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miércoles, 8 de enero de 2014

Consejos a la Izquierda que apoya la Dictadura en Cuba

EL HOMBRE QUE ACABÓ CON LA RED CUBANA DE ESPIONAJE | El Lagarto Verde

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO


  • PARA UNA AMIGA EN VENEZUELA

    Después de leer las opiniones de una amiga venezolana sobre el Socialismo del Siglo XXI, me atrevo a opinar. Mi amiga culpa abiertamente al “genocida bloqueo imperialista” por la difícil situación de Cuba. Soy cubano y por las muchas vueltas del destino fui enviado a Venezuela, con la misión de apoyar el gobierno de Hugo Chávez. Secretamente, yo y miles más albergábamos la esperanza de obtener de esa misión la puerta de salida, la vía de escape de la Isla. Para los que no saben, el gobierno por años reprimió y castigó a los médicos que estuvieran en desacuerdo o que simplemente desearan emigrar al exterior a reunirse siquiera con su familia. Ahora y si me preguntan: ¿Por qué yo, médico, nacido bajo la Revolución, educado en las doctrinas del Marxismo-Leninismo quería escapar del paraíso que Cuba representa? Los más ciegos dirían: por malagradecido, los recalcitrantes dirían: por disidente. Pero aquellos con sentido común se preguntarían y hasta cuestionarían cómo es posible que de tal paraíso quieran escapar la gente y arriesgar inclusive sus vidas a través del canal de la Florida. ¿Sabes cuantos han muerto ahogados o devorados por tiburones? La cuenta se perdió. Las madres cubanas no son desnaturalizadas, ni nada por el estilo y han preferidos perecer en el intento con sus hijos que seguir viviendo la ignominia de un régimen totalitario. Hablas del bloqueo que te han contado, del que has leído en un libro, pero yo puedo darte Fe de lo que significa. Significa una justificación para la precaria economía de un país que durante medio siglo ha vivido de jugar el papel de una sanguijuela. Una justificación para tapar los muchos errores, los muchos gastos innecesarios aun en detrimento de la propia población. Se regalaron centrales azucareros, hospitales completos, ejércitos equipados (vidas humanas incluidas) y por último, material de cura, medicamentos y todo tipo de avituallamiento. ¿Y sabes que teníamos en Cuba mientras? Nada o casi nada. En Cuba tuve que echarle mano a la antigua herbolaria para aliviar fiebres, catarros, y curar ulceras; cuando en Venezuela, en la misión Barrio Adentro regalaba los antibióticos, los anticatarrales, los antiácidos y todos eran producidos y envasados en Cuba. Ahora te pregunto; ¿Ves eso lógico? ¿Te parece adecuado que pongas a tu propio pueblo a sufrir carencias regalando lo que no tienes? No espero respuesta, solo piensa. El Manifiesto Comunista fue escrito por personajes que decidieron ignorar la mitad de la verdad y mira que tan bien lo hicieron que la mentira terminó con el colapso de un bloque socialista en pleno, incluyendo la antigua Unión Soviética. No fueron los norteamericanos, no fueron los disidentes, fue el propio sistema con sus errores, sus quebraduras, sus malos manejos políticos y económicos llenos todos de corrupción. Lo mismo pasó en mi tierra, las grandes casas y palacetes de la tan cacareada burguesía pasaron a ser propiedad de ministros, viceministros, y directores de empresas del estado. Mientras ellos viajaban en autos pagados por el gobierno, yo tenía que caminar por horas para llegar a mi casa al salir de la Universidad. Mientras ellos tenían una mesa servida yo debía pasar necesidades en la escuela pues no había almuerzo ni comida. Mientras ellos disfrutaban de viajes al exterior de la Isla y regresaban cargados de regalos yo debía conformarme con la esperanza de un día poder conocer el Louvre o el Escorial. Eso fue lo que nos trajo el socialismo, un gobierno al que no le interesa para nada el bienestar del pueblo. Un gobierno maquiavélico para el cual el fin siempre justifica los medios. Ahora que sabes de primera mano lo que significan embargo y socialismo, espero que entonces te acerques al consulado cubano en Caracas y pidas visa para vivir en Cuba, como una cubana más, aunque sea solo por un año. Pero hazlo con el salario miserable de un ingeniero o un médico, y aliméntate con la comida que el gobierno socialista les vende a los cubanos. Luego me cuentas cómo te fue y dime si tengo o no razón. (Alberto Montero)
     


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