EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Las condiciones especiales en que viven las Farc en La Habana
El trato y las condiciones que han recibido los integrantes de la delegación negociadora de las Farc en Cuba, que intenta un acuerdo con el gobierno colombiano para la terminación del conflicto, es similar a la de cualquier misión diplomática.
Desde hace siete meses, cuando arribaron a La Habana, se convirtieron en los huéspedes consentidos del exclusivo sector de El Laguito, un lujoso condominio campestre con 120 casas de protocolo y un complejo esquema de seguridad, en el que solo se instala a presidentes, embajadores y los personajes más cercanos al régimen de los hermanos Castro.
Allí pasaron largas temporadas con sus familias los expresidentes de Venezuela Hugo Chávez, y de México Carlos Salinas de Gortari, mientras recibían atención médica. En esas mismas casas se han hospedado Evo Morales, Nicolás Maduro y las delegaciones diplomáticas de los países asiáticos y africanos con los que Cuba mantiene relación cercana.
Incluso, en una de esas viviendas se alojaron los miembros del Comité Central del ELN cuando estaban en conversaciones de paz y también pasó allí largas temporadas el escritor colombiano Gabriel García Márquez junto a Fidel y Raúl Castro, cuyas mansiones están ubicadas a escasos metros del sector. El Laguito, aseguraron personas cercanas a las delegaciones que adelantan el proceso de paz en La Habana, es un lugar de otro mundo. Es de los pocos lugares de la Cuba comunista en donde se vive con los placeres y las comodidades que permite el sistema económico de corte capitalista.
De hecho, era allí donde residían los empresarios y los millonarios cubanos y donde funcionaba el Country Club de La Habana hasta finales de los años 50, cuando fue derrocada la dictadura de Fulgencio Batista y Fidel Castro se apoderó de estos bienes mediante un decreto de expropiación que obligó a sus dueños a huir hacia Miami.
Cincuenta años después, el lugar sigue estando rodeado de enormes jardines, con un imponente lago en el que llegan constantemente flamencos, garzas y patos, y sus huéspedes reciben las 24 horas la misma atención y el servicio que ofrece un hotel cinco estrellas.
EL DÍA A DÍA DE LAS FARC
Los verdes y los campos que albergan a los integrantes de la delegación negociadora de las Farc en La Habana distan muchísimo de las condiciones en las que vivían en las selvas colombianas quienes aún permanecen en el frente de batalla.
Aunque la mayor parte del tiempo los delegados del grupo guerrillero la pasan en el interior de la casa de tres niveles, con amplias habitaciones, dos salas de estar y acceso a Internet, es común que algunos de ellos salgan a trotar por los prados y a jugar fútbol en la improvisada cancha que acondicionan en un sector de la grama.
Fue en uno de esos partidos en los que ‘Marco León Calarcá’ le ocasionó una lesión en un pie a ‘Pablo Catatumbo’ durante una jornada de esparcimiento.
Quienes más se ven por fuera de la casa son las mujeres y compañeras sentimentales de los comandantes guerrilleros que han establecido la rutina de salir a trotar y de alcanzar los mangos que por todos lados cuelgan de los árboles.
Los visitantes que por una u otra razón han estado en la casa donde reside la delegación de las Farc, aseguran que lo que más abundan son libros y que la lectura es la principal actividad de todos los miembros en la mesa de los diálogos.
Sobre todo los relacionados con procesos de paz, política y sobre la vida y obra del libertador Simón Bolívar, que es el tema que más apasiona a ‘Pablo Catatumbo’, además del cine, de acuerdo con algunas personas cercanas a él.
El café, la cerveza, las frutas y el tabaco son los otros elementos que no escasean en la casa. De hecho, cuando el encierro y la rutina los acosa, algunos jefes guerrilleros se desplazan al lobby o la cafetería del Hotel Palco, ubicado a pocos kilómetros de allí, para disfrutar estos placeres en un ambiente distinto.
Tanto la delegación de las Farc como la del Gobierno tienen a su disposición una camioneta blanca y un esquema de seguridad que utilizan para los desplazamientos que realizan. La relación con el Gobierno A unos 500 metros de la vivienda donde se hospeda la delegación de las Farc, separados por el enorme lago, está la residencia de los negociadores del Gobierno. Sin embargo, el contacto es nulo por fuera de la mesa de las negociaciones.
Se conoció que para evitar inconvenientes, se ha encargado a una persona exclusivamente para que coordine las salidas y los movimientos de cada una de las delegaciones para que no coincidan en ningún otro lugar que no sea el Palacio de Convenciones de La Habana.
Esa misma persona se encarga, durante los días de las negociaciones, de controlar los tiempos para que las caravanas salgan de El Laguito con una diferencia horaria suficiente para que cuando llegue la segunda delegación, ya los primeros estén acomodados en su sitio. Ni siquiera hay un estrechón de manos entre ellos. Aún así, la realidad muestra que en Cuba, son las Farc las que juegan de locales.
