25/11/13 (1:06 PM)
Hinterlaces, con sus estudios previos a cada elección, le pone el toque de crispación que necesita toda sociedad que vive entre el chavismo y el antichavismo, el qué bien lo está haciendo Maduro y el qué desgracia de presidente; es decir, que sobrevive en medio de una desgarradora polarización. Lo último que leímos de esta empresa de investigación social, que debemos decir además que casi nunca se pela, es que Jorge Rodríguez el flamante alcalde de Caracas, del Municipio Libertador, candidato a la reelección por el partido de los criminales del Caribe, los hermanos Castro, sucursal Caracas; tiene 69% de aprobación en su gestión.
Eso quiere decir, a un poquito menos de dos semanas para las elecciones que lo que va quedando del chavismo volverá a ganar en el municipio Capital para completar dos períodos de Freddy Bernal y un segundo igual para Rodríguez, quien ha tenido el muy cuestionable honor de superar ampliamente a su predecesor en eso de ser una autoridad maleta. Malosos los dos. Y el reflejo está en la ciudad que además de ser la capital más fea de la región, también está entre las más caras. Pero ese último logro no le corresponde. Esa parte ni siquiera es responsabilidad de Maduro. Ya sabemos que los culpables están en el imperio, en el Pentágono, en la Casa Blanca, en el trío del mal, en los empresarios, en los comerciantes, en los cadivistas, en la misma iguana que se come los cables en Guri y, no faltaba, más en le guerra económica.
Es el municipio pobre y feo de la Gran Caracas. Eso para el chavismo en proceso de extinción va muy bien, pues se llenan la boca diciendo que Libertador es el Oeste de Caracas, donde viven los pobres, donde se asienta el corazón de la revolución. Donde cada pedazo de concha de naranja podrida que dejan los refugiados en la buhonería alimenticia se convierte en parte del aroma natural de la zona: huele a podrido. Conchas de naranja, fibra, tusas, hojas de maíz, hojas de plátano, chicles, escupitajos, bolsas con desechos descompuestos. Es el panorama, es lo normal. Los demás elementos que componen a esta grandiosa ciudad que se ha calado completico al gobierno de la franquicia de los Castro pasa por huecos en las calles, avenidas destruidas, aceras rotas. Buhoneros de todos los tipos. Prostitución y drogas en zonas concurridas y a toda hora. Una delincuencia desatada que tiene a todo el mundo escondido en sus casas apenas se va el sol. Una policía a la que hay que temer. Y una población de motorizados que se divide en malandros pagados por el gobierno, malandros en ejercicio libre y una población de excepción que usa las motos como medio de trabajo o transporte. Pero, igual. Ese mundo hace lo que le da la gana con el alcalde, con el ministerio y con el Presidente. Es la demostración palmaria de que en Caracas, como en toda Venezuela, no hay gobierno. Lo que hay es una cadena de radio y televisión constante. Y una gritadera llena de insultos y discursos vacíos todos los días.
Y a la gente, a los ciudadanos, como que les gusta. Por eso ganará Jorge Rodríguez otra vez. Si lo dice Hinterlaces, apuesto conchas de naranja podridas contra huecos en las calles a que así será. Anótenlo.
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