EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Ex represor cubano se marcha de EEUU
Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
Un ex oficial de prisiones en Cuba que huyó de Miami después que fue acusado de abusar de reclusos parece haber abandonado de pronto su nueva residencia en EEUU, en medio de nuevos informes sobre su caso.
Crescencio Marino Rivero, de 71 años, y su esposa Juana Ferrer vivieron tranquilos en Miami hasta octubre, cuando varios disidentes lo acusaron de cometer abusos en la época en que era un alto oficial de prisiones en la provincia de Villa Clara. Rivero regresó rápidamente a Cuba mientras que su esposa se quedó en Miami.
Rivero regresó a finales del 2012 o principios del presente año y vivía con unos familiares en un edificio de tres pisos en la Avenida Kearny, en la ciudad de Kearny, Nueva Jersey, cercana a Newark, de acuerdo con personas informadas en Miami y Nueva Jersey.
Pero Rivero se apresuró el mes pasado para aparentemente tomar un vuelo hacia Canadá y despues a Cuba desde el aeropuerto de Newark, justo días después de que El Nuevo Herald y canales de televisión en español de Miami informaran que había regresado de Cuba, agregaron las fuentes.
El Servicio de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE) ha investigado a Rivero y a Ferrer, en parte por las quejas de abusos de derechos humanos –que Rivero niega— pero principalmente porque la pareja supuestamente mintió en sus solicitudes de visa y residencia.
Ambos ex oficiales del Ministerio del Interior en Villa Clara, la pareja ha dicho que se habían retirado hacía años del ministerio y se mudaron a Miami en el 2010 para vivir con una hija, que tiene un niño pequeño.
Ferrer le dijo el 10 de julio a El Nuevo Herald que su esposo estaba en Cuba y acusó a los medios de comunicación de hostigarla a ella y a su familia, y obligar a la pareja a vivir separados.
Pero personas en Miami y Nueva Jersey que conocen a la familia dijeron que él regresó a Estados Unidos hace unos seis meses y se estableció con un pariente en Kearny, que se cree que es una hermana, con la esperanza de evitar la publicidad en Miami.
Rivero hizo una petición para una vivienda subsidiada en Nueva Jersey, agregaron las fuentes, que solicitaron el anonimato para poder hablar con franqueza. El gobierno federal en Miami detuvo en diciembre la asistencia de refugiados a Rivero y Ferrer, según otras fuentes.
Pero Rivero comenzó a ponerse nervioso después que medios de comunicación en Miami comenzaron a seguirle de nuevo la pista el mes pasado, dijo una de las fuentes. Cuatro o cinco días después que El Nuevo Herald publicara el 11 de julio una historia sobre él, Rivero dijo a familiares que iba a tomar un vuelo hacia Canadá y partió hacia el aeropuerto.
Rivero volvió a Cuba pero se desconoce dónde está actualmente. Llamadas a la casa en Kearny no recibieron respuesta.
Su hija, Anabel Rivero, dijo que su padre no enfrenta ningún cargo de inmigración y como residente legal de EEUU puede “entrar y salir de este país cuando le dé la gana”. Ella se negó hacer más comentarios.
ICE ha declinado confirmar o negar que investigue a Rivero y Ferrer, y un portavoz dijo el viernes que no puede comentar sobre los informes de las salidas y regresos de Rivero debido a regulaciones de privacidad.
Una media docena de ex presos políticos han acusado a Rivero de abusar de ellos u ordenar a los guardias abusar de ellos cuando él era un alto oficial en centros juveniles de detención y posteriormente en prisiones de adultos en Villa Clara en las décadas de 1980 y 1990. El tenía el rango de coronel en el Ministerio del Interior.
Uno de los disidentes, Rafael Pérez, dijo que le preocupaba más la aparente facilidad con que el ex oficial cubano obtiene las visas estadounidenses y puede entrar, salir y regresar a Estados Unidos, a pesar de la investigación del ICE.
“No entiendo”, dijo Pérez el viernes desde su casa en Houston. “¿No debería ser un tema de seguridad nacional para este país?”
Aunque dos de los disidentes que acusan a Rivero han dicho que fueron entrevistados por el ICE, la investigación parece centrarse más en si Rivero y Ferrer mintieron en su solicitud para sus visas y residencias estadounidenses.
Los documentos preguntan si los solicitantes pertenecieron en alguna ocasión al Partido Comunista, trabajaron en prisiones o recibieron entrenamiento con armas. Rivero y Ferrer fueron miembros del partido y se entrenaron con armas como oficiales del Ministerio del Interior, a cargo de la seguridad nacional.
