EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
¿No o sí a la guerra?
Zoé Valdés
Una vez más pregunto: ¿dónde están los pacifistas? ¿Dónde, bajo qué mesa se han metido los del "No a la guerra"? ¿Qué pasó, por qué han esperado tanto desgarramiento y desangramiento en Siria para reaccionar con violencia a la violencia? ¿Por qué han esperado tanto? ¿Por qué esperaron a que se juntaran los integristas, los extremistas, los terroristas en un movimiento civil que ha devenido guerra civil? Una guerra civil donde se han invitado Arabia Saudí, Turquía, Irán, Estados Unidos y Francia, por supuesto, monitoreados sin saberlo quizá por Al Qaeda.
Los ataques de armas químicas contra los rebeldes son inadmisibles. Cuestionables también son los rebeldes que a estas alturas ya nadie puede identificar y que nadie puede afirmar que no hayan sido ellos también los que hicieron explotar armamento químico enviado por Arabia Saudí como lo aseguran los mismos rebeldes a esta periodista.
Francia no puede implicarse en una guerra sin que la decisión sea votada democráticamente en el Parlamento. Pero sobre todo no se puede hacer una guerra en la que no se comprometen los libaneses, ni los cristianos de Oriente ni muchos otros. No se puede hacer una guerra por parte de Francia, en Siria, de forma tan inmadura y tan impopular.
¿Para qué existen la diplomacia, las conversaciones políticas? ¿Por qué no las llevaron a cabo antes de que la tragedia llegara adonde ha llegado? ¿En qué andaban todos estos ineptos que nos gobiernan para que ahora de manera tan campante decreten una guerra con la que muchos no estamos de acuerdo?
Los ataques con armas químicas son inadmisibles, lo repito, de parte de Bashar al Asad, pero también de parte de esos rebeldes de los que cada vez sabemos menos, y sobre todo de los que ignoramos cuáles serán sus objetivos.
El drama de Siria debe detenerse, debió haber cesado hace rato; pero hay que tener cuidado, porque una guerra sostenida y mantenida por Francia pudiera convertirse en boomerang para Francia misma, y el conflicto podría trasladarse a este país, un país que ya ha conocido el horror del terrorismo en un pasado reciente. Lo que quiere decir que la irresponsabilidad y la rapidez con la que se están discutiendo los acontecimientos podríamos pagarlos muy, pero que muy caro, como ya amenazó el propio Al Asad.
Una intervención militar no se imita: "Ea, vamos a hacer lo que al parecer va a hacer Barack Obama, porque de tal modo seremos tan decididos como él". Eh, bien, François Hollande y su gobierno, con semejante actitud, se han cogido el trasero o el fambeco con la puerta. En Estados Unidos se vota como se votó en el Reino Unido, lo que al parecer se impedirá en Francia.
Por supuesto, los republicanos en Estados Unidos votan a favor de esa guerra junto a Barack Obama, sin detenerse a pensar que esa guerra llevada in extremis pudiera darle a Irán la justificación de atacar a Israel, entrando de tal modo en complicidad con la agenda islamista radical, o sea, con el terrorismo internacional.
Una guerra como la que pudiera advenirnos sería en estos momentos sumamente peligrosa para el mundo. El discurso de la paz debiera imponerse hoy más que nunca. Pero, claro, la izquierda sólo se alía con la derecha cuando la guerra le conviene, cuando la guerra la anuncian ella. De cualquier modo, total, los que mueren son los inocentes, carne de cañón, y a quién le importa, francamente.
Pero, insisto, ¿en qué caño, en qué tubería se ocultan las ratas del "No a la guerra"?
Los ataques de armas químicas contra los rebeldes son inadmisibles. Cuestionables también son los rebeldes que a estas alturas ya nadie puede identificar y que nadie puede afirmar que no hayan sido ellos también los que hicieron explotar armamento químico enviado por Arabia Saudí como lo aseguran los mismos rebeldes a esta periodista.
Francia no puede implicarse en una guerra sin que la decisión sea votada democráticamente en el Parlamento. Pero sobre todo no se puede hacer una guerra en la que no se comprometen los libaneses, ni los cristianos de Oriente ni muchos otros. No se puede hacer una guerra por parte de Francia, en Siria, de forma tan inmadura y tan impopular.
¿Para qué existen la diplomacia, las conversaciones políticas? ¿Por qué no las llevaron a cabo antes de que la tragedia llegara adonde ha llegado? ¿En qué andaban todos estos ineptos que nos gobiernan para que ahora de manera tan campante decreten una guerra con la que muchos no estamos de acuerdo?
Los ataques con armas químicas son inadmisibles, lo repito, de parte de Bashar al Asad, pero también de parte de esos rebeldes de los que cada vez sabemos menos, y sobre todo de los que ignoramos cuáles serán sus objetivos.
El drama de Siria debe detenerse, debió haber cesado hace rato; pero hay que tener cuidado, porque una guerra sostenida y mantenida por Francia pudiera convertirse en boomerang para Francia misma, y el conflicto podría trasladarse a este país, un país que ya ha conocido el horror del terrorismo en un pasado reciente. Lo que quiere decir que la irresponsabilidad y la rapidez con la que se están discutiendo los acontecimientos podríamos pagarlos muy, pero que muy caro, como ya amenazó el propio Al Asad.
Una intervención militar no se imita: "Ea, vamos a hacer lo que al parecer va a hacer Barack Obama, porque de tal modo seremos tan decididos como él". Eh, bien, François Hollande y su gobierno, con semejante actitud, se han cogido el trasero o el fambeco con la puerta. En Estados Unidos se vota como se votó en el Reino Unido, lo que al parecer se impedirá en Francia.
Por supuesto, los republicanos en Estados Unidos votan a favor de esa guerra junto a Barack Obama, sin detenerse a pensar que esa guerra llevada in extremis pudiera darle a Irán la justificación de atacar a Israel, entrando de tal modo en complicidad con la agenda islamista radical, o sea, con el terrorismo internacional.
Una guerra como la que pudiera advenirnos sería en estos momentos sumamente peligrosa para el mundo. El discurso de la paz debiera imponerse hoy más que nunca. Pero, claro, la izquierda sólo se alía con la derecha cuando la guerra le conviene, cuando la guerra la anuncian ella. De cualquier modo, total, los que mueren son los inocentes, carne de cañón, y a quién le importa, francamente.
Pero, insisto, ¿en qué caño, en qué tubería se ocultan las ratas del "No a la guerra"?
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