Ya nos imaginamos a la desacreditada dirigencia gobiernera diciendo que la oposición no quiere la felicidad del pueblo, que el imperio y la CIA quieren sabotear su gestión, bla, bla… Todo será inútil, ni el más fanático puede creer que el Viceministerio de la Suprema Felicidad va solucionar alguno de los angustiantes problemas del país o servir para algo que no sea incrementar la hipertrofiada burocracia corrupta. Quizás el subconsciente los traiciona, pues si hace falta un "Ministerio de la Felicidad" debe ser que hay mucha gente infeliz, lo cual es comprensible luego de casi 15 años de promesas incumplidas y fracasos. De manera que con esta nueva bufonada, evidencian sus propias debilidades. No es un trapo rojo sino la mera expresión de un gobierno en crisis, sin liderazgo, sin gestión, sin nada nuevo que ofrecer y a las puertas de un proceso electoral que será devastador para los responsables de la profunda crisis política, social, económica y moral que atraviesa el país.
El Ministerio de la Felicidad existe en el Reino de Bután, una pequeña monarquía al sur de Asia, ubicada en la cordillera del Himalaya entre la India y el Tibet, tierra del "dragón del trueno" donde –además de las carencias democráticas- la conexión espiritual y religiosa explica su existencia. Quizás JJ Rendón pueda aclararnos si este disparate madurista tiene que ver con sus fantasías religiosas. En todo caso, en Venezuela lo que necesitamos son soluciones a la inseguridad galopante, al desempleo, la inflación, la escasez de productos básicos, la voraz corrupción, los apagones y el colapso de los servicios; pero con esta absurda e insólita respuesta, el "gobierno" termina por convencernos que no da más. Solo el cambio devolverá la felicidad al pueblo…. Nos vemos el 8D.
Richard Casanova / @richcasanova
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