Páginas

sábado, 29 de marzo de 2014

Aquella frase del Che "al capitalismo ni un tantito así" ¿dónde se quedó?

Cuba se abre al mundo… de las inversiones extranjeras - Aleteia



EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO



Cuba se abre al mundo… de las inversiones extranjeras

¿Una respuesta, 15 años más tarde, al llamado de Juan Pablo II a que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”?



© Emmanuel Huybrechts
Los pasos que está dando Raúl Castro en la apertura de la economía
cubana podrían significar una respuesta, 15 años más tarde, al llamado
del papa Juan Pablo II en su histórica visita a La Habana a que “Cuba se
abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”.

 
Lo cierto es que
esta semana se ha anunciado que las empresas extranjeras que deseen
invertir en la isla caribeña, tendrán una exención en el pago del
impuesto sobre los ingresos personales durante el plazo de ocho años y
gozarán de una tasa especial del 15% en lugar del 30% actual.

 
El vocero: Juventud Rebelde
 

Como sucede en un régimen que durante más de cincuenta años se ha
acostumbrado a cocinar decisiones en lo oscuro, estos nuevos
lineamientos de la Ley de Inversión Extranjera fueron “adelantados” ayer
miércoles por el diario oficial Juventud Rebelde.

 

Para muchos cubanos, formados en la vieja guardia de las condenas
castristas al dinero externo y educado en el nacionalismo revolucionario
comunista y antiimperialista, el proyecto de ley formulado por el
gobierno de Raúl Castro y que será sometido al debate y aprobación del
Parlamento cubano el próximo 29 de marzo, ha de sonar, por lo menos,
extraño.

 
Acostumbrados a motejar las inversiones extranjeras
como emisarias del imperialismo, particularmente del “imperialismo
yanqui”, quizá vean con malos ojos una iniciativa de ley que prevé para
los inversionistas extranjeros "un régimen especial de tributación que
es realmente ventajoso", resalta el periódico de los jóvenes
revolucionarios cubanos. 


El hecho de dar “ventajas” al capital externo muestra no otra cosa que la necesidad de Cuba de enderezar su alicaída economía.
 

El debate sobre la ley de inversiones extranjeras contempla, también,
“la exención del pago de impuestos sobre utilidades a las empresas
mixtas y partes en los contratos de asociación económica por un periodo
de ocho años a partir de su constitución", según ha adelantado Juventud Rebelde en su edición del día de ayer.

 

Sobre este último punto, el Gobierno podrá decidir ampliar el plazo,
pues una vez concluido se les aplicaría "un tipo impositivo del 15%
sobre la utilidad neta imponible".  Sin embargo, cuando "concurra la
explotación de recursos naturales, renovables o no, puede aumentarse el
tipo impositivo sobre utilidades, por decisión del Consejo de Ministros"
hasta el 50%, precisa el diario oficial.

 
En un tema inusitado
–por lo menos para los parámetros de la Cuba de Fidel Castro--, el
proyecto de ley contempla "bonificaciones de hasta el 50% en varios
impuestos, según sea el caso”. Los detalles de la iniciativa han sido
adelantados por el presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales
y Jurídicos de la Asamblea Nacional, José Luis Toledo Santander.

 
Adiós a las expropiaciones
 
De acuerdo con la información manejada por Juventud Rebelde,
el objetivo de la ley es "ofrecer mayores incentivos a la inversión
extranjera y asegurar que la atracción del capital foráneo contribuya
eficazmente al desarrollo económico del país”, pero desde "la protección
y el uso racional de nuestros recursos humanos y naturales, y el
respeto irrestricto a la soberanía y la independencia de la República".

 

Como una muestra de que la economía cubana se encuentra con el agua al
cuello, la directora general de Inversión del Ministerio de Comercio
Exterior e Inversión Extranjera, Deborah Rivas, subrayó en rueda de
prensa que esta ley responde "a los cambios que tienen lugar en la
economía nacional como consecuencia de la actualización del modelo
económico" puesto en marcha por Raúl Castro.

 
En un lenguaje
muy propio de la nueva ola cubana, el proyecto de ley sobre inversiones
extranjeras se deslinda del fantasma de la expropiación, que todavía usa
la Venezuela de Chávez y Maduro, para ofrecer a los extranjeros que
quieran invertir en la isla plena protección y seguridad jurídica, por
lo que sus inversiones "no podrán ser expropiadas, salvo motivos de
utilidad pública o interés social previamente declarados por el Consejo
de Ministros".

 
Esta última situación se realizaría, aclara Juventud Rebelde,
en concordancia con la Constitución y los tratados internacionales
suscritos por Cuba y con "la debida indemnización, establecida por mutuo
acuerdo, pagadera en moneda libremente convertible, y con un árbitro
que satisfaga a ambas partes".

 
Una nueva revolución cubana se
avecina, cuando menos en este renglón, que hace 15 años, cuando Fidel
Castro recibió a Juan Pablo II, era algo impensable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba aqui su comentario y respete las normas y la ortografía. Gracias