Crescencio Marino Rivero, de 71 años, y su esposa Juana Ferrer vivieron tranquilos en Miami hasta octubre, cuando varios disidentes lo acusaron de cometer abusos en la época en que era un alto oficial de prisiones en la provincia de Villa Clara. Rivero regresó rápidamente a Cuba mientras que su esposa se quedó en Miami.
Rivero regresó a finales del 2012 o principios del presente año y vivía con unos familiares en un edificio de tres pisos en la Avenida Kearny, en la ciudad de Kearny, Nueva Jersey, cercana a Newark, de acuerdo con personas informadas en Miami y Nueva Jersey.
Pero Rivero se apresuró el mes pasado para aparentemente tomar un vuelo hacia Canadá y despues a Cuba desde el aeropuerto de Newark, justo días después de que El Nuevo Herald y canales de televisión en español de Miami informaran que había regresado de Cuba, agregaron las fuentes.
El Servicio de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE) ha investigado a Rivero y a Ferrer, en parte por las quejas de abusos de derechos humanos –que Rivero niega— pero principalmente porque la pareja supuestamente mintió en sus solicitudes de visa y residencia.
Ambos ex oficiales del Ministerio del Interior en Villa Clara, la pareja ha dicho que se habían retirado hacía años del ministerio y se mudaron a Miami en el 2010 para vivir con una hija, que tiene un niño pequeño.
Ferrer le dijo el 10 de julio a El Nuevo Herald que su esposo estaba en Cuba y acusó a los medios de comunicación de hostigarla a ella y a su familia, y obligar a la pareja a vivir separados.
Pero personas en Miami y Nueva Jersey que conocen a la familia dijeron que él regresó a Estados Unidos hace unos seis meses y se estableció con un pariente en Kearny, que se cree que es una hermana, con la esperanza de evitar la publicidad en Miami.
Rivero hizo una petición para una vivienda subsidiada en Nueva Jersey, agregaron las fuentes, que solicitaron el anonimato para poder hablar con franqueza. El gobierno federal en Miami detuvo en diciembre la asistencia de refugiados a Rivero y Ferrer, según otras fuentes.
Pero Rivero comenzó a ponerse nervioso después que medios de comunicación en Miami comenzaron a seguirle de nuevo la pista el mes pasado, dijo una de las fuentes. Cuatro o cinco días después que El Nuevo Herald publicara el 11 de julio una historia sobre él, Rivero dijo a familiares que iba a tomar un vuelo hacia Canadá y partió hacia el aeropuerto.
Rivero volvió a Cuba pero se desconoce dónde está actualmente. Llamadas a la casa en Kearny no recibieron respuesta.
Su hija, Anabel Rivero, dijo que su padre no enfrenta ningún cargo de inmigración y como residente legal de EEUU puede “entrar y salir de este país cuando le dé la gana”. Ella se negó hacer más comentarios.
ICE ha declinado confirmar o negar que investigue a Rivero y Ferrer, y un portavoz dijo el viernes que no puede comentar sobre los informes de las salidas y regresos de Rivero debido a regulaciones de privacidad.
Una media docena de ex presos políticos han acusado a Rivero de abusar de ellos u ordenar a los guardias abusar de ellos cuando él era un alto oficial en centros juveniles de detención y posteriormente en prisiones de adultos en Villa Clara en las décadas de 1980 y 1990. El tenía el rango de coronel en el Ministerio del Interior.
Uno de los disidentes, Rafael Pérez, dijo que le preocupaba más la aparente facilidad con que el ex oficial cubano obtiene las visas estadounidenses y puede entrar, salir y regresar a Estados Unidos, a pesar de la investigación del ICE.
“No entiendo”, dijo Pérez el viernes desde su casa en Houston. “¿No debería ser un tema de seguridad nacional para este país?”
Aunque dos de los disidentes que acusan a Rivero han dicho que fueron entrevistados por el ICE, la investigación parece centrarse más en si Rivero y Ferrer mintieron en su solicitud para sus visas y residencias estadounidenses.
Los documentos preguntan si los solicitantes pertenecieron en alguna ocasión al Partido Comunista, trabajaron en prisiones o recibieron entrenamiento con armas. Rivero y Ferrer fueron miembros del partido y se entrenaron con armas como oficiales del Ministerio del Interior, a cargo de la seguridad nacional.
Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/08/11/1541753/ex-represor-cubano-se-marcha-de.html?fb_comment_id=fbc_471231956305259_2635350_471477929613995#storylink=cpy
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba aqui su comentario y respete las normas y la ortografía. Gracias