Desde hace siete meses, cuando arribaron a La Habana, se convirtieron en los huéspedes consentidos del exclusivo sector de El Laguito, un lujoso condominio campestre con 120 casas de protocolo y un complejo esquema de seguridad, en el que solo se instala a presidentes, embajadores y los personajes más cercanos al régimen de los hermanos Castro.
Allí pasaron largas temporadas con sus familias los expresidentes de Venezuela Hugo Chávez, y de México Carlos Salinas de Gortari, mientras recibían atención médica. En esas mismas casas se han hospedado Evo Morales, Nicolás Maduro y las delegaciones diplomáticas de los países asiáticos y africanos con los que Cuba mantiene relación cercana.
Incluso, en una de esas viviendas se alojaron los miembros del Comité Central del ELN cuando estaban en conversaciones de paz y también pasó allí largas temporadas el escritor colombiano Gabriel García Márquez junto a Fidel y Raúl Castro, cuyas mansiones están ubicadas a escasos metros del sector. El Laguito, aseguraron personas cercanas a las delegaciones que adelantan el proceso de paz en La Habana, es un lugar de otro mundo. Es de los pocos lugares de la Cuba comunista en donde se vive con los placeres y las comodidades que permite el sistema económico de corte capitalista.
De hecho, era allí donde residían los empresarios y los millonarios cubanos y donde funcionaba el Country Club de La Habana hasta finales de los años 50, cuando fue derrocada la dictadura de Fulgencio Batista y Fidel Castro se apoderó de estos bienes mediante un decreto de expropiación que obligó a sus dueños a huir hacia Miami.
Cincuenta años después, el lugar sigue estando rodeado de enormes jardines, con un imponente lago en el que llegan constantemente flamencos, garzas y patos, y sus huéspedes reciben las 24 horas la misma atención y el servicio que ofrece un hotel cinco estrellas.
EL DÍA A DÍA DE LAS FARC
Los verdes y los campos que albergan a los integrantes de la delegación negociadora de las Farc en La Habana distan muchísimo de las condiciones en las que vivían en las selvas colombianas quienes aún permanecen en el frente de batalla.
Aunque la mayor parte del tiempo los delegados del grupo guerrillero la pasan en el interior de la casa de tres niveles, con amplias habitaciones, dos salas de estar y acceso a Internet, es común que algunos de ellos salgan a trotar por los prados y a jugar fútbol en la improvisada cancha que acondicionan en un sector de la grama.
Fue en uno de esos partidos en los que ‘Marco León Calarcá’ le ocasionó una lesión en un pie a ‘Pablo Catatumbo’ durante una jornada de esparcimiento.
Quienes más se ven por fuera de la casa son las mujeres y compañeras sentimentales de los comandantes guerrilleros que han establecido la rutina de salir a trotar y de alcanzar los mangos que por todos lados cuelgan de los árboles.
Los visitantes que por una u otra razón han estado en la casa donde reside la delegación de las Farc, aseguran que lo que más abundan son libros y que la lectura es la principal actividad de todos los miembros en la mesa de los diálogos.
Sobre todo los relacionados con procesos de paz, política y sobre la vida y obra del libertador Simón Bolívar, que es el tema que más apasiona a ‘Pablo Catatumbo’, además del cine, de acuerdo con algunas personas cercanas a él.
El café, la cerveza, las frutas y el tabaco son los otros elementos que no escasean en la casa. De hecho, cuando el encierro y la rutina los acosa, algunos jefes guerrilleros se desplazan al lobby o la cafetería del Hotel Palco, ubicado a pocos kilómetros de allí, para disfrutar estos placeres en un ambiente distinto.
Tanto la delegación de las Farc como la del Gobierno tienen a su disposición una camioneta blanca y un esquema de seguridad que utilizan para los desplazamientos que realizan. La relación con el Gobierno A unos 500 metros de la vivienda donde se hospeda la delegación de las Farc, separados por el enorme lago, está la residencia de los negociadores del Gobierno. Sin embargo, el contacto es nulo por fuera de la mesa de las negociaciones.
Se conoció que para evitar inconvenientes, se ha encargado a una persona exclusivamente para que coordine las salidas y los movimientos de cada una de las delegaciones para que no coincidan en ningún otro lugar que no sea el Palacio de Convenciones de La Habana.
Esa misma persona se encarga, durante los días de las negociaciones, de controlar los tiempos para que las caravanas salgan de El Laguito con una diferencia horaria suficiente para que cuando llegue la segunda delegación, ya los primeros estén acomodados en su sitio. Ni siquiera hay un estrechón de manos entre ellos. Aún así, la realidad muestra que en Cuba, son las Farc las que juegan de locales.
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