Yosvani Melchor, el preso olvidado de Cuba | Movimiento Cristiano Liberación

ELMUNDO Yosvani Melchor, el preso olvidado de Cuba | Movimiento Cristiano Liberación

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

Yosvani Melchor, el preso olvidado de Cuba

http://www.elmundo.es/america/2012/10/25/cuba/1351178070.html

Yosvani Melchor está en prisión por un delito de tráfico de personasSu madre, miembro de un movimiento disidente, dice que es ‘una venganza’

por: Isabel Munera |
Su amistad con el disidente cubano Oswaldo Payá, fallecido el pasado mes de julio, le ha costado muy caro a Rosa María Rodríguez. Su hijo Yosvani Melchor, de 29 años y con un retraso mental, lleva desde 2010 en prisión, acusado de entrada ilegal en la isla y tráfico de personas.

Pero para esta cubana miembro del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), las razones del ingreso en la cárcel de su hijo son otras muy distintas. “Se trata claramente de una venganza. Me dijeron [miembros de la Seguridad del Estado] que si no cooperaba con ellos que me atuviera a las consecuencias. Me negué, y tan sólo una semana después mi hijo era detenido. Inventaron causas y en el juicio no hubo ni siquiera testigos”, explica con indignación_Rosa María en una conversación telefónica con ELMUNDO.es. Pese a que su decisión le ha apartado de su hijo, al que sólo puede ver cada tres semanas, no se arrepiente de su amistad con Oswaldo Payá ni de su pertenencia al movimiento que él lideraba. “No pudieron doblegarme y tampoco van a cambiar mis ideas por un chantaje tan bajo”, afirma rotunda. “Pertenecer al movimiento no es ningún delito, tan sólo reclamaba mis derechos y los de todos los cubanos. En la situación actual, los extranjeros tienen más derechos que nosotros”.
Su hijo tampoco le ha reprochado nada pese a haber sido condenado a 12 años de prisión por un delito que niega haber cometido. “Él me dice que esté tranquila. Comprende que no podía ceder a ese chantaje porque toda mi lucha hubiera sido en vano. Algún día pagarán y tendrán que responder por todas las cosas que han hecho”.
Pero Rosa María no está tranquila y no puede evitar sentirse angustiada cada mañana. Teme por la vida de su hijo. “Tengo miedo de que lo agredan. Es un buen chico que nunca ha estado con delincuentes. Tengo mucho temor, todos los días me acuesto pensando que me van a llamar y me van a decir que mi hijo ha muerto”, afirma con la voz quebrada. “Yo soy miembro del MCL, pero mi hijo no estaba metido en temas de política, ni tenía antecedentes penales. ¿A quién están juzgando? Le pido a las madres del mundo que me apoyen”.
Libertad y cambios pacíficos
Sin embargo, el grito desesperado de esta madre apenas se ha dejado sentir hasta ahora. “Casi nadie se ha hecho eco de su situación porque Yosvani no es considerado un preso político”, explica Carlos Payá, hermano del disidente fallecido. “A la madre le han dicho que mientras pertenezca al Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), su hijo va a estar en prisión”.
‘En su expediente la primera que aparezco soy yo. ¿A quién se está juzgando a él o a mí?’

Madre de Yosvani Melchor.

“Todo es una maniobra contra mí para hacerme sufrir y destruirme. Tienen a mi hijo como un rehén”, añade con enfado Rosa María, que ha visto cómo el chico que fue detenido junto a su hijo era liberado mientras Yosvani permanecía entre rejas.
“Está enfermo, tiene una gastritis crónica, y apenas puedo llevarle comida. Sólo puedo hablar dos minutos con él dos veces por semana. Sin embargo, el chico al que juzgaron con Yosvani está en su casa, mientras mi hijo lleva más de dos años en prisión”, se queja una madre que, pese a todas las dificultades, no ha arrojado la toalla en ningún momento. “Mi abogado me dijo que dejara de gastarme el dinero porque el único que puede salvarle es el presidente de Cuba. En su expediente la primera que aparezco soy yo. ¿A quién se está juzgando a él o a mí?”.
La muerte de su amigo y compañero de lucha Oswaldo Payá ha sido también un fuerte golpe para una mujer que se resiste, sin embargo, a perder la esperanza. “Mi hijo confiaba mucho en Oswaldo, luchó mucho por él. Ahora, tras su muerte, está muy triste. Ve como salen de prisión asesinos y violadores y él sigue allí”.
Dispuesta a no rendirse, Rosa María agrega: “Seguiremos pidiendo libertad y cambios pacíficos en Cuba. Eso fue lo que nos enseñó Oswaldo y, por eso, seguiremos luchando”.