EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
El Sr. Maduro es tan ceboruco que actúa sin comprender las reglas del juego. Ahora volvió a emprenderla contra los EEUU, luego del intento de acercamiento bilateral encabezado por John Kerry y Elías Jaua, y se justificó para ello en las declaraciones de la aspirante a futura embajadora estadounidense en la ONU. La diplomática expresó en el Congreso de su país que de ser ratificada en el cargo lucharía contra la represión de países como Cuba y Venezuela. A lo que no hizo mención el guapo de barrio de Maduro, es que los norteamericanos le dijeron por lo claro que si se atrevían a darle asilo político al topo Edward Snowden, se tendrían que acoger a duras represalias. También el sustituto ilegítimo de Hugo Chávez salió con fuertes descalificaciones sobre la persona del mandatario español Mariano Rajoy. Y, como era de esperar, no podía perdonar a Sebastian Piñeira, el gobernante chileno que recibió de manera oficial al líder opositor Henriques capriles. Toda esa mala leche del mayor de los chavistas es pura alharaca, ruido sin sustancia. El comportamiento bravucón de Corea del Norte se sustenta en su programa atómico y en el respaldo de su hermano mayor, que resulta ser China. Las guaperías de Fidel Castro en la esfera internacional se apoyaban en el poderío y tutela de la URSS. Y en el caso más cercano, Chávez se comportaba como el tipo duro amparado en la abultada chequera y la regaladera de petrodólares a manos llenas. En su currículum, el ex guaguero carece de personalidad, liderazgo y, sobre todo, legitimidad. Tampoco cuenta con poderío militar ni el apadrinamiento de algún aliado respetable. Capitanea un gobierno limosnero que ya ni encuentra quien le otorgue préstamos monetarios y que se dedica a buscar quien le regale alguna comida por toda la región. Ni siquiera puede cubrir los requerimientos de papel sanitario de su desesperada y cada vez más empobrecida población. Sus alardes desafortunados solo conseguirán poner más nerviosos a sus asustados correligionarios del chavismo, que ahorita lo verán más como un obstáculo que como una posible tabla de salvación del depauperado régimen. Es tan anormal el caballero que no se ha dado cuenta que sus mentores, los castristas, se pasaron con ficha en el caso de Snowden y con la situación que se les desató en Panama, donde los trabaron contrabandeando armas con norcorea. Lo único que se han atrevido a declarar desde La Habana es que se trata de armas obsoletas que querían reparar y luego volverlas a recoger. Ni sombra de guapería de parte de los Castro, porque saben lo que les puede costar en los tiempos que se viven. Ellos si entienden cómo calibrar sus reacciones. Madurito está tierno en cuestiones de geopolítica y todo indica que no tendrá tiempo ni oportunidad de experimentarse.
El Sr. Maduro es tan ceboruco que actúa sin comprender las reglas del juego. Ahora volvió a emprenderla contra los EEUU, luego del intento de acercamiento bilateral encabezado por John Kerry y Elías Jaua, y se justificó para ello en las declaraciones de la aspirante a futura embajadora estadounidense en la ONU. La diplomática expresó en el Congreso de su país que de ser ratificada en el cargo lucharía contra la represión de países como Cuba y Venezuela. A lo que no hizo mención el guapo de barrio de Maduro, es que los norteamericanos le dijeron por lo claro que si se atrevían a darle asilo político al topo Edward Snowden, se tendrían que acoger a duras represalias. También el sustituto ilegítimo de Hugo Chávez salió con fuertes descalificaciones sobre la persona del mandatario español Mariano Rajoy. Y, como era de esperar, no podía perdonar a Sebastian Piñeira, el gobernante chileno que recibió de manera oficial al líder opositor Henriques capriles. Toda esa mala leche del mayor de los chavistas es pura alharaca, ruido sin sustancia. El comportamiento bravucón de Corea del Norte se sustenta en su programa atómico y en el respaldo de su hermano mayor, que resulta ser China. Las guaperías de Fidel Castro en la esfera internacional se apoyaban en el poderío y tutela de la URSS. Y en el caso más cercano, Chávez se comportaba como el tipo duro amparado en la abultada chequera y la regaladera de petrodólares a manos llenas. En su currículum, el ex guaguero carece de personalidad, liderazgo y, sobre todo, legitimidad. Tampoco cuenta con poderío militar ni el apadrinamiento de algún aliado respetable. Capitanea un gobierno limosnero que ya ni encuentra quien le otorgue préstamos monetarios y que se dedica a buscar quien le regale alguna comida por toda la región. Ni siquiera puede cubrir los requerimientos de papel sanitario de su desesperada y cada vez más empobrecida población. Sus alardes desafortunados solo conseguirán poner más nerviosos a sus asustados correligionarios del chavismo, que ahorita lo verán más como un obstáculo que como una posible tabla de salvación del depauperado régimen. Es tan anormal el caballero que no se ha dado cuenta que sus mentores, los castristas, se pasaron con ficha en el caso de Snowden y con la situación que se les desató en Panama, donde los trabaron contrabandeando armas con norcorea. Lo único que se han atrevido a declarar desde La Habana es que se trata de armas obsoletas que querían reparar y luego volverlas a recoger. Ni sombra de guapería de parte de los Castro, porque saben lo que les puede costar en los tiempos que se viven. Ellos si entienden cómo calibrar sus reacciones. Madurito está tierno en cuestiones de geopolítica y todo indica que no tendrá tiempo ni oportunidad de experimentarse.
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