no tenía ningún derecho a decir la primera y la última
palabra. El tiempo nos ha dado la razón.
que demostrarle al dictador que en Cuba había hombres y mujeres con
valor, que él no tenía ningún derecho a decir la primera y la última
palabra. El tiempo nos ha dado la razón.